Todos hemos comido alguna vez en Ikea y es que, una vez que entras en la tienda sueca, parece que no hay salida. Esto te obliga a desayunar, comer e incluso merendar en la cafetería que está estratégicamente colocada antes de que tengas que ir a coger los muebles. Pero, ¿Cómo es comer en Ikea?
Hace un tiempo descubrimos que comer en Ikea podía no ser tan bueno. Y no por la calidad de sus productos, por la que tampoco ponemos la mano en el fuego, sino porque decidieron engañar a todos consumidores con las famosas ‘albóndigas de caballo‘. Las albóndigas es uno de los platos preferidos de todos aquellos que visitan Ikea, hasta que se dieron cuenta de que no todo lo que servían era lo que decían. Estas albóndigas llevaban carne de caballo y no lo habían advertido.
Pero, ¿Todo lo que hay en Ikea es malo? Vamos a conocer a continuación algunos de los platos estrellas de Ikea para ponerlos a juicio y afirmar si es bueno o no es bueno comer en la tienda de decoración sueca.
El café de Ikea, barato, sí, pero no demasiado bueno
¿A quién no le apetece un café antes de ponerse manos a la obra? Todos necesitamos coger energías y es que a pesar de que sabes cuándo entras en Ikea, no sabes cuándo vas a salir de la tienda. Ahora bien, ¿Cómo es el café? Pues no demasiado bueno. Que sí, que es cierto que no le podemos pedir más a un café que, con la tarjeta de socio, es gratuito. Pero no vamos a afirmar que es un café de calidad.
Y no nos extraña si tenemos en cuenta que el café que tomas en Ikea es casi como el de las máquinas de las estaciones. Nada que ver con un buen café. ¿Será por eso por lo que decidieron ponerlo gratuito para todos aquellos que se suscribiesen a la tarjeta gratuita de Ikea Family?
Pocas personas pagarían por el café que ofrecen en Ikea, ni siquiera el café con leche, que es difícil que sea malo, merece la pena. Eso sí, es gratis.
Albóndigas de Ikea a juicio
Como hemos adelantado, las albóndigas de Ikea han sido el producto más criticado de la compañía. Y no nos extraña. Ya no molestó el hecho de que tuviesen algo de carne de caballo, que a fin de cuentas también se come (y es bastante saludable según dicen los especialistas), sino que se ocultara. ¿Qué intención tenían?
El caso es que, a pesar de ser el producto más criticado, también es el más consumido. ¿Quién no ha probado esas albóndigas servidas con puré y mermelada? Puede parecer una mezcla extraña, pero algo tiene que a todos nos encanta.
Desde hace un tiempo, Ikea ha querido incluir en su repertorio las albóndigas vegetarianas. Y también las recomendamos. Es más, en alguna que otra ocasión nos la hemos llevado a casa para cocinarlas allí.
Tortitas de Ikea, secas y sin gracia
¡Tortitas! Es lo que todos pensamos al llegar al mostrador del restaurante de Ikea y ver que por tan solo 3,50 euros tienes dos tortitas con nata y sirope, zumo de naranja y café para desayunar. «Vaya ganga», decimos. Pero tan solo es algo momentáneo y es que las tortitas de Ikea son de todo menos apetecibles.
Lo cierto es que están bastante secas, así que no esperes mas tortitas esponjosas como las que te preparas en casa los domingos. Además, te las sirven casi frías. Que sí, que están hechas desde por la mañana y que para eso están en el mostrador caliente, pero de poco sirve. Las tortitas te la sirven fría y la nata caliente. Vamos, que no dan ni una en este desayuno.
Además, si quieres una tortita más, tendrás que pagar un euro más. ¿De verdad vale un euro una tortita?
Tarta de queso y frambuesa
¿Quién nos iba a decir a nosotros que una tarta de queso y frambuesa podría ser incomible? En Ikea, al tener las tartas en frío durante tanto tiempo, estas pierden sabor y tersura. Vamos, que en muchas ocasiones están más duras que un leño, como se suele decir.
Es cierto que el precio de este producto no es demasiado elevado (cuesta 2,50 euros), pero por ese precio puedes encontrar buenas tartas, a temperatura ambiente, en otros restaurantes. Además, las frambuesas no siempre están dulces. En muchas ocasiones nos las encontramos bastante ácidas.
¿Merece la pena? Para nosotros desde luego que no. Es otro de los productos de Ikea que no podemos recomendar.
El perrito de 0,50 céntimos de Ikea
El perrito caliente de Ikea es otro de los clásicos y es que lo encontramos desde el principio. Es cierto que no está en la parte del restaurante, sino del bistro, es decir, la pequeña zona de restauración que encontramos cuando pagamos los muebles de nombres impronunciables, pero todos hemos comido alguna vez alguno cuando el hambre ha atacado después de tantas compras.
¿Es un buen producto? Lo cierto es que no, pero tampoco lo esperábamos por el precio que tiene. El perrito caliente clásico de Ikea, ese que solo es el pan, una salchicha y las salsas al gusto, tiene un precio de 0,50 céntimos y un sabor a plástico. El pan suele estar pasable, pero las salchichas no tienen ningún tipo de sabor.
Ahora han completado la oferta con perritos un poco más elaborados, y también más caros, pero el resultado es el mismo. ¿Te quita el hambre? Sí, pero no es nada del otro mundo. Nosotros no lo recomendamos. Siempre será mejor salir de Ikea y comer otra cosa.
Rollito de salmón ahumado
Pero si hay algo que sí podamos recomendar del bistro de Ikea ese es el rollito de salmón ahumado. Es cierto que no será el wrap de tu vida, pero es pasable. La lechuga, a veces, no es del todo fresca, pero por lo demás es un aperitivo que se deja comer.
Claro está que su precio es más caro que el de otros productos de restauración de la tienda sueca. Este wrap cuesta 3 euros. Que sí, que el salmón suele ser un producto caro, pero, ¿Merece la pena comprar esto por 3 euros? Si no tienes otra opción sí, merece la pena.
También puedes encontrar este wrap en plato, es decir, el salmón con lechuga, en la zona de restauración, aunque a un precio superior.
El helado de nata con barrita de KitKat
Otro de los productos de Ikea que sí recomendamos es el clásico helado de nata y KitKat. Al fin y al cabo, el helado es helado, ¿No es cierto? Así que si lo que tienes es el gusanillo, la mejor opción es que te comas un helado de nata con una barrita de KitKat hasta que llegues a un buen restaurante.
El precio es de 1 euro, por lo que tampoco podemos pedir mucho más. Ideal para que los niños se tranquilicen después de las compras en Ikea, ¿No es cierto? Un pequeño premio a un precio bastante bueno y con un sabor aceptable. Nos lo quedamos.
Ensaladas en Ikea
Las ensaladas de Ikea tampoco están mal. Es verdad que la lechuga puede no estar todo lo crujiente que deseamos o que la carne y las gambas estén un poco secas. Pero, por lo demás, es un plato saludable y aceptable. De lo mejor que podemos comer en el restaurante de la tienda de muebles y decoración.
El precio, además, no está nada mal. El bol grande de ensalada cuesta 5 euros, mientras que el pequeño tiene un precio de 3 euros. El primero es perfecto como plato y el segundo como acompañante. Tienes para elegir entre ensalada de atún, de salmón, de pollo o de gambas.