La cesta de la compra de millones de personas tiene una misma marca: Lidl. Cada vez son más las personas que eligen esta cadena alemana para proveerse de toda clase de alimentos y comestibles, al igual que objetos para el hogar, herramientas, cosmética y todas las necesidades imaginables. Estos clientes acuden atraídos por ofertas como sus magníficos artículos por menos de un euro o sus productos gourmet, dentro de un catálogo en constante renovación para atraer a más compradores a sus tiendas. Aun así este liderazgo ha sido a costa de varias maniobras cuestionables, que ponen a Lidl en una posición comprometida de cara al consumidor.
La marca ha incurrido a menudo en la reduflación, la maniobra consistente en ofrecer menos producto por el mismo precio o uno incluso superior, y sus subidas de precios parecen tan constantes como arbitrarias, sin respetar la bajada del IVA promovida por el Gobierno. Estas acciones están siempre sometidas al escrutinio más duro, que es el del usuario de a pie: los consumidores no están dispuestos a pasarle ni una a este súper, como ilustra el caso reciente de un usuario que se quejaba del arroz tres delicias por ser incomible. Ahora mismo el foco está puesto en una oferta que Lidl no ha respetado y que un cliente desmontaba de forma pública, para mayor escarnio de la marca. Cuando conozcas los detalle verás con otros ojos a la firma de supermercados.
LOS ARBUSTOS DE FRUTOS DEL BOSQUE DE LIDL

Entre su enorme catálogo de productos Lidl incluye macetas, esquejes y arbustos. Su arbusto de frutos del bosque se ha convertido en toda una revelación entre los aficionados a la horticultura, ya que proceden de buenas plantas y permiten su cultivo en huertos particulares, casas de campo o incluso terrazas, disfrutando así de una pequeña selección de estas frutas tan saludables.
LA QUEJA DE UNA USUARIA CONTRA LIDL

Una usuaria de Twitter se decidió a comprar un arbusto de frutos del bosque, después de comprobar la oferta en Lidl: a mitad de precio, costando tan solo 2,25 euros el kilo. Su sorpresa llegó a la hora de pagar, ya que la caja registradora marcaba 9,99 €. “Reclamo y me dicen que el código no coincide”, denunciaba esta persona, que no dudó en tomar unas medidas muy serias.
LA USUARIA DESCONTENTA PUSO UNA RECLAMACIÓN

La usuaria explicó qué hizo a continuación: “una de vuestras supervisoras ha tenido que hacer el paripé y darme la hoja de reclamaciones”. Desde la cuenta oficial de Lidl le indicaron que pasase sus datos por privado para solucionar lo ocurrido, pero la cliente afectada lo tiene claro: “si está mal rotulado, lo vendes según rótulo”. Pero ¿tiene razón en esta afirmación?
ASÍ FUNCIONA LA PUBLICIDAD ENGAÑOSA

Según explica la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), una publicidad es engañosa cuando induce al error. Esto sucede si omite datos de interés o argumenta errores tipográficos, que es lo que parece haber sucedido en el caso del arbusto de Lidl. Lamentablemente es una práctica habitual, con variantes como poner en grande el descuento y en pequeño el precio real, o publicitar el precio de la segunda unidad como si fuese lo que cuesta un único objeto.
QUÉ HACER ANTE LA PUBLICIDAD QUE ENGAÑA AL CLIENTE

En estos casos cabe solicitar la hoja de reclamaciones para que se sancione a la empresa, pero teniendo en cuenta que no se podrá solicitar indemnización ya que la hoja busca una sanción contra el infractor. Si queremos ser indemnizados hay que denunciar incumplimiento de contrato y recurrir al Sistema Arbitral de Consumo. En el caso de que Lidl o cualquier otra empresa no se se someta a su decisión, podríamos acudir a los tribunales, pero esto sólo compensa si los daños son cuantiosos.
LOS PRECEDENTES DE PUBLICIDAD ENGAÑOSA EN LIDL

Lo ocurrido con el arbusto de frutos del bosque no es ni mucho menos una novedad, puesto que Lidl acumula varias denuncias por mensajes engañosos, publicitar productos agotados o cobrar precios superiores a lo indicado, algo que le supuso varias multas en zonas como Andalucía. Además estos supermercados publicitan productos con una procedencia de origen que es falsa: en Italia se penalizó a la empresa por vender como pasta italiana alimentos que no lo eran, mientras que desde Valencia se denunció un arroz etiquetado de dicha comunidad, cuando en realidad procedía de Murcia.
LIDL HA SIDO BLANCO DE NUMEROSAS CRÍTICAS

Casi tres décadas de presencia en nuestro territorio dan para muchos logros, así como varias controversias. En 2021 la cadena fue condenada a retirar su robot de cocina, después de saberse que había plagiado a la célebre Thermomix. Sus trabajadores también han protagonizado polémicas: en la primera ola de la pandemia se denunció la falta de protección ante el Covid, y son habituales las quejas por la precariedad laboral. Por si fuera poco, en 2010 Lidl fue multada con 1,5 millones de euros por espiar a su personal en Alemania.
POLÉMICAS ALIMENTARIAS DE LIDL

Más graves han sido los casos de productos contaminados, como los quesos brie y de cabra que se retiraron por tener bacterias, o la carne que en 2011 intoxicó a once niños en Francia, uno de los cuales fallecería a los pocos años. Aunque Lidl sigue siempre los controles sanitarios, se han dado casos de chicles que tenían exceso de sorbitol, cereales con riesgo de toxicidad, huevos contaminados por pesticida, un plaguicida que se confundía con un yogur y pota enlatada que era perniciosa.