sábado, 14 diciembre 2024

La imposible lucha de las aerolíneas contra los trenes low cost

El cierre de 2022 puede haber generado algún nivel de alarma dentro de las principales aerolíneas de España. Según datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) desde la aparición de las ferroviarias low cost, la liberalización ferroviaria ha hecho de la alta velocidad una opción mucho más accesible dentro del país, con precios que bajan hasta los 8 euros en el corredor Madrid – Barcelona.

Con los vuelos en clase turista rondando precios cercanos a los 26 euros la mayoría de los días en aerolíneas como Iberia y Vueling, y pudiendo despegar hasta los 146 euros en algunas ocasiones es normal que los viajeros busquen otras opciones. A eso se le pueden sumar otras ventajas como la mejor ubicación para un viajero recién llegado de una estación de tren, muchas veces ubicadas en el centro de las ciudades, que la de un aeropuerto, que por seguridad suelen estar lejos de las grandes construcciones. 

A eso se debe sumar que la competencia de las nuevas empresas ferroviarias pasa por un momento interesante. Las dos recién llegadas, Iryo y Ouigo, han empezado el año con promociones para intentar aumentar su cuota en un mercado que no deja de crecer. La empresa Ítalo española ha congelado los precios a los 18 euros y la ferroviaria francesa ha mantenido sus precios por debajo de los 20 euros. Son precios con las que un medio simplemente más costoso como es el caso de los aviones, simplemente no puede competir.

UNA NUEVA REALIDAD DEL NEGOCIO

Aunque desde Iberia y Vueling se ha confirmado el deseo de mantener sus precios durante 2023, a pesar de la inflación, estos siguen estando muy por encima de estas nuevas opciones. Pero es que hasta hace poco solo debían competir con el AVE de Renfe, que antes de tener competidores tenía unos precios bastante más alto, como suele pasar en casos de monopolio, aun cuando se trata de empresas estatales. 

desde Iberia y Vueling se ha confirmado el deseo de mantener sus precios durante 2023

Es un nuevo mundo, que además se empieza a expandir a más destinos. Poco a poco las vías de tren están recuperando terreno y rutas que tenían abandonadas en aquellas zonas menos tradicionalmente turísticas. Si bien aún con esto los aviones siguen teniendo la ventaja de la velocidad, así como su mantenimiento y combustible los hacen un medio más costoso el evitar el terreno en vez de adaptar su ruta al mismo es una ventaja irreversible. 

Pero la otra gran ventaja de los aviones puede desaparecer. Hasta ahora son la salida ideal para viajar fuera de la frontera española, pero el Renfe está buscando empezar a cubrir la ruta que conecta Madrid y Barcelona con París. Si consigue este nuevo trayecto sería interesante ver si tiene un efecto parecido al que ha tenido sobre el mercado interno, y si el público está dispuesto a asumir lo que sin duda será un viaje bastante largo. 

¿PUEDE LA INDUSTRIA FERROVIARIA COMPETIR POR LOS DESTINOS EUROPEOS?

La pregunta al abrir la posibilidad del destino francés es si los de la estatal ferroviaria podrían competir por los destinos internacionales. La respuesta en teoría es no, o al menos no en todos los destinos. Sin embargo, bien puede ser una opción para viajar a los países fronterizos. Andorra, la propia Francia y Portugal pueden parecer destinos bastante lucrativos para la nueva y abierta industria ferroviaria, pero aun si pueden conseguir un buen trozo del mercado la competencia no es particularmente fácil. 

Pero hay otro factor importante: Las trabas que pongan los propios países destino. Si bien Portugal no debería ser tan complicado desde el gobierno francés una y otra vez se han puesto dificultades para la llegada de los trenes de la estatal ferroviaria al territorio gobernado por Macron. Quizás por su origen francés Ouigo pueda tener algo más de suerte llegando al acuerdo que atraviese la frontera.

LAS AEROLÍNEAS TIENEN LA TRANQUILIDAD DEL MERCADO INTERNACIONAL

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Ouigo, la ferroviaria de alta velocidad francesa/ Europapress

Por fortuna para los aviones hay un punto a favor donde los trenes no podrán llegar: Los destinos lejanos en Europa y más allá del continente. Lo cierto es que en la búsqueda de buscar recuperar su trozo de mercado no sería raro que las temporadas turísticas de 2023 pasen por algún tipo de oferta de las aerolíneas por estos destinos más lejanos, y donde no tienen que preocuparse por una invasión de otro tipo de transporte. 

Pero es probable que, como le paso a la estatal, deban aceptar compartir un mayor trozo de los viajeros con los transportes terrestres en los destinos más cercanos. Es una realidad que ya enfrenta el AVE, que ha visto cómo Ouigo se come casi un tercio de los viajeros entre Madrid y Barcelona, y que deja clara esta nueva realidad. Los que salen ganando son los viajeros, que han visto más opciones de destino y de precios de las que tenían antes de 2022.


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