El techo de deuda de EE UU amenaza al dólar y espoleará la inflación

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El techo de deuda en EE UU continúa sin acuerdo a tan sólo diez días de producirse el impago. El Tesoro tendrá que decidir si paga las nóminas de los funcionarios y los planes de sanidad de millones de estadounidenses, o bien hacer frente a los vencimientos de junio.

El organismo público dirigido por Janet Yellen ha tratado de maquillar las cuentas con el objetivo de ganar tiempo para las negociaciones entre demócratas y republicanos. Sin embargo, la Casa Blanca podría actuar sin necesidad del pacto, como recurrir a la sección cuarta de la 14ª enmienda o aplicar por decreto un nuevo techo de deuda para aliviar la situación.

No obstante, sentaría un precedente para la posteridad y abriría la puerta a romper el consenso por completo si se decide actuar de forma unilateral. Cabe destacar que el próximo año hay elecciones presidenciales y un cambio de color político en la Casa Blanca podría realizar los mismos movimientos de Joe Biden.

Ante la incertidumbre y sin una fecha definitiva para que se produzca el impago -en EE UU se ha denominado como el ‘Día X’-, los inversores comienzan a realizar su propios análisis sobre las consecuencias de un posible impago. Las disputas entre los ‘burros’ y ‘elefantes’ podrían causar «estragos» en los mercados. Las caídas, según Yellen, podrían suponer un rejón del 40% en Wall Street, mientras los seguros ante el riesgo de impago de los bonos (CDS) de la deuda más segura del mundo se han disparado por encima de los niveles de la crisis de deuda de 2011 y 2012.

EE UU, A UN PASO DEL IMPAGO

En aquellos años, Barack Obama, entonces presidente de EE UU, tuvo serios problemas para desbloquear el techo de deuda y se llevó una rebaja de la nota por parte de las agencias de calificación, que han tardado años en devolverla a la ‘triple A’.

Es probable que los inversores perciban cualquier impago como una consecuencia del tenso ambiente político y no como una incapacidad fundamental de EE UU

«EE UU corre el riesgo de incurrir en impago en cuestión de semanas, a menos que el Congreso llegue a un acuerdo para elevar el techo de deuda», según ha asegurado George Brown, economista de Schroders. Si llega el día clave y no hay pacto, habrá impago de cupones y reembolsos de las letras del Tesoro. Tan sólo hay un precedente en la historia de EE UU y se produjo por un fallo informático a la hora de procesar los cheques en 1979. Entonces sólo hubo un retraso en los pagos.

Las fechas probables del impago de deuda en función de la recaudación fiscal. Fte: Schroeders
Las fechas probables del impago de deuda en función de la recaudación fiscal. Fte: Schroeders

El Día X se producirá cuando el Tesoro se quede sin fondos suficientes para hacer frente a la deuda. Cabe señalar que la Campaña de la Renta 2021 en EE UU fue decepcionante y en esta Declaración de la Renta 2022 dependerá y mucho de la evolución de los ingresos hasta mayo. Si esta recaudación evoluciona favorablemente, el Gobierno tendría margen para esperar la de junio, con la recaudación trimestral de IVA y otros tributos. «Es probable que se pueda aguantar hasta el mes de julio e incluso agosto», ha sostenido Brown. Sin embargo, si los ingresos fiscales no alcanzan, el Tesoro tendrá que declarar el impago.

ORO Y YEN, LOS REFUGIOS ANTE EL IMPAGO DE DEUDA

Los republicanos han aparcado sus diferencias e iniciado con una única voz las negociaciones directamente con la Casa Blanca, mientras Joe Biden ha visto las orejas al lobo y ha acortado su gira asiática para tratar de enderezar la situación con Kevin McCarthy, presidente de la Cámara de Representantes.

«Más allá del limitado plazo legislativo, -advierte Brown- el principal obstáculo serán los republicanos ultraconservadores, que podrían obstruirlo desbancando al presidente de la Cámara para impedir que se presenten proyectos de ley». No obstante, el núcleo del centro demócrata saldría al rescate de Biden en este caso.

De hecho, el máximo mandatario del país ha asegurado que activaría la normativa de la 14ª enmienda, que establece que la validez de la deuda pública estadounidense «no será cuestionada». No obstante, el movimiento podría ser recurrido y tumbado en el Tribunal Supremo, lo que sentaría aún una mayor agitación en el mercado.

Para Brown, la probabilidad de impago existe y por tanto no es descartable este escenario. «Es probable que los inversores perciban cualquier impago como una consecuencia del tenso ambiente político y no como una incapacidad fundamental de EE UU», ha considerado. No obstante, los inversores están tomando posiciones para cubrir sus carteras, más con el desplome de los depósitos bancarios y la quiebra de entidades financieras.

PROTEGER LA CARTERA EN CASO DE IMPAGO DE DEUDA

Brown centra la inversión bajo la premisa de esperar una solución al techo de deuda, pero preparando un plan B por si fracasaran las negociaciones. En este sentido, ha abogado por guardar liquidez y diversificación en la inversión con el fin de resguardarse de la alta volatilidad que cabría esperar.

En este sentido, espera que el yen y el franco suizo, dos de las divisas con mayor valor refugio del mercado, se comporten mejor frente al dólar. En este caso, la caída del billete verde supondría una nueva escalada de la inflación galopante e incluso un posible escenario de hiperinflación si EE UU entrara en el temido impago. Las materias primas, como el oro y el petróleo, dispararían su precio, el primero por su condición de refugio y el segundo por su vinculación inversa con el dólar.

Todo ello, con una recesión en ciernes y una caída fortísima de las cotizaciones. Otra de las claves se encuentra en la deuda europea más segura. El bono alemán recibiría un mayor volumen de inversión y por tanto el riesgo país de la periferia de la Eurozona, como el de España, Grecia, Italia o Portugal, podría verse gravemente afectado, encareciendo las próximas emisiones, ya de por sí altas por las continúas subidas de los tipos de interés. Cabe recordar, que el precio del euro y del dólar por parte del Banco Central Europeo y de la Reserva Federal de EE UU, respectivamente, aún no han finalizado las subidas de tipos de interés.

La recesión en EE UU podría ser más profunda y anticiparse antes de lo estimado, en septiembre de este mismo año. Y es que, gran parte de la actividad empresarial en EE UU depende en gran medida del gasto público. Biden tiene en marcha un plan para reindustrializar EE UU por valor de un billón de dólares, por el que apuestan empresas españolas. Por este motivo, Brown apuesta por inversiones defensivas, como el sector de salud, laboratorios y farmacéuticas.

Álvaro J. Medina
Álvaro J. Medina
Madrileño en Barcelona. Apasionado de la actualidad política, la Economía y empresas. He pasado por el grupo Intereconomía y Vozpópuli. Ahora, en MERCA2.es, INVERSIÓN.es y MONCLOA.com para seguir informando. "Si no lo puedes explicar, es que no lo sabes". Si tienes algo que contarme: alvaro.medina@merca2.es