La cotización de los autónomos a la Seguridad Social es siempre un tema controvertido. Mientras que los profesionales creen que lo que pagan no se ajusta para nada a la realidad de sus ingresos, desde la Administración Pública se considera que sus cotizaciones son, con frecuencia, insuficientes, abusando de la cuota mínima.
Siempre se nos ha dicho que la inmensa mayoría de los autónomos cotizan a la Seguridad Social de acuerdo con la base mínima. Esto explica que, a la hora de acceder a prestaciones por incapacidad temporal o por jubilación, existan grandes diferencias con los trabajadores por cuenta ajena. Sin embargo, los últimos datos que se han hecho públicos demuestran que esto no es tan cierto como se pensaba.
La estadística desmiente al Gobierno

Durante años ha habido un “enfrentamiento” entre los autónomos y el Gobierno en lo referente a las pensiones de jubilación de quienes han cotizado en el RETA. De hecho, en un reciente informe que se ha mandado a Bruselas para la puesta en marcha del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, se vuelve a hacer hincapié en que los autónomos cotizan poco.
Se suele afirmar que aproximadamente un 85% de los autónomos pagan la cuota mínima de cotización, que en la actualidad implica pagar unos 286 euros al mes. En consecuencia, se estima que estos profesionales están cotizando muy poco y que deberían aportar más al sistema. Esto les permitiría, en el futuro, tener acceso a prestaciones públicas más altas.
El número de autónomos que cotizan por la cuota mínima no es tan elevado

Esto que hemos visto es lo que señala el Ejecutivo, pero si prestamos atención a los propios datos de la Seguridad Social vemos que esa afirmación no es cierta. Los números demuestran que solo un 52,38% de los autónomos están cotizando actualmente por la cuota mínima. Esto implica que un poco menos de la mitad de los dados de alta en el RETA cotizan en bases que van desde los 1.000 hasta los 4.070 euros mensuales.
Al analizar estas cifras se acaba con el mito de que la gran mayoría de los autónomos prefieren cotizar por la base mínima aunque, en realidad, podrían hacerlo por una base más alta. Esto pone de relieve que la mayoría de los que están cotizando por la cuota mínima es porque no pueden cotizar más si quieren que su actividad profesional les sea rentable.
Adiós al mito de la cotización mínima, así está la estadística

Las asociaciones que representan al colectivo de autónomos quieren demostrar que los datos que se comunican públicamente no tienen una verdadera base, por eso han recurrido a las estadísticas de la Seguridad Social para analizar cómo está el tema de las cotizaciones. Y los resultados han sido sorprendentes.
Un 52,38% de quienes están ahora mismo en el RETA están pagando la cuota mínima por haber escogido la base mínima de cotización. Esto implica un total de 1.713.613 autónomos. Por otro lado, hay un 1.202.363 autónomos que cotizan por una base que está entre los 1.000 y los 1.800 euros al mes, lo que supone un 36,74% del colectivo. Después nos encontramos con otro grupo de autónomos formado por 126.030 personas que cotizan por bases de entre 1.800 y 2.400 euros al mes, lo que representa a un 3,85% del colectivo. Les siguen un 5,66% de los profesionales de alta en el RETA que cotizan por una base de entre 2.400 y 3.600 euros mensuales, y un 1,37% que cotizan por bases de entre 3.600 y 4.070 euros al mes.
La base media gana peso

De esto que hemos visto se deduce que la base media se posiciona como una de las más elegidas por los autónomos de alta en el RETA, incluso ahora que estamos en plena crisis provocada por el coronavirus. Con una cotización media mensual de 1.178 euros y una cuota media mínima de 353 euros.
Y se prevé que el porcentaje de autónomos que acaben cotizando por la base media aumente en los próximos años, ya que las prestaciones públicas asociadas a la cotización por la base mínima son tan bajas que, en muchos casos, no permiten al profesional subsistir solo con ellas.
La cotización media ha estado al alza

Es cierto que en la actualidad algo más de la mitad de quienes están dados de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos de la Seguridad Social cotizan por la base mínima. Sin embargo, no hay que perder de vista el hecho de que la base media ha estado en constante aumento en los últimos años.
En solo 13 años la base media de cotización se ha incrementado un 30%, pasando de los 907 euros al mes a los 1.178 euros mensuales en 2020. Esta subida ha impedido que aquellos autónomos que tienen menos ingresos puedan pasar de pagar la cuota mínima a cotizar por la base media. De hecho, también la base mínima se ha incrementado.
Los autónomos toman conciencia

A pesar de las subidas, parece que pagar la base media empieza a ser la tónica general entre los autónomos. Esto se debe a que muchos han tomado conciencia de lo importante que puede ser para ellos la protección social. Porque cotizando por la base mínima las prestaciones son demasiado bajas.
Un buen ejemplo lo vemos en las pensiones de jubilación. Para un autónomo que ha cotizado por la cuota mínima, su prestación mensual apenas supera los 700 euros después de toda una vida de trabajo. Esto hace que muchos profesionales de edad avanzada no se planteen ni tan siquiera retirarse de la vida activa.
A la espera de la cotización por ingresos reales

Toda esta situación podría cambiar una vez que se implante el sistema de cotización por ingresos reales. Todavía está en fase de negociación y se sabe muy poco sobre él, pero desde la Seguridad Social se afirma que podría estar en marcha ya en 2022, aunque quizá se vaya aplicando de forma progresiva.
Se estima que unos 700.000 autónomos tendrán que pagar más de lo que están pagando ahora, pero una gran parte de los cotizantes al RETA mantendrán su cotización más o menos igual, y algunos incluso podrán rebajarla. Esto demuestra que no hay tanto desfase entre lo que gana realmente un autónomo y lo que tiene que cotizar.