Quizá no lo sepas, pero las croquetas no nacieron en nuestro país… sino en Francia. Sí, en Francia. Llegaron a España como una receta de aprovechamiento (siempre tan necesarias). Se utilizaban los restos de carne de guisos y pucheros, y el empanado se hacía con el pan sobrante.
De todas formas, serán francesas, pero las hemos hecho nuestras. Sentimos que las croquetas son muy españolas y nos encantan. Lo mejor es que siempre saben adaptarse, porque dentro de ellas cabe de todo. Tanto las hemos hecho nuestras que con ellas no nos falta el aceite, también porque su textura sin igual no la encontramos en casi ninguna otra comida. Pero, ¿cómo hacer que queden crujientes sin aceite? ¿Es esto posible? Lo cierto es que sí, y quedan muy ricas. Te lo enseñamos desde MERCA2.
Las croquetas tienen tantas recetas como paladares
Porque que tenga su propia fiesta ya indica la relevancia de esta tapa sabrosa, crujiente por fuera y cremosa por dentro, que apasiona a todos los públicos y tiene tantas recetas como paladares existen. Lo más importante, dominar bien las técnicas que intervienen en nuestras croquetas (cómo hacer el roux, la bechamel, el rebozado y la fritura) y contar con un buen producto.
A partir de ahí, cada maestrillo tiene su librillo. Los hay que prefieren añadirle caldo, los que optan por hacer una masa fina frente a los que la elaboran con tropezones… pero esta vez te vamos a enseñar a cómo puedes hacerlas sin aceite. ¿La solución? La freidora sin aceite.