Iberdrola es el único valor del selectivo español que ha aguantado al alza (en el año) hasta este jueves. Sus acciones, pese a caer (como todas) por la debacle bursátil que se vive en todo el mundo, habían aguantado el tipo y hasta este miércoles acumulaban una subida anual del 5%. Muy a pesar de los inversores, este jueves entraba en terreno negativo arrastrado por el desplome del Ibex 35, que cedió un 14% en la peor jornada de su historia.
La compañía ha sido durante el último año y medio “el ojito derecho de los inversores del Ibex, que la han hecho vivir en un rally alcista continuo prácticamente desde octubre de 2018” destaca Aitor Méndez, analista de IG.
El carácter defensivo de esta acción ha jugado a su favor en los momentos de mayor tensión del mercado en los últimos meses, pero ha acabado doblando la rodilla, como el resto de valores cotizados ante el auténtico baño de sangre que viven las Bolsas mundiales (especialmente las europeas) por culpa del coronavirus.
8 AÑOS AL ALZA
Desde el verano de 2012 su cotización apenas ha registrado correcciones significativas y su apuesta por el reparto de dividendos y la estabilidad del sector en el que opera le han hecho resistir mejor que otras compañías a los momentos de mayor incertidumbre.
“Precisamente, los últimos resultados de la compañía son una buena muestra de todo lo que han encontrado atractivo los inversores en el valor”. Sin haber destacado por el hecho de haber conseguido presentar unos números por encima de lo esperado, la eléctrica logra que sus principales márgenes sigan mostrando una evolución más que aceptable (Ebitda +8,1%, ebit +8,0%) que le permiten entregar un avance de los beneficios a doble dígito en el conjunto de 2019.
Además de ello, la compañía ha mejorado un 14% el dividendo con cargo a las cuentas del pasado curso, una subida por encima de las perspectivas del mercado, que a la postre sería una de las grandes razones que hacen a los inversores encontrar atractivo este valor.
¿AHORA QUÉ?
Ahora, con la crisis del coronavirus, la ralentización de la actividad productiva podrá tener un impacto en sus cuentas, “como el resto de compañías”, pero lo que pierda de consumo industrial podría ganar en la demanda de energía de los hogares.
En palabras de Méndez, se espera que buena parte de la población tenga que pasar más tiempo en sus casas, con el consecuente incremento de la demanda de energía eléctrica, especialmente en aquellos casos en los que tengan que teletrabajar.
La compañía que preside Ignacio Sánchez Galán sigue conteniendo las caídas mejor que el resto de cotizadas del Ibex35. “Recordemos que sus fundamentales son buenos, las perspectivas para 2020 sobre el cambio de modelo energético también juegan a su favor y el sector de las «utilities» tienen la ventaja de ser contracíclicas (aunque también estén cayendo)” añade Dario García, analista de XTB.
A NIVEL TÉCNICO…
La situación técnica de la cotizada “puede plantear riesgos en el corto plazo” pero, su proyección y la fortaleza de los soportes técnicos que presenta “pueden ser una gran oportunidad para posiciones swing de medio y largo plazo” comenta el de XTB.
En otros momentos de crisis pasados, no existía el planteamiento de cambio del modelo energético que hay ahora y la compañía tampoco era tan grande como lo es ahora. La gran caída en 2008 venía acompañada de un contexto general del mercado de «crisis económica», hoy, la situación “no está definido como tal”.
De modo, que probablemente en los próximos resultados se refleje el impacto del coronavirus en los mercados, pero habrá que esperar a que se publiquen para conocer la sensibilidad de las cuentas de Iberdrola por la pandemia indistintamente de lo que haya hecho su cotización.