Los dividendos del Ibex peligran ante la recesión que está por venir

Un escenario de recesión global como el que los expertos están avisando que puede llegar en 2023 pone en serio riesgo los dividendos del Ibex 35, algunos de ellos los mejores de su sector. La economía global se encuentra en un momento delicado, presionada por la inflación y la crisis energética que está poniendo en jaque a Europa.

Los mercados tampoco pasan por su mejor momento y las oportunidades de inversión cada vez son más selectivas. En este contexto de alta volatilidad e incertidumbre, las compañías que reparten jugosas retribuciones suelen atraer a inversores que buscan rentabilidad a través de este tipo de pagos al accionista.

Pero, factores como las subidas de tipos de interés impulsadas por los bancos centrales para frenar la inflación o el recorte de producción de petróleo que está llevando a cabo la OPEP+ están empujando la economía a una recesión global.

Se trata de un escenario por el que los expertos advierten del riesgo existente para seguir con el nivel de dividendos actual que se está dando entre las compañías de la bolsa española. En este sentido, desde la firma de análisis estadounidense Bloomberg Intelligence alertan en un reciente informe de esta situación.

EL DÉFICIT DE INGRESOS PONE EN RIESGO LOS DIVIDENDOS

«La estimación de los dividendos del índice Ibex tiene cierta desventaja en caso de recesión, ya que nuestra prueba de estrés del 25% sobre las estimaciones de free-cash-flow (ingresos netos para el sector financiero e inmobiliario) muestra un déficit potencial de más de 3.000 millones de euros utilizando los ratios de pago medios de 2017-2019″, aseguran los expertos.

Es decir, los analistas consideran que los ingresos utilizados para retribuir al accionista el año que viene estarán por debajo de las cifras cosechadas en los años previos a la pandemia del Covid-19. Por lo que 2023 puede ser un año en el que grandes compañías españolas recorten o directamente supriman sus dividendos.

Del sector financiero destacan los dividendos que están repartiendo entidades como BBVA o Banco Santander, excesivamente castigados en el mercado por su elevada exposición internacional en un entorno de subidas de tipos de interés como el actual. Por su parte, del sector inmobiliario sobresale sobre el resto el pago al accionista de Merlin, que ha sido el gran vencedor en rentabilidad este 2022. Sin embargo, un descenso de la actividad

«La mayor parte del déficit proviene de los sectores industrial y financiero, con más de 1.000 millones de euros cada uno, seguidos por el consumo discrecional. Los menores flujos de caja libre también son un riesgo para las utilities (empresas de servicios públicos), ya que sus niveles de deuda neta siguen aumentando, lo que limita su margen de maniobra para la rentabilidad de los accionistas», añaden los expertos.

Un ejemplo en este sector es Enagás. La gasista dirigida por Arturo González Aizpiri reparte uno de los dividendos más rentables del Ibex 35, pero las estimaciones de obtener menores ingresos por parte de su negocio regulado, hacen dudar del mantenimiento al mismo nivel de su retribución para los próximos años.

REPSOL Y ARCELORMITTAL PUEDEN COSTAR AL IBEX UN 7,5% DE SU CRECIMIENTO EN BENEFICIOS

Asimismo, la rentabilidad por dividendos del Ibex se encuentra en el 5,3%. Según los analistas, «está una desviación típica por encima de su media de 10 años, pero ajustada por la rentabilidad española a 10 años, del 3,3%, está 0,8 desviaciones típicas por debajo de su media a largo plazo». Esto se traduce en que la renta variable está perdiendo atractivo para los fondos de inversión orientados al mercado nacional.

En este sentido, los expertos aseguran que las opciones de inversión en el Ibex cada vez son más difíciles, debido al menor crecimiento mostrado del beneficio por acción (BPA), así como por los nuevos impuestos para la banca y las eléctricas que está impulsando el Gobierno. Del mismo modo, el crecimiento del beneficio por acción para el próximo año también se verá afectado negativamente por los elevados costes de las materias primas, entre otras cosas.

«El deslucido crecimiento del BPA del Ibex previsto para 2023 se debe a su elevada exposición a la energía y a las materias primas y a un menor aumento de los beneficios de las empresas financieras. Repsol y ArcelorMittal representan el 21% del BPA del índice y su descenso previsto para 2023 del 24% y el 57%, respectivamente, puede costar al Ibex un 7,5% de crecimiento de los beneficios, mientras que las empresas energéticas y mineras pueden afectar al BPA del Stoxx 600 en un 4%», destacan desde Bloomberg.

Asimismo, la revisión a tres meses de su estimación de BPA para 2023 también va a la zaga del índice europeo Stoxx 600, con un descenso del 2%, liderada por las empresas industriales, las de servicios de comunicación y las de sanidad.

AVANCES DE IAG, AENA Y FERROVIAL, PERO AÚN ESTÁN LEJOS DE 2019

Por su parte, los analistas esperan que las empresas relacionadas con los viajes y el turismo del Ibex muestren avances en 2023 impulsando el crecimiento del beneficio por acción del Ibex, con un 45%. En este segmento destacan al gestor aeroportuario Aena, al holding de aerolíneas IAG (Iberia) -que se ha disparado en bolsa tras un anuncio preliminar de beneficios- y a la compañía de infraestructuras Ferrovial, dueña del aeropuerto londinense Heathrow.

Sin embargo, las estimaciones sobre el beneficio por acción para el próximo año siguen estando un 64% por debajo de los niveles registrados antes de la pandemia, lo que indica que aún queda camino por recorrer.

«Ferrovial y Aena son las que más se acercan, con una estimación de BPA para 2023 entre un 20% y un 30% por debajo de los máximos anteriores, mientras que IAG sigue estando muy lejos (estimación de BPA para 2023 de 0,16 euros frente a 0,77 en 2019), ya que la compañía está expuesta a un tráfico aéreo limitado desde y hacia China y a un mayor coste del combustible», señalan desde Bloomberg.

En cuanto a los bancos españoles, si bien los de mayor exposición al mercado nacional (CaixaBank, Bankinter y Sabadell) están teniendo un buen comportamiento con subidas aproximadas del 30% gracias a las expectativas de ganancias por las subidas de tipos de interés, las previsiones para 2023 no son tan buenas.

«Aunque las estimaciones de BPA a futuro de nuestro agregado de bancos españoles ha vuelto a su nivel más alto desde 2014, el múltiplo de BPA está en el nivel más bajo de los últimos 10 años, excluyendo la pandemia, ya que los inversores están preocupados por el efecto de una recesión en las futuras tasas de impago y en los LLP (sociedad de responsabilidad limitada», aseguran los expertos.