El boom de la España vaciada sacude la televisión mediante series y realities

El asfixiante y eterno ‘madrileñocentrismo’ económico, político, cultural y mediático se está relajando en estos tres últimos campos gracias al fenómeno literario que nació en 2016 de la mano de Sergio del Molino (‘La España Vacía’).

El boom tuvo réplicas políticas en Teruel o Soria, propulsión en los cines con una brillante colección de películas lideradas por ‘Alcarràs’ o ‘As Bestas’ («energía eólica sí, pero no así» dijo Rodrigo Sorogoyen al recoger el Goya a mejor director), y ecos mediáticos.

Buen ejemplo de ello es ‘El Pueblo’, brillante comedia fruto de la factoría que lidera con olfato Alberto Caballero (‘Aquí no hay quien viva’ o ‘Machos alfa’). Esta serie rodada en la despoblada aldea soriana de Valdelavilla se estrenó en Prime Video en 2019, se lanzó en abierto en Mediaset al año siguiente y este próximo 14 de abril estrena la cuarta y última temporada en la plataforma de Amazon.

La serie versa sobre el choque convivencial entre varios vecinos de una minúscula localidad de las Tierras Altas sorianas y un grupo de urbanitas que huyen de la gran ciudad hacia un lugar sin cobertura, postureo, ni modernidades.

Es posible que a la acertada ‘El Pueblo’ le haya hurtado merecidos reconocimientos el hecho de compartir productora, Contubernio, con la ajada y gritona ‘La que se avecina’.

SERIES EN LA ESPAÑA VACIADA

El ámbito rural también se ha convertido en escenario para series como ‘La caza’ de TVE’, ’30 Monedas’ de HBO Max, ‘La reina del pueblo’ de Atresplayer Premium, ‘Tú no eres especial’ de Netflix, o ‘Hierro’ de Movistar Plus+, amén de recientes películas autóctonas como ‘El agua’ o ‘Cerdita’, y fenómenos literarios como el divertido ‘Los asquerosos’ de Santiago Lorenzo.

Lo rural también aporta sustrato a ‘Brigada Tech’, fallida propuesta de TVE que conduce Luján Argüelles. Este proyecto, según la oposición al Gobierno, ha nacido gracias a 4 millones de euros de fondos europeos.

‘RURALITAS’

Testimonios optimistas realizados por personas que han decidido vivir en la España vaciada. Esta es la sencilla mecánica del soberbio ‘Ruralitas’, que nació hace casi tres años en La 2 de TVE y este próximo 16 de abril estrena su cuarta temporada.

Explica la pública que en la primera entrega de esta nueva temporada, el programa se trasladará a Moveros, en Zamora, para conocer a Paco, uno de los últimos alfareros que mantiene vivas las técnicas más tradicionales del oficio. Sus piezas están elaboradas con barro de la zona y cocidas en un horno de leña, tal y como hacían sus antepasados.

Aprendió el oficio de su madre y hoy su ilusión es que no se pierda este oficio ancestral. La segunda parada del programa será en Milmarcos, Guadalajara. Allí se mostrará la historia de Judith, cuyo sueño era volver al pueblo de su infancia.

Dejó su trabajo en una multinacional, para instalarse y montar una cervecera artesanal en este lugar. Sería demasiado iluso mostrar solo la parte positiva de vivir en el pueblo, e igual ocurre con el estigma que se lleva arrastrando desde hace siglos sobre incultura y violencia.

El refrán dice que el «pueblo pequeño» puede convertirse en «infierno grande» y contra ello batallan ‘Reinas al rescate’, que muestra en Atresplayer Premium historias de sufrimiento del colectivo LGTBIQ+ en zonas rurales.

LO RURAL EN EL MUNDO

La despoblación que azota al sur de Europa ha sido objeto de estudio por los países anglosajones y esta mirada se ha traducido televisivamente con ‘Nuestro propio pueblo’, que triunfa en la británica Channel 4 y llegó hace unos días a España en el canal de pago Cosmo.

La premisa del reality es que un grupo de millonarios británicos cansados del mercado inmobiliario autóctono decidieron cumplir su sueño al comprar aldeas despobladas de España, Portugal, Francia o Italia.