El Deportivo de la Coruña se encuentra inmerso en un delicado momento deportivo. Con sólo doce puntos tras 19 jornadas, se ubica en la última plaza de la Liga Smart Bank. El conjunto gallego está a ocho puntos del Málaga (18º clasificado), que marca la zona de la salvación. El descenso a la división de bronce es ahora mismo una realidad a contemplar y un problema para las arcas de un club que en tres años ha visto cómo su presupuesto se ha reducido en más de un 60%.
El equipo blanquiazul ha pasado de disponer del mayor presupuesto de su historia a estar cerca de tocar fondo si se consuma su descenso a 2ºB. Curiosamente, la cifra que manejó hace tres años era muy similar al que tenía en el comienzo del Siglo XXI. Entonces, el club gallego acababa de levantar la primera y única Liga en su historia. Y curiosamente, su presupuesto rozó los 10.000 millones de pesetas (60 millones de euros). En un mercado al alza donde muchos equipos han disparado esta partida, el Deportivo ha ido a contracorriente: en unos días aprobará el presupuesto de esta temporada, cifrado en 21,9 millones de euros: 18,77 millones de su cifra de negocios más 3,12 millones de ingresos previstos.
En dos décadas (y en los dos últimos años) el Deportivo ha visto reducido su presupuesto en un 63,5%. Sin embargo, en su última etapa en Primera sus cifras eran alentadoras. El descenso el pasado año sostuvo su economía gracias a la dotación que perciben los equipos que recientemente han perdido la categoría. Una condición que ha perdido este curso y que le ha llevado a reducir sus números en más de un 30% respecto a la pasada campaña.
EL DEPORTIVO AFRONTA UNA DEUDA DE 80 M€
Este hecho no ha pillado a nadie por sorpresa. El ex presidente del Deportivo, Paco Zas (dimitió recientemente, al igual que toda la junta directiva), advirtió de que podían pasar del mayor presupuesto de su historia (65 millones de euros hace dos temporadas) a alrededor de 20 millones de euros. La previsión no era catastrófica sino real, aunque los problemas del conjunto gallego van más allá: afronta una deuda de casi 80 millones de euros.
La pasada temporada contrajo en 14 millones la deuda inicial (94 millones de euros), pero ahora tiene un problema más complejo tras ese descenso en sus cuentas. Y lo que es peor: la asfixia económica puede dificultar que el equipo regrese a la máxima competición continental. Un bucle que han afrontado otros clubes en el pasado y del que es difícil salir ileso en un escaso periodo de tiempo.
Pagar la deuda con un presupuesto tan ínfimo es complicado y puede derivar en medidas excepcionales como reducir el gasto en salarios el próximo curso. El mayor inconveniente se produciría si el Deportivo consuma su descenso a la división de bronce. Ahí el tope salarial se reduciría, el presupuesto tocaría fondo y estarían obligados a una reestructuración de la plantilla que complicaría la vuelta a la élite.
EL DESCENSO HUNDIRÍA LOS INGRESOS POR DERECHOS TELEVISIVOS
El descenso le puede salir caro al Deportivo. El pasado jueves LaLiga hizo oficial el reparto económico de los ingresos obtenidos por derechos audiovisuales durante la temporada 2018-2019. El Deportivo de la Coruña, con 10,3 millones de euros, ocupó la segunda plaza en la Liga Smart Bank, sólo por detrás de la Unión Deportiva Las Palmas y por encima de otras entidades como el Málaga.
Los clubes que perdieron la categoría recibieron una dotación de 1,38 millones de euros cada uno. Un gesto de la RFEF, ya que la mayoría de clubes de la división de bronce están muy alejados de esa cifra. Luis Rubiales ha trazado diferentes planes de ayuda a equipos de 2ºB y Tercera, pero las cantidades resultan insignificantes. El último acuerdo entre la RFEF y Footters (plataforma que emite el fútbol modesto y la liga femenina) dedica a los equipos en torno a 100.000 euros anuales.
Los canales autonómicos sí serían un sustento mayor, aunque no esquivarían el problema si se consuma el ascenso. Si hace tres temporadas su presupuesto rebasó los 60 millones de euros, la próxima campaña el Deportivo podría manejar una cifra que rondaría los 10 millones de euros. Un drama para un equipo que hace menos de dos décadas pisaba las grandes competiciones continentales.
