El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, se ha mostrado tranquilo ante el posible incremento de la morosidad. Gortázar ha explicado que mantienen unos criterios de riesgo de mucha prudencia y que la producción de hipotecas en 2022 ha sido de más del 90% a tipo fijo: «Las estadísticas que manejamos de nuestros clientes de pérdida esperada, de la nueva producción etcétera, siguen siendo muy buenas. Tengo mucha tranquilidad».
LOS RESULTADOS
Lo ha dicho este viernes en la rueda de prensa de presentación de resultados del tercer trimestre, en el que la entidad bancaria obtuvo un beneficio atribuido acumulado de 2.457 millones de euros, un 17,7% más respecto al mismo periodo del ejercicio anterior teniendo como base perímetros homogéneos.
La cartera hipotecaria de la entidad es de 125.000 millones –la más grande de España–, de la que el 60% son hipotecas que se concedieron antes de 2012, y un tercio de la cartera se ha concedido en los últimos siete años, de la que el 72% fueron a tipo fijo.
«Estamos hablando de personas que llevan ya más de 10 años haciendo frente a su hipoteca a tipo variable. En muchas ocasiones se han concedido a tipos variables superiores a los que tenemos en este momento en el mercado, por tanto, esperamos que puedan volver a hacer frente a pagos como hicieron en el pasado, confiamos en que eso, salvo excepciones, no sea ni mucho menos un problema», ha valorado.
EL BANCO mantiene unos criterios de riesgo de mucha prudencia
Gortázar ha explicado que mantienen unos criterios de riesgo de mucha prudencia y que la producción de hipotecas en 2022 ha sido de más del 90% a tipo fijo: «Las estadísticas que manejamos de nuestros clientes de pérdida esperada, de la nueva producción etc, siguen siendo muy buenas. Tengo mucha tranquilidad».
Ha advertido de que el perfil de las hipotecas más afectadas son las de los últimos años, porque normalmente se ha repagado menos principal y el pago que se debe hacer es de una mayor proporción: «La compra es muy reciente y ese no haber amortizado principal quiere decir que el valor del préstamo respecto a la casa es más alto».
Preguntado sobre las medidas a tomar frente al aumento de coste de las hipotecas, Gortázar ha dicho que deben debatirse entre las entidades y asociaciones bancarias y llegar a una posición conjunta: «Prefiero no especular ahora sobre qué soluciones nos gustan más o menos. Ese debate es más efectivo tenerlo en el grupo de las entidades afectadas y después acordarlo con el Gobierno.
IMPACTO EN LOS CLIENTES
Ha señalado que la tasa de esfuerzo de las hipotecas de tipo variable ha pasado de estar por debajo del 25% a estar por debajo del 30% como consecuencia del incremento de los tipos de interés, y ha dicho que no sabe los clientes que tendrán problemas para afrontar los pagos, pero que serán «sustancialmente menos» de lo que se vio en la crisis de 2008.
la tasa de esfuerzo de las hipotecas de tipo variable ha pasado de estar por debajo del 25% a estar por debajo del 30%
«Hay un tema muy importante: esta crisis económica, a día de hoy, no va a producir en el mercado laboral el mismo efecto que vimos en 2008, cuando se destruyó mucho empleo y eso metía a muchas personas en problemas», ha añadido.
Ha sostenido que ahora hay salarios que pierden poder adquisitivo con la inflación, lo que ve como un problema pero «de otra magnitud», por lo que ha llamado a ser conscientes de que no habrá el mismo impacto.
Preguntado por el impacto de la subida en la propia entidad, Gortázar ha explicado que ha reducido la caída de margen de intereses: «Tenemos menor caída, pero seguimos en negativo, por tanto no estamos hablando de ganancias extraordinarias derivadas de esto, sino de una menor pérdida».
MOROSIDAD
Gortázar también ha advertido de un deterioro «razonablemente moderado» de la morosidad en 2023 y por tanto también de sus ratios, aunque ha dicho que no están hablando de una situación de morosidad disparada como la que se vivió en algunos años tras la crisis de 2008.
En concreto, CaixaBank ha registrado una ratio de morosidad del 3%, y se sitúa en niveles mínimos desde 2008, mientras que los saldos dudosos descienden hasta los 11.643 millones de euros por la evolución de los indicadores de calidad de activo y la gestión activa de la morosidad, con una reducción de 1.991 millones en el año y de 782 en el trimestre.
bre la evolución de los préstamos parcialmente avalados por el Instituto de Crédito Oficial (ICO), un 28% del total ya ha sido amortizado o cancelado y, del resto, un 95% está ya amortizando principal y solo un 4,4% está clasificado como morosidad.