miércoles, 11 diciembre 2024

La sequía ahoga al campo catalán y encarece la despensa de las familias

Cataluña registra la peor sequía del último siglo. Los embalses están prácticamente vacíos, tanto que dejan al desnudo los edificios que inundaron cuando se realizaron. Las inclemencias meteorológicas se han cebado especialmente en Europa durante este año, y más concretamente en la zona catalana, donde apenas ha llovido y cuando lo ha hecho ha venido con granizo, como en abril, una helada que provocó pérdidas irreparables, un preludio a un verano seco con seis horas de calor que ha reducido la cosecha todos los frutales y plantas de frutos secos. El impacto también se ha detectado en las pesquerías y bateas del mejillón en las Terres de l’Ebre (Tarragona).

Con esta catástrofe climática, la Generalitat prepara un plan de contingencia para asegurar el consumo de agua, pero no correrá la misma suerte el campo catalán, que sufre restricciones desde el inicio del año. Con los embalses prácticamente secos, los agricultores están sometidos a un estricto horario de riego, especialmente por la tarde y noche. La recogida de la escasa fruta existente se está realizando también a horarios intempestivos para evitar las horas más calurosas, e incluso se han adelantado cultivos, como la almendra, ante la posibilidad de perder la cosecha íntegramente.

GUERRA DE PRECIOS Y ESPECULACIÓN, PERO MISMO PRECIO PARA EL PRODUCTOR EN PLENA SEQUÍA

En el sector del vino, la preocupación también es palpable. La lluvia no llega y quedan apenas cinco días para activar el plan de contingencia por parte del Ejecutivo catalán, especialmente para mantener vivo el suministro en Barcelona y el Área Metropolitana, donde reside prácticamente la mitad de la población.

En L’Empordà, la zona noreste de Girona, la cosecha será un 25% inferior de media respecto a la media de los últimos años, según los cálculos de la Unió de Pagesos. Algunos llegan a aventurar que la sequía, incluso, será más severa que la de 2008, si bien también bendicen esta falta de lluvias por dos motivos muy diferenciados.

Pere Aragonès, presidente de la Generalitat, se prepara para la sequía
Pere Aragonès, presidente de la Generalitat, se prepara para la sequía.

El primero, no se han detectado plagas ni hongos durante este año, mientras que algunos intermediarios buscan un provecho económico de la situación. Y es que, los agricultores han percibido de media unos 0,4 euros por kilo de uva, un nivel muy similar al de los últimos años, mientras la especulación se ha apoderado del mercado para disparar los precios. Todo ello, mientras los agricultores han asumido los costes de las drásticas subidas de los fitosanitarios y fertilizantes. Las empresas, por su parte, han trasladado estos costes directamente a los consumidores, pese a pagar lo mismo por el producto.

LA MITAD DE LA COSECHA, PERDIDA EN ALGUNAS ZONAS

En otras zonas de Lleida y Tarragona prácticamente se ha despedido la temporada antes de iniciarla debido a la sequía. La cosecha de uva ha llegado a caer en un 50% en algunas variedades, mientras que en la zona del Penedès y Garraf se ha reducido cerca de un 30%, aunque algunas voces llegan a sostener la caída del 40%. Los representantes de los trabajadores del vino instan a fomentar contratos plurianuales con los productores y bodegas, fijando los precios de antemano y dando la oportunidad de incrementarlo en tiempos difíciles. «Es necesario que se responsabilicen de su contribución por la estabilidad de todo el sector vitivinícola«, ha afirmado en un comunicado.

De esta forma, exigen amarrar las condiciones de calidad y precio de antemano, así como el cumplimiento de abonar las facturas en un plazo inferior a los 30 días, con independencia de la calificación del vino que se realice después. Todo, con unos embalses en su conjunto al 40% de su capacidad, aunque otros están prácticamente secos. El de Siurana (Lleida) se encuentra en un punto crítico, con apenas el 10% y a partir del 7% se impondrán duras restricciones a toda la población. En Rialb, al 8%, es el segundo por volumen de Cataluña.

La situación ha empeorado respecto al pasado 2021 en el resto de embalses. La capacidad se reduce prácticamente a la mitad, del 80% a apenas el 40%, como el de la Llosa del Cavall o Baells. En otros, el negocio está en el turismo de sequía, una actividad que consiste en acercarse a los edificios y viejos campanarios que ahora pueden visitarse a pie.

PANTANOS, ENTRE EL 8% Y EL 10% POR LA SEQUÍA

En Rialb, por ejemplo, solo se aprecia un suelo arenoso y apenas unas balsas de agua en la parte más afectada. En Tiurana emergen los restos de un pueblo extinguido en la década de los noventa. Tan sólo la sequía de 2008 mostró imágenes similares.

Por otro lado, la dramática situación se extiende en las bateas de mejillones del Ebro, así como en las zonas de cría de algunas especies de marisco y otros moluscos. En este verano, las temperaturas no sólo han sido elevadas, sino que además han persistido en el tiempo. Este hecho ha provocado la pérdida total de la crianza del próximo año, así como gran parte del cultivo realizado. Y es la temperatura del mar ha alcanzado niveles cercanos a los 30 grados, inasumible para la crianza de estas especies. De esta forma, se han perdido 150.000 kilos de producción, el 25% del total.

Y es que, pese a ser especies preparadas para soportar las inclemencias, los mejillones dejan de comer si persiste el calor. Para salvar la temporada del próximo año, los productores de este manjar acudirán a los criaderos de otras zonas europeas, aunque éstas también soportan dificultades. Por tanto, el precio se incrementará de nuevo, y pasará a la despensa con un ajuste adicional al bolsillo de las familias.


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