Se suele decir que como en España no se come en ningún sitio. Y puede que sea verdad, pero de vez en cuando apetece recurrir a recetas típicas de otros países para variar un poco. Sobre todo cuando estas sirven de aperitivo, son sencillísimas de preparar y pueden alegrar la velada a cualquier visita. Es el caso de las tostadas Hawái. Se trata de un plato que, a pesar de su nombre, tiene su origen en Alemania, o al menos es en la nación teutona donde más se ha popularizado.
Generalmente se asocia, con razón, la gastronomía germánica con salchichas, codillos y poco más, pero en este caso concreto hablamos de una propuesta muy sencilla, como te contamos a continuación.
Ingredientes necesarios para hacer unas tostadas Hawái

Según los expertos, las tostadas Hawái comenzaron a volverse un plato común en Alemania hace ya bastantes décadas, y rápidamente llamaron la atención por varios motivos. El primero que, como ya hemos señalado, se hacen súper rápido. El segundo, pero no por ello menos importante, que son baratas de cocinar. Y el tercer, que también conviene tener en cuenta, que suele encantar a los niños.
Los ingredientes para su elaboración no pueden ser más simples: pan de molde (es decir, el típico de tostadas y sándwich que acostumbra a estar siempre en las despensas de casi todas las casas), jamón cocido, piña en su jugo (la que viene en bote de conservas vale, para aclararlo), queso de sándwich, pimentón y aceite de oliva virgen extra. Sí, básicamente como si fuésemos a preparar un emparedado de toda la vida, pero con un toque distinto… ¡y delicioso!
Preparar el pan para las tostadas Hawái

Lo primero que hay que hacer para llevar a cabo esta receta pasa por tostar un poco el pan. De buenas a primeras, se puede hacer en un tostador, pero no es la mejor opción, ya que así el ingrediente quedará demasiado seco, por decirlo de alguna manera. En lugar de eso nuestro consejo es claro: poner el horno y dejar que el pan se cocine un poco en él.
No es tan cómodo, pero el resultado es mucho mejor. Para que quede perfecto, se le puede echar un poco de aceite, y después hornearlo en torno a tres o cuatro minutos. Nunca más que eso, ya que si se quema demasiado se perdería la gracia de la receta, como veremos a continuación.
Tostadas Hawái, la piña perfecta

Una vez el pan esté en su punto, es momento de ponerse con la piña. Como hemos dicho, lo idóneo es coger las que ya venden en conserva. Como acostumbra a suceder con todas las recetas tradicionales con mucho tiempo a sus espaldas, no hay una única forma de preparar las tostadas Hawái alemanas, pero a nuestro juicio es la mejor.
Eso sí, una vez se cogen las rodajas de piña, hay que secarlas a conciencia, para lo cual se puede usar el típico papel absorbente de cocina.
Como si fuese un sándwich

Si hasta este punto el aperitivo o cena te ha parecido sencillo, la cosa no se complica tampoco ahora. Puesto que damos por hecho que alguna vez has hecho un sándwich de algún tipo, esto es lo mismo. Primero se pone el pan, luego el jamón, después la piña y por último el queso.
Este último es importante que sea de los que se funden, para que quede más rico.
Tostadas Hawái, ¿pimentón sí o no?

Una de las principales dudas con esta receta es si usar en ella pimentón. Nuestra receta está clara: sí. La cuestión es que, dado que luego las tostadas van al horno de nuevo, hay que tener cuidado. El pimentón ayuda a mejorar el sabor de casi cualquier plato, pero si se quema, lo echa por tierra.
Así que lo mejor es poner pimentón, sí, pero en poca cantidad, para no correr ningún riesgo.
De nuevo al horno

Llegados a este punto, solamente quedaría el golpe de gracia: volver a introducir las tostadas en el horno para que los nuevos ingredientes se mezclen bien, y el resultado sea bien rico. De nuevo no hacen falta más de unos pocos minutos, dependiendo de la potencia de cada horno. Simplemente hay que fijarse y, una vez el queso esté lo suficientemente fundido, servir.
Como veis, un plato facilísimo, que cualquiera puede hacer incluso sin tener idea de cocina, pero que es original y, lo mejor de todo, suele gustar a todo el mundo. Para hacer la prueba solo tienes que invitar a unos amigos a casa y sacarlo como entrante o aperitivo, será todo un éxito.