Las negociaciones sobre el techo de deuda en EE UU han provocado serias divergencias en los bonos y activos de renta fija. Las consecuencias de la falta de acuerdo entre demócratas y republicanos se están plasmando en los seguros de riesgo de impago, los denominados CDS -Credit Default Swaps, por sus siglas en inglés-. A mayor cuantía de estos CDS, mayor es la probabilidad de impago del activo al que están referidos, en este caso la deuda a mayor corto plazo y la que ha provocado, además, una inversión en la curva de los tipos de interés, al ofrecer una mayor rentabilidad que los bonos a mayor plazo.
Las advertencias del Tesoro de EE UU, con Janet Yellen a la cabeza, se suceden. Las consecuencias serían una auténtica catástrofe si el organismo no logra desencallar estas negociaciones. Por un lado, millones de estadounidenses perderán su cobertura pública de Sanidad, mientras los funcionarios tendrían que ser despedidos al no poder abonar las nóminas. Por otro lado, el Tesoro no podría cumplir los compromisos de deuda ya emitida, con China como principal inversor, y tendrían que llevarse a cabo duros ajustes para poder hacer frente a las obligaciones.
El Tesoro de EE UU tiene de plazo hasta el 1 de junio para poder alcanzar un acuerdo. A partir de esa fecha, el organismo se quedará sin efectivo para poder hacer frente a los pagos corrientes y de deuda. Esta situación se ha trasladado directamente a los mercados de deuda, especialmente a la de EE UU, considerada como «la más segura del mundo».
MAYORES PAGOS POR LA PROTECCIÓN DE LA INVERSIÓN
En este sentido, la deuda de EE UU a un año se convierte en un activo de altísimo riesgo, según los datos publicados por Bloomberg. Y es que, los CDS de estas letras han escalado con fuerza en los últimos días, especialmente desde la pasada semana. Los inversores en este tipo de derivados, como los CDS, deben abonar más, mientras que aquellos que prefieren la renta fija dada su rentabilidad ven como su inversión pierde valor según asciende el tipo de interés.
la historia sugiere que este desacoplamiento en las medidas de riesgo puede no durar en el caso de una pérdida severa de confianza en los mercados de deuda
Los inversores están huyendo de la deuda estadounidense. Las letras están disparando el interés, y por tanto su precio se hunde, mientras las reuniones por el techo de deuda se suceden en el Congreso, con Kevin McCarthy como principal exponente. Las dificultades para encontrar un acuerdo han obligado a Joe Biden, presidente de EE UU, a acortar su gira asiática, sin llegar a pisar Australia. Las posiciones son muy distantes y Yellen mete presión alertando de la cruda situación a la que se enfrenta la economía estadounidense en caso de impago de deuda.
Sin un acuerdo, EE UU incumpliría por primera vez sus compromisos de deuda. La situación es similar actualmente a la de Barack Obama en 2011, en plena crisis de deuda, con una dura negociación para incrementar el techo de la deuda. No obstante, la sangre no corrió al río, aunque sí hubo una fuerte sacudida en Europa, con rescates de países como Grecia, España, Portugal e Irlanda.
LAS TRETAS DE YELLEN PARA ALARGAR EL EFECTIVO EN EE UU
El Tesoro trata de alargar la escasa liquidez con tretas contables, un maquillaje financiero, para arañar días al impago. Sin embargo, este lavado de números tiene un límite y el 1 de junio se agota el plazo para abonar las nóminas y reembolsar la deuda vencida. El propio Tesoro tiene ante sí la posibilidad de dejar de pagar los bonos y sí hacerlo con las nóminas, o viceversa. El Tesoro no puede discriminar tampoco entre nóminas. De esta manera, no puede agrupar los salarios por nivel de renta y aplicar el impago únicamente a los más elevados debido a las dificultades técnicas que conlleva.
Cabe señalar que un gran volumen de letras vencen el próximo mes de junio, mientras otras vencen en julio y agosto. La situación es crítica para los tenedores de este tipo de activos, más cuando se desconoce cuando ocurrirá el incumplimiento. Este desplome de las letras del Tesoro ha disparado el coste de los CDS hasta los 165 puntos básicos.
Un nivel que ha desatado todas las alarmas, más cuando los de Canadá se sitúan en tan sólo 15 puntos o los de México, con 35 puntos básicos. Para hacerse una idea de la situación, los CDS de España se sitúan en los 60 puntos básicos, mientras los de Grecia alcanzan los 160.
LOS CDS DE EE UU SUPERAN EN 440 PB A LOS DE MÉXICO
De esta forma, la deuda de EE UU está registrando los niveles más altos de su historia, más incluso que en la crisis subprime de 2008 y por encima de las rebajas de la deuda de 2011 y 2020, por la crisis de deuda y la irrupción de la pandemia, respectivamente.
Así las cosas, los seguros de impago a un año alcanzan su máximo histórico y empujan al alza el resto de la abultada deuda estadounidense. Todo ello ocurre con una caída de la volatilidad en el S&P 500, una situación que muestra el desequilibrio entre la renta fija y variable. Según el análisis de la agencia estadounidense, «la historia sugiere que este desacoplamiento en las medidas de riesgo puede no durar en el caso de una pérdida severa de confianza en los mercados de deuda».
Cabe recordar que el S&P 500 se enfrenta al vencimiento mensual de mayo, con la discusión por el techo de la deuda por medio. En total, hay 6.400 millones de dólares en contratos de venta con un precio del ejercicio de 3.400 puntos, con un strike en los 3.350 puntos. Este índice se sitúa en los 4.100 puntos.