Gran Hermano se estrenó en Telecinco en el año 2000, y puede presumir de ser uno de los realities con más ediciones y de mayor éxito, a pesar de que hace ya varios años que no hay una nueva edición.
A lo largo de este tiempo hemos conocido a concursantes de todo tipo y con diferente suerte. Algunos triunfan en televisión, otros acabaron arruinados, y otros, como la protagonista de hoy, trabajan para la ONCE.
La tercera edición de Gran Hermano
En esta ocasión volvemos atrás en el tiempo hasta el año 2002, cuando se estrenó la tercera edición del programa, cuyo ganador acabó siendo Javito García, sin embargo, tras su paso por el programa prefirió volver a la vida anónima.
De esta edición salió Kiko Hernández, que se hizo un hueco en televisión y a día de hoy es colaborador habitual de Sálvame. Y también Raquel Morillas y Noemí Ungría, que durante un tiempo tuvieron mucha fama.
Una relación que surgió fuera de la casa
Ni Noemí ni Raquel permanecieron mucho tiempo en la casa de Gran Hermano. Noemí fue la primera expulsada de su edición y Raquel la tercera, pero de ahí surgió una amistad que se acabó transformando en amor.
Una historia de amor que las protagonistas no dudaron en hacer pública en todos los programas, ya que durante un tiempo era bastante habitual verlas en los platós de programas de mañana y de tarde.
Raquel se hizo asidua en televisión
Raquel entró en la casa con la finalidad de vivir la experiencia y trabajar en televisión, y lo consiguió. Empezó colaborando en el corrillo de María Teresa Campos y de ahí pasó a Crónicas Marcianas.
Según la propia Raquel, su mejor experiencia en televisión fue en el programa de Sardá, ya que allí se podía expresar con total libertad.
Un accidente que lo cambió todo
Poco imaginaba la ex concursante de Gran Hermano que un accidente de tráfico iba a cambiarlo todo para ella. Raquel y Noemí sufrieron un grave accidente de coche de consecuencias muy graves.
Raquel fue la más afectada, llegando a pasar un tiempo en coma y sufriendo secuelas a diferentes niveles. Algunas de ellas, todavía visibles en su rostro, que quedó bastante deformado, aunque pudo mejorar algo gracias a la cirugía.
Una relación de Gran Hermano que acabó mal
No es extraño que las relaciones surgidas en el programa, o a raíz del mismo, acaben mal, y la de Raquel y Noemí no fue una excepción. Aunque llegaron a casarse, el accidente, y las desavenencias, hicieron que se acabara el amor.
De hecho, a día de hoy su relación continúa siendo distante, porque Raquel nunca le ha perdonado a su ex pareja que llegara a denunciarla por maltrato.
La difícil vida de Raquel tras Gran Hermano
La vida parecía sonreírle a Raquel tras salir del programa, pero la ex concursante no ha vivido, ni mucho menos, un camino de rosas. Tras su accidente, tuvo que centrarse en su recuperación y dejó de interesar como personaje público.
Así que al final optó por llevar de nuevo una vida anónima. Sin embargo, tampoco en ese caso lo ha tenido fácil. Se volvió a casar y se divorció tan solo unos meses después, y ha confesado haber padecido una adicción al juego.
¿A qué se dedica ahora Raquel?
El accidente de coche le dejó graves secuelas a Raquel, y eso dio lugar a que le reconocieran una discapacidad, hecho que le permite trabajar en la ONCE como vendedora de cupones, algo que ha contribuido a estabilizar su vida.
La madrileña destaca que es muy feliz con este trabajo, ya que le permite pasar mucho tiempo en la calle y poder conocer a todo tipo de personas.
Estabilidad en su vida
Además de a nivel laboral, parece que la ex concursante de Gran Hermano también ha encontrado la estabilidad a nivel emocional junto a su pareja, con la que se casó en el año 2020.
Para Raquel es su tercer matrimonio, pero parece que está más feliz y enamorada que nunca. De hecho, por el momento es el matrimonio que más le ha durado, ya que los dos anteriores no pasaron de unos pocos meses.
Noemí, cuanto más lejos mejor
Que la relación entre la ex pareja no es buena, es algo que todo el mundo sabe. Raquel ha confirmado en una de sus últimas declaraciones públicas que no sabe nada de la que fuera su mujer, y prefiere que siga siendo así.
Porque tiene la sensación de que siempre que está cerca de Noemí le pasan cosas malas. Además, confirma que no la ha perdonado, y no parece que tengan intención de hacerlo en el futuro.
¿Existe la maldición de Gran Hermano?
Hay quien dice que el programa no siempre trae suerte, ya que son varios los concursantes que ha sufrido accidentes de mayor o menor entidad. Uno de los más graves fue el de Raquel y Noemí, pero también hay que recordar el de Iván Armesto y el que tuvo Ismael Beiro con su moto.
Pero, sin duda, el más grave de todos fue el de Gustavo Fernández. El concursante de la cuarta edición, perdía la vida a los 28 años tras ser arrollado por un tren.