En España hay muchas series que han marcado una época por su longevidad (Cuéntame) o por el éxito que tuvo entre una generación (Farmacia de guardia, Los serrano…). Dentro de esta selección entraría muy probablemente ‘Aquí no hay quien viva’. No se extendió demasiado en el tiempo, pero la idea fue novedosa: las discusiones e historias de una alocada comunidad de vecinos. De media en sus 5 temporadas congregó a más de seis millones de espectadores con una cuota de pantalla del 33%. Una barbaridad que refleja el éxito que tuvo en los casi tres años que se emitió.
LA QUE SE AVECINA, LA CONTINUACIÓN
Con el tiempo, la llegada de nuevos personajes y la marcha de otros míticos desgastó algo la ficción, pero no demasiado. Un 30% de share en su despedida en Antena 3 llevó a Telecinco a adueñarse de la seria. Los creadores, Alberto y Laura Caballero, no cambiaron. Gran parte del reparto, tampoco. Esta serie ha durado mucho más: arrancó en 2007 y este mes de enero Amazon Prime Video estrena la segunda parte de la Temporada 12. Pese a ello, y a unas envidiables audiencias (que han caído estrepitosamente en su última entrega), la gran mayoría coincide en que ‘Aquí no hay quien viva’ es mucho mejor. ¿Por qué?

HISTORIAS MÁS ORIGINALES
Los años pasan y las ideas se acaban. Lo mejor de ‘Aquí no hay quien viva’ es que muchos de sus episodios sorprendieron. El examen de selectividad de Emilio antes de la boda con Rocío que no llegó a culminar, el capítulo de la película de terror que trata de grabar Paco con la historia de la niña en el ático… Son innumerables. En ‘La que se avecina’ se han llegado a ver, de forma descarada, como recuperaban historias del pasado para hacer algunos capítulos. Algo que resulta pesado, además de que no pasa desapercibido para el espectador, que en su mayoría ha visto también la serie anterior.

MÁS REALISMO EN AQUÍ NO HAY QUIEN VIVA
Es cierto que ‘Aquí no hay quien viva’ no es una serie realista. O al menos, en muchos de sus capítulos o escenas. Todo está exagerado. Pero dentro de un límite, en muchas ocasiones, creíble. Esa es otra de las cosas con encanto de la serie. En ‘La que se avecina’, sobre todo con el paso de los años, la ficción ha degenerado en historias surrealistas. Antonio siempre con un arma en la mano, trifulcas con la policía y hasta casi ‘asesinatos’ involuntarios. Algo que ha terminado por cansar a la audiencia como se ha podido comprobar este último año, donde las audiencias de la serie han tocado mínimos históricos. Pero, ¿Qué hay de sus personajes?

LA ESENCIA DE LOS PERSONAJES
Muchos actores se quedaron por el camino. Sí, estuvieron alguna temporada, pero su esencia se perdió para siempre. Belén, con su nuevo papel, no convenció a nadie. Josemi, como adolescente rebelde, tampoco. Y eran dos de los más queridos. No tener a Emilio en las primeras entregas también fue una pérdida considerable. El mayor descubrimiento, quizás, el de Amador. Darle un rol más importante sí fue un acierto total de La que se avecina. Que tampoco estuviese ‘la pija’ fue una baja importante. Tanto, como la que sufrió la ficción con la marcha de Cristina Castaño, otra de las actrices que le hizo mucho bien a la serie.

RADIOPATIO
De las tres, lamentablemente dos nos han dejado (Mariví Bilbao y Emma Penella). Las tres desembarcaron en ‘La que se avecina’, pero sin tanto protagonismo. En Aquí no hay quien viva’ bordaron su papel. “Váyase señor cuesta, váyase” o “qué mona va esta chica siempre” son frases para el recuerdo. Como el “vamos no me jodas de Roberto”. En esta ficción si lograron crear una sintonía única con el espectador. A las mayores es sin duda a las que más se echa de menos. Sus mirillas, sus riñas… Está claro que marcaron un antes y un después en la televisión.

INTEGRACIÓN EN ‘AQUÍ NO HAY QUIEN VIVA’
La serie se atrevió a dar normalidad a una relación homosexual, algo que a principios del siglo XXI aún chocaba en la televisión. El hijo de Mauri con Bea por inseminación artificial, su triángulo amoroso con Diego y Fernando, cómo salieron estos dos últimos del armario… Sin duda ‘Aquí no hay quien viva’ fue una serie integradora que sirvió de gran ayuda para muchos colectivos. Y eso también es digno de destacar. Las segundas partes sí pueden ser buenas, pero quizás no tanto como las primeras. Por lo menos, en lo que a este caso se refiere.






































































