En cuanto bajan las temperaturas, empiezan a apetecer guisos más consistentes y calentitos, como cocidos, potajes, asados… y los platos más ligeros dan paso a recetas más contundentes y calóricos. Una de las recetas más representativas del otoño es estofado de conejo con almendras, un fruto seco que además de tener muchas propiedades nutricionales, le va perfecto a este tipo de platos. Además, para darle un toque muy especial, le vamos a añadir un toque de hierbas provenzales y de canela, con un resultado único que evoca a la naturaleza y al monte otoñal.
UN ESTOFADO CON VARIANTES

Si te da un poco de aprensión usar carne de conejo porque tienes este tipo de mascota en casa y te resulta un poco siniestro, porque simplemente no te convence, puedes sustituirla por carne de pollo o incluso algún tipo de carne vegetal que se puede encontrar fácilmente en supermercados, con una textura y un sabor muy bien conseguidos. En cualquier caso, el resultado será una delicia, y conseguirás uno de esos platos reconfortantes para los días frescos, más si lo tomas de segundo plato después de una sopa bien calentita. Estos son los ingredientes.
INGREDIENTES PARA EL CONEJO CON ALMENDRAS

Estos son los ingredientes para 2 personas:
- 500 gr de conejo
- 1 cebolleta
- 1 puerro pequeño
- 2 dientes de ajo
- 200 ml de vino blanco
- 40 g de almendras
- 1 cucharada sopera de hierbas provenzales
- 5 g de canela en polvo
- caldo de ave
- harina de trigo
- perejil picado
- pimienta negra recién molida
- Sal
- aceite de oliva virgen extra
PREPARAR LA CARNE DEL CONEJO

Lo primero es preparar la carne de conejo, para lo cual lo troceamos en trozos grandes. Salpimentamos todas las piezas por las dos caras. Después enharinamos bien. Un método muy práctico par hacerlo es tomar una bolsa de plástico de las que se usan para congelar y añadir dentro unas cucharadas de harina de trigo. Después metemos dentro la carne, cerramos el zip y agitamos bien para que todos los trozos queden perfectamente cubiertos de harina. Un truco rápido y sin mancharnos las manos. Una vez enharinado, sacamos de la bolsa con cuidado y vamos colocando los trozos de carne en un plato retirando el exceso de harina.
ENHARINAR Y FREÍR EL CONEJO

Tomamos una cazuela baja y ancha y añadimos unas 5 cucharadas de aceite de oliva. Ponemos al fuego y una vez que esté bien caliente añadimos los trozos de conejo enharinado. Freímos durante unos 5 minutos a fuego medio por cada lado para que la harina se fije y quede con un color dorado. Una vez listo, retiramos la carne y reservamos.
SOFREÍR LOS VEGETALES

Por otro lado, pelamos y picamos finamente los ajos y los añadimos en el aceite donde acabamos de preparar el conejo. En el caso de que el aceite se haya quemado por culpa de la harina del conejo, habrá que sustituirlo por un aceite nuevo, ya que podría amargar nuestro estofado. Cuando el ajo comience a saltar y a tomar un poco de color, añadimos el puerro y la cebolleta picados en aritos. Sofreímos la verdura a fuego medio-bajo durante 15 puntos hasta que quede blandita y pochada. Al final sazonamos con una pizca de sal.
ALMENDRAS Y CANELA: EL TOQUE ESPECIAL

A parte, en un mortero majamos las almendras junto con la canela hasta conseguir un polvo fino. Añadimos un poco del caldo para que se forme una pasta líquida y que sea luego más falcil añadirlo al guiso. Cuando el puerro y la cebolla estén listos, agregamos el vino blanco y subimos la intensidad del fuego. Añadimos también los trozos de conejo que teníamos reservados y dejamos que se cocine todo hasta que se evapore el alcohol del vino. Seguidamente, añadimos el caldo con la canela y las almendras.
ESTOFADO A FUEGO LENTO

Cuando rompa el hervor, rectificamos de sal y añadimos las hiervas provenzales. Dejamos que se guise todo junto a fuego lento durante unos 50 minutos, hasta que la carne esté suave y tierna y se separe con facilidad del hueso. Antes de pasar las raciones al plato, agregamos perejil fresco picado y dejamos que se cocine unos 5 minutos más o hasta que la salsa tenga el espesor adecuado. Si se queda sin líquido durante la cocción, se puede añadir un poco más de caldo o agua. Lo ideal es que quede con una buena cantidad de salsa para poder mojar pan.