EE UU se prepara para el impago de deuda: las argucias de Yellen no sirven

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EE UU se enfrenta a la peor situación financiera de su historia si no consigue arrancar un acuerdo con los republicanos para elevar con creces el techo de deuda. El tiempo corre en contra y apenas quedan semanas para alcanzar el milagro. Los republicanos, decisivos en la votación, se han abierto a aumentar el límite, pero a cambio exigen duros recortes a la Administración, una condición que los demócratas de Joe Biden descartan por completo.

En caso de no conseguir un acuerdo, las nóminas de los funcionarios, los propios empleos, beneficios sociales e incluso la seguridad financiera del país entrarían en el temido ‘default’. La Administración tendría que priorizar los pagos, es decir, si los inversores en la considerada deuda más segura del mundo cobrarán antes que los propios funcionarios o empleados estatales, incluyendo la nómina de Janet Yellen, presidenta del Tesoro de EE UU.

El impago conllevaría graves dificultades para las familias, se pondría en entredicho el liderazgo de EE UU y plantearía dudas sobre nuestra capacidad para defender nuestros intereses de seguridad nacional

El sistema de nóminas de la primera potencia de Occidente no permite diferenciar entre unos puestos y otros, ni tampoco por los diferentes departamentos. «Hay problemas técnicos para poder hacer esa discriminación», según ha asegurado la propia jefa del Tesoro.

EL TESORO DE EE UU HA QUEMADO TODO EL EFECTIVO

Joe Biden tendría la peligrosa tentación de aprobar por decreto el límite de la deuda, una caja de pandora nunca antes abierta y que sentaría el precedente para poder hacerlo siempre que no se obtenga el consenso. De esta forma, la deuda de EE UU se expondría a nuevos riesgos, como una rebaja inmediata de la calificación, un incremento de los seguros ante el riesgo de impago, así como un desplome del dólar, que pondría aún una mayor presión sobre el precio de los bonos y dispararía las materias primas, como el petróleo y los metales.

Joe Biden, presidente de EE UU, con una incontrolable deuda
Joe Biden, presidente de EE UU, con una incontrolable deuda

El Tesoro ha realizado sus propias argucias e imaginativa contable para alargar el plazo de forma artificial. Pero como todo, hay un límite. El próximo 1 de junio, la administración literalmente se queda sin efectivo a no ser que aumente este techo. Las consecuencias no sólo serían para EE UU, sino que el dólar podría perder la hegemonía que ejerce desde hace décadas tras el fin del patrón oro. Otra solución pasaría por crear moneda, pero sería contraproducente para contener los precios y dejaría en más que un apuro a la Reserva Federal de Jerome Powell. De esta forma, la debilidad del dólar afectaría al resto de países, especialmente en Europa, en un momento en el que la inflación preocupa, aunque el tipo de cambio sería favorable.

Según Yellen, el impago de la deuda traería «graves dificultades para las familias, se pondría en entredicho el liderazgo de EE UU y plantearía dudas sobre nuestra capacidad para defender nuestros intereses de seguridad nacional». Sin embargo, todo el crecimiento de EE UU desde la devastadora crisis subprime se ha edificado sobre deuda, sin aplicar recortes.

BIDEN PODRÍA VERSE TENTADO A APROBAR EL TECHO DE DEUDA POR DECRETO, SENTANDO UN PELIGROSO PRECEDENTE

Los programas de defensa, militares, veteranos de guerra, policías federales y numerosos funcionarios perderían todas sus prestaciones. El Gobierno se vería abocado a realizar recortes en este ámbito con tal de contentar a los inversores, donde China tiene mucho que decir.

BIDEN ESPERA UN ACUERDO SIN APLICAR RECORTES

La próxima semana se reúnen Kevin McCarthy, presidente del Congreso, y Biden para tratar de hallar la solución y poder encontrar acuerdos entre republicanos y demócratas. Los primeros no están por la labor de dejar escapar un valioso triunfo, más cuando en año y medio hay elecciones presidenciales. Sin una solución, Biden tendría muy complicada la reelección.

Entre las condiciones exigidas por los republicanos se encuentran recortes de gasto. La alternativa sería el primer impago que podría acarrear una durísima crisis, especialmente para EE UU y su dólar. Cabe señalar que la deuda federal de EE UU se sitúa en 31 billones de dólares, frente a un PIB de 23,32 billones. El endeudamiento alcanza así el 32%.

BARACK OBAMA ESTUVO AL BORDE DEL IMPAGO

Biden, por el momento, responde con un rotundo rechazo a los recortes, más cuando prometió mejoras en su programa electoral. En este sentido, exige al Congreso aprobar el techo de deuda sin condiciones. En caso de no lograrlo y los republicanos se mantienen firmes en su decisión, EE UU entraría en una grave situación, más cuando los gastos superan a los ingresos, y aún colean la quiebra de entidades financieras.

La situación es muy parecida a la registrada en 2011. Barack Obama ocupaba la Casa Blanca y la primera potencia del mundo perdió la máxima calificación de la nota crediticia por parte de S&P. Aquella rebaja supuso un aumento de los costes de financiación, si bien fueron atenuados con los bajos tipos de interés pocos meses después. Ahora, la situación dista en que los tipos de interés en EE UU se han disparado al 5,25%, elevando así la financiación en un tiempo en el que las restricciones al crédito se han endurecido.

Álvaro J. Medina
Álvaro J. Medina
Madrileño en Barcelona. Apasionado de la actualidad política, la Economía y empresas. He pasado por el grupo Intereconomía y Vozpópuli. Ahora, en MERCA2.es, INVERSIÓN.es y MONCLOA.com para seguir informando. "Si no lo puedes explicar, es que no lo sabes". Si tienes algo que contarme: alvaro.medina@merca2.es