Últimamente hemos podido ver que algunos supermercados quieren vender jamón español sin serlo. Pero, ¿Por qué? Pues por números. El jamón español es más caro, por lo que se tiene que vender a un precio superior. Pero, ¿Y si se pone un jamón polaco, por ejemplo, a precio de un jamón español? Pues que el beneficio es mayor.
Es por eso por lo que vamos a conocer cómo diferenciar el jamón español del resto y así no dejar que te engañen. ¿Te apuntas? No te recomendamos perdértelo. Seguro que te resulta bastante útil.
Sello SIV u óvalo del jamón

Seguro que lo has visto en las patas o paletillas de jamón que has comprado. Es un sello en forma de óvalo con varias letras y números impreso sobre el propio cuero del jamón.
Este sello SIV (Servicio de Inspección Veterinaria), es decir, el registro sanitario del jamón. Nos informa sobre el país y la provincia de sacrificio, y muestra el número de registro sanitario del matadero. Por último, incluye las siglas de la Comunidad Europea (C.E).
Cuando ha sido en España, podremos ver las siglas ES. Si el jamón que vas a comprar no tiene las siglas, ya sabes que no es de nuestro país. Por ejemplo, verás una PL cuando venga de Polonia o FR de Francia.
También incluye el número RGSEAA (Registro General Sanitario de Empresas Alimentarias y Alimentos). Se trata del número de identificación nacional y se corresponde con el registro sanitario del matadero del que procede la pieza.
Después encontraremos una barra diagonal (/) que da paso a las iniciales de la provincia en la que se encuentra el matadero. Algunas de ellas son SA para Salamanca, CC para Cáceres o TE para Teruel.
Por tanto, fíjate siempre en el sello de la pieza a la que le hayas echado el ojo si quieres saber si es un jamón español y verificar que viene de la provincia de la que te están diciendo.
Sello MAPA

Lo primero que debes saber es que este sello no es obligatorio y que lo estampa sobre la pata la empresa productora. Se trata del sello con las siglas MAPA y lo encontrarás en la parte superior de los jamones.
Las siglas están desfasadas porque se trata del acrónimo de Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que ya no se llama así sino que es MAGRAMA (Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente), pero al no ser obligatorio y ser también un sello reconocido por todo el sector, no se ha modificado y se sigue usando.
Bajo las siglas lo que sí encontraremos obligatoriamente son números que nos indican la fecha en la que el jamón entró en el proceso de salazón (semana del año – lo que nos indica el mes- y el propio año), momento en el que se coloca este sello.
Estos números los encontrarás a veces marcados sobre el jamón a fuego o bien con tinta indeleble, igual que el sello MAPA.
Distinguir un jamón de cebo de uno de bellota

Para que no te vendan un jamón de cebo por uno de bellota o bellota 100% ibérico, desde el año 2014 se fijó un decreto que señala las diferentes variedades del jamón mediante colores. Así que te recomendamos que te fijes bien en las señales que te indican qué jamón es de cebo y qué jamón es de bellota. Es cierto que ambos son una buena opción, pero el precio de uno es superior al del otro. No dejes que te tomen por tonto.
Con el paso del tiempo sabrás distinguirlos por su sabor y por su color pero, por el momento, fíjate bien en los colores y en el etiquetado. ¡Qué no te den gato por liebre! Cuando compres un producto, asegúrate que es precisamente ese que tú quieres y estás buscando.
Jamones sin una brida de color

Tampoco es malo, ni mucho menos. Sencillamente, es diferente. Hablamos de jamones que se obtienen de cerdos blancos. Estos animales se crían con piensos y cereales. Podemos encontrar dos tipos:
- Jamón serrano: curado en cava durante mínimo siete meses y máximo 24. Los cerdos de los que proviene se crían en régimen intensivo. Se alimentan de cereales mayoritariamente.
- Jamón curado: se cura en cava durante mínimo nueve meses. Pueden ser 12 meses, y entonces pasará a ser llamado jamón curado reserva o añejo. Y si son 15 meses o más, será gran reserva.
Dicho todo esto, comprar un jamón cuya procedencia es de fuera de España no tiene nada de malo. Es legal venderlos, y son perfectamente aptos para el consumo, ya que pasan las normativas y controles sanitarios europeos. Pero que no te engañen usando marcas con nombres españoles y que hacen referencia a lugares de nuestra geografía.
¿Dónde compramos el mejor jamón español?

Aunque en los pueblos y en los sitios más rurales el jamón será mucho mejor, y más barato, no tenemos que desplazarnos tanto para encontrar un buen producto, un buen jamón español. En algunos supermercados, como en Mercadona, El Corte Inglés o Carrefour, podemos encontrar jamones de origen español con una buena calidad y a un buen precio.
Eso sí, nada que ver con los jamones envasados que nos venden en todas partes. Para que un jamón merezca la pena es imprescindible comprarlo sin envasar y, muy importante, que el corte sea a cuchillo. El corte a cuchillo permite respetar los músculos del cerdo, por lo que se podrá disfrutar mucho más del sabor originario del producto.