La relación de Francia con las empresas extranjeras siempre ha sido complicada. Es que a pesar de las declaraciones globalistas y europeístas del presidente Emmanuel Macron más de una vez ha demostrado que se trata de un país profundamente proteccionista cuando ve acercarse la inversión extrajera. Con ese obstáculo se han enfrentado desde Renfe y España al apuntar con los sus trenes a las vías francesas y aunque desde la empresa estatal se mantiene este año como fecha del primer AVE al país galo la situación parece delicada.
Desde que a finales de 2022 la francesa SNCF rompió su colaboración con Renfe que permitía la conexión entre Barcelona y París la relación ha sido, cuando menos, tensa. Incluso tras la reunión entre Pedro Sánchez y Macron, que en teoría había limado asperezas, siguen apareciendo comentarios como el del embajador francés, Jean-Michel Casa, quien aseguró se estaba presionando al país galo cuando la entrada del los trenes españoles a Francia, al menos por el corredor atlántico, no se daría del todo hasta 2046.
Eso ha causado el fin de semana respuestas del Presidente del Principado de Asturias Adrián Barbón Rodríguez y el Presidente de Cantabria Miguel Ángel Revilla quienes ambos piden obligar a Francia a aceptar la conexión por AVE en el corredor Atlántico para 2030, fechar original del plan. Es una muestra del peso económico de esta decisión no solo para la empresa de trenes, sino para diferentes regiones del país que entiende que esta conexión podría alimentar industrias como el turismo y la hostelería.
Es un duelo delicado, pero clave para los planes económicos de la empresa dirigida por Raúl Blanco. Es que este año era el que esperaban sirviera para recuperar del todo sus ingresos prepandémicos, objetivo para el que una España que ahora reparte el mercado de los trenes entre tres empresas diferentes, y que hacen complicado que se pueda alcanzar el mismo dato de esos años a pesar del aumento de viajeros. Después de todo los datos de la operadora francesa Ouigo en las vías ibéricas deberían servir como un buen ejemplo de lo que la empresa estatal puede lograr en el país vecino.
De momento paso a paso se siguen acercando a esa meta, y así lo aseguran desde la empresa cuando se pregunta sobre la llegada a Francia dando por hecho dos rutas que deberían empezar a operar este verano. «Renfe tiene previsto comenzar las operaciones comerciales en Francia este verano, con las líneas Barcelona-Lyon y Madrid-Marsella», escriben a Merca2.
UNA LARGA LISTA DE MEDIDAS DE CONTROL FRANCÉS
Lo cierto es que desde el territorio galo no es primera vez que hay cierta incomodidad con la entrada de capital extranjero. Paso en los 2000, cuando PepsiCo intento hacerse con Danone, paso con la canadiense Couche-Tard que intento comprar Carrefour en una operación que fue detenida por el gobierno, el rechazo a la instalación del Midcat en su territorio. No es casual que en 2021 el ministro de economía Bruno Le Maire soltará aquella frase de «la política debe reapropiarse de la economía», para la Francia de Macron la economía es clave para la idea de quitarle a Alemania el protagonismo Europeo.
Por supuesto que no es la misma forma en que se trata a las empresas de Francia fuera de su territorio. Recordemos que Ouigo, la empresa operadora de trenes francesa que opera en España es un brazo de la estatal SNCF, que Carrefour es uno de los principales distribuidores de alimentos en el país o el rechazo a la instalación del Midcat en su territorio. Si bien se ha criticado al gobierno actual por esto es compresible hasta un punto en especial dada la poca popularidad que de entrada tiene el Gobierno actual, que quiera cuidar a sus empresas.
Sin embargo, lo cierto es que es una posición que ha retrasado los proyectos franceses de la empresa estatal española. Una y otra vez han mencionado a Francia como el destino lógico para expandir su presencia en el continente, en especial dado que a diferencia de Portugal puede servir como entrada a otros países, pero lo cierto es que de momento siempre ha habido un pero o un reclamo de parte del SNCF sobre su situación.
RENFE APUNTA A PARIS Y MÁS ALLÁ
En cualquier caso desde el ministerio de transporte se sigue manteniendo que este mismo año habrá un AVE que llegue, sin compartir la responsabilidad con la estatal francesa, a la ciudad de la luz. Es una buena noticia, no solo para la empresa sino para los objetivos sostenibles de Bruselas, que pasan por reducir el uso de los aviones y vehículos particulares para este tipo de viajes.
Mientras hay que esperar. Si Renfe tiene razón en cualquier momento deberían aparecer a la venta los pasajes Madrid – Marsella y Barcelona – Lyon, pero todo apunta a que poco a poco se ha conseguido hacer que en Francia aflojen su posición.