La cocina de vanguardia ha dado un paso de gigante en España gracias al nivel y la repercusión internacional de chefs como Dabiz Muñoz o Martin Berasategui. Sin embargo, en los hogares se apuesta por productos y recetas más sencillas. El pollo es uno de los alimentos a los que más se recurre, porque no es una carne con mucha grasa y además tiene un precio bajo. Hay infinidad de recetas con este producto. Esta, en concreto, no es muy conocida. Pero es rápida y rica. Toma nota.
Una receta que no se sirve en bares
Esta receta es fácil y casera. Todo el mundo la puede hacer. Sin embargo, es poco habitual encontrártela en un bar. Las lágrimas de pollo es la ración más demanda ahora con este producto en este tipo de establecimientos. La propuesta que te vamos a mostrar no solo es mucho más saludable, sino que además está más rica. Vamos con los ingredientes y los pasos para hacerla.

Ingredientes para esta receta de pollo
- 1 kg de pechuga de pollo
- 1 cebolla
- 2 dientes de ajo
- Harina
- Vino blanco
- Agua
- Sal, pimienta y perejil
Lo mejor de esta receta es que requiere pocos ingredientes, como se puede observar en el listado. Además, todos son básicos, están presentes en cualquier hogar. De no ser así los puedes encontrar fácilmente en cualquier supermercado. Ahora toma nota de cómo hacer esta receta.

Enharinar y freír el pollo
Lo primero que debes hacer es sacar filetes de la pechuga, y cortarlo en tiras. No es necesario, pero el resultado es mejor. Después agrega sal y pimienta y pásalos por harina. Coge una cazuela, agrega un buen chorro de aceite y marca el pollo a fuego medio-fuerte. Solo buscamos darle un golpe de calor por fuera, así que dale la vuelta pasados unos segundos. Después retíralo y colócalo sobre un papel absorbente para retirar el exceso de grasa. Vamos con el siguiente paso.

Pochar el ajo y la cebolla
Lo siguiente que debes hacer es echar mano de los productos que van a dotar de sabor a nuestra receta. Corta un par de ajos en láminas finas y agrégalos en el mismo aceite del pollo, a fuego lento. Cuando empiecen a dorarse incorpora la cebolla cortada en juliana. Si después no vas a querer encontrarte el ajo, retíralo antes. Deja que todo se cocine muy suave durante aproximadamente diez minutos, para que la cebolla poche lenta y deje mucho más sabor en la cazuela.

El vino, el agua y la cocción del pollo
En el momento en el que la cebolla esté pochada, agrega de nuevo el pollo a la cazuela. Después de remover unos segundos para que se impregnen todos los sabores, agrega un vaso de vino blanco y deja que evapore el alcohol. Después haz lo propio con el agua, sin excederte demasiado, pues este pollo en tiras apenas necesitará cocción. Espera durante aproximadamente diez minutos, sazona al gusto y agrega un poco de perejil al final. Después sirve. La receta es muy sencilla, pero el resultado te dejará sin palabras. Ahora te decimos con qué acompañar esta receta y si es, o no, saludable.

Las patatas, la mejor guarnición
Este pollo guisado no es una receta excesivamente fuerte, por lo que se puede tomar después de consumir un primero (pasta, legumbre…). Sin embargo, para ahorrar tiempo, se puede tomar con una guarnición. Como el tiempo de cocción del pollo en esta receta es de apenas diez minutos, no podremos cocer las patatas ahí. Por ello la solución es hacer unas patatas fritas y cuando estén listas agregarlas al guiso para que absorban toda la salsa de cebolla y vino blanco. Verás que rico está todo.

Una receta que no es prohibitiva
La carne de pollo tiene más calorías que el pavo o el conejo, pero menos que la ternera y otras más fuertes. El único ‘pero’ es enharinar el pollo. Si estás a dieta o no te lo puedes permitir, es tan sencillo como elaborar la receta sin usar la harina y marcando el pollo y la cebolla con muy poco aceite. De esa forma será una receta de la que podrás incluso abusar. De otro modo, las patatas fritas son una fuente alta de grasa. Si lo prefieres las puedes hacer cocidas, al horno o incluso en el microondas. Pruébalo y verás cómo te gusta.
