Los plátanos son una fruta realmente beneficiosa para el organismo. O al menos así parecen asegurarlo muchos estudios. Tienen vitaminas, minerales e incluso parecen poder prevenir algunas enfermedades y problemas cardiovasculares. Hasta ahí, algo que sabe casi todo el mundo. Pero ¿qué sucede con su piel? Esta se ha caracterizado siempre, sobre todo a nivel cómico, por generar resbalones de todo tipo entre actores y personajes de dibujos animados. No obstante, en la realidad la piel de plátano puede tener bastantes usos prácticos.
En este artículo te contamos algunos de los más sorprendentes, así que no pierdas detalle.
Piel de plátano para limpiar los zapatos

Una de las cualidades más curiosas que se le otorga a la piel de plátano es la de limpiar los zapatos. Está claro que no puede competir con los productos especializados en este fin, pero en caso de no disponer de uno de ellos, es una solución bastante aconsejable. Debido a las cualidades de la parte interior de su cáscara, el plátano lustra casi cualquier tipo de material con el que esté fabricado un calzado, incluido el cuero. No es que realice milagros, pero sí suaviza incluso las marcas de uso.
En unos pocos minutos, se puede conseguir que los zapatos tengan mucho mejor aspecto del que presentaban antes.
Piel de plátano, buena para las picaduras

Las picaduras de insectos, sobre todo de mosquitos, acostumbran a ser realmente molestas. Hay un montón de gente que tiene potentes reacciones a las mismas, y esto puede ocasionar rojeces, ronchones y, sobre todo, un picor de lo más insoportable. La piel de plátano puede ser un aliado improvisado en estos momentos, debido a que si se aplica en el lugar donde el bicho ha hecho de las suyas, consuela considerablemente.
En el caso de no tener pomada a mano o una farmacia cerca, pero sí un plátano, es una buena idea aprovecharlo. En ocasiones hasta puede ayudar a que se suaviza la hinchazón o la inflamación generada.
Limpiar un cedé con la piel de plátano

Tal y como estamos viendo en este artículo, las pieles o cáscaras de plátanos pueden tener muchos usos, algunos de ellos de lo más diverso. Pero sin duda uno de los que más llama la atención es la posibilidad que otorgan de limpiar y restaurar cedés y todos tipo de discos. Parece extraño, pero frotando estos con la parte de dentro, las ralladuras que pueden provocar un uso defectuoso se suavizan bastante. De alguna forma, se rellenan con los restos de la fruta.
No siempre funciona al cien por cien, pero no se pierde nada por intentar probar. Pocas cosas dan tanta rabia como ir a poner un disco o una película de tu colección y que esta no vaya como debería.
La piel de plátano mejora el aspecto de las plantas

¿Recuerdas lo que hemos comentado acerca de limpiar los zapatos con una piel de plátano? Pues algo prácticamente idéntico sucede también con las propias plantas. Está claro que las hojas de las mismas no se pueden tratar con cualquier producto. Una planta no es una mesa o una ventana. En cambio, si se quiere que este ser vivo tenga una apariencia más brillante y saludable, siempre puede frotarse con una piel de plátano.
Aunque parezca una marcianada, ya verás como nada más hacerlo notas rápidamente la diferencia.
La piel de plátano para tratar las verrugas

No hace falta ser dermatólogo para saber que hay muchos tipos de verrugas diferentes. Y también que en ocasiones los remedios caseros, si bien no pueden competir con la medicina como tal, son de ayuda. Las verrugas no suelen ser graves, pero sí molestas en ocasiones o antiestéticas en la mayoría de los casos.
Pues bien, hay expertos que aseguran que frotando una piel de plátano sobre una verruga (con cuidado, tampoco hace falta ser bestia), estas pueden reducir su tamaño o incluso terminar por no ser ni perceptibles. Con un poco de paciencia, quizá también se puedan usar para estos casos.
Librarse de las plagas de insectos

Todo aquel que tenga un jardín será consciente de que uno de sus principales enemigos son los insectos. O para ser exactos, las plagas de ellos que amenazan plantas y flores. En estos casos, da la sensación de que enterrando a poca profundidad pedacitos de una cáscara de plátano alrededor de cualquier cosa, las plagas de bichos se mantienen alejadas.
Esto se debe al potasio que contiene, y que puede actuar a modo de repelente natural.