Si es por los niveles de facturación, las farmacéuticas se preparan para otro año con resultados positivos, pero la operatividad en este sector sigue siendo un punto desafiante. La escasez de componentes electrónicos y los problemas de suministro de insumos básicos y de materiales de construcción están planteando retrasos en la producción de estas industrias y lentitud en las inversiones.
La Asociación Nacional Empresarial de la Industria Farmacéutica (FarmaIndustria) revela que, una vez superados los problemas logísticos que supuso la COVID-19 debido a las restricciones al transporte mundial, ahora enfrentan «la inestabilidad causada por cuestiones geopolíticas que han llevado a una situación en la que existe dificultad para el suministro de numerosas materias primas, recambios o materiales auxiliares«.
En el informe recién publicado esta semana, el gremio de los industriales farmacéuticos detalla que tienen problemas a la hora de acceder a los materiales necesarios para la fabricación, como los starting materials para los API, los propios API, los excipientes, cartón, aluminio, filtros, ampollas y viales de vidrio.
«El sector farmacéutico también está sufriendo la escasez de componentes electrónicos que incorporan sus equipos de producción».
«Además de los propios materiales que se incorporan al producto, el sector farmacéutico también está sufriendo la escasez de componentes electrónicos que incorporan sus equipos de producción, ocasionando no solamente retraso en la entrega de estos equipos, sino también la escasez de recambios de los equipos ya instalados», indica el reporte ‘Estudio de la implantación industrial del sector farmacéutico en España’ de FarmaIndustria.
ALTA DEPENDENCIA EXTERNA
La alta dependencia de otros mercados en el extranjero en el suministro de las materias primeras es uno de los elementos que implica un enorme reto para las industrias de este ramo, además de la complejidad de sus largas cadenas de suministro en las que intervienen proveedores de regiones muy alejadas, sobre todo de los mercados asiáticos.
Se estima que el 60% de los API empleados por las plantas de fabricación tienen su origen en Europa, y casi un 30% tiene su origen en India y China«, indica FarmaIndustria.
Pero los propios API producidos en Europa que utilizan las fábricas locales tienen un grado todavía mayor de dependencia de los suministros de starting materials de los productores asiáticos, lo que «hace que la dependencia de la industria farmacéutica de los productores asiáticos sea mayoritaria«, señala el reporte.
Por ello, FarmaIndustria invitó a las empresas del sector a explorar «las posibilidades de utilización de la capacidad instalada para relocalizar la producción de intermedios, principios activos y productos terminados y así resolver los problemas de dependencia externa que actualmente se presentan.
LAS INVERSIONES CON RETRASOS
Y el impacto va más allá: las farmacéuticas están sufriendo «retrasos importantes» en sus proyectos de inversión por la falta de suministros de materiales de construcción y de componentes para la fabricación de sus equipos de producción.
Para rematar, toda esta situación está incidiendo en un considerable aumento de los costes. La crisis generada por la pandemia, seguida de los problemas globales de suministros «están suponiendo un aumento de los costes de producción de más del 10% y pérdida de rentabilidad de algunos productos», advirtió FarmaIndustria.
«La previsión es que las inversiones de las farmacéuticas se sitúen el próximo año en unos 1.230 millones de euros, con un crecimiento interanual casi cero».
Aun con todo este panorama, FarmaIndustria estima que las inversiones de este sector cierren este año en 1.226 millones de euros, un monto que representa un incremento interanual de 34.5%. Pero, de cara a 2023, el pronóstico no es tan prometedor: la previsión es que las inversiones de las farmacéuticas se sitúen el próximo año en unos 1.230 millones de euros, con un crecimiento interanual de casi cero.
UNA FACTURACIÓN EN ASCENSO
En el reporte FarmaIndustria detalla que existen 173 plantas de producción a nivel nacional, de las cuales 57 instalaciones se dedican a la producción de principios activos químicos o biológicos, mientras que las otras 116 son plantas de producción de productos farmacéuticos de uso humano o animal.
Entre todas esas industrias, el empleo directo que genera el sector farmacéutico asciende a 36.000 trabajadores para este año.
«El grueso del sector farmacéutico español -un 46%- está ubicado en Cataluña, mientras que el 23% de las plantas están en la Comunidad de Madrid».
El grueso del sector farmacéutico español -un 46%- está ubicado en Cataluña, mientras que el 23% de las plantas están en la Comunidad de Madrid. El 31% restante se reparte en 11 comunidades autónomas.
La industria farmacéutica espera registrar un aumento de la facturación de un 9% en 2022 respecto al año anterior, y un crecimiento del 5% en el número de empleados de sus plantas, «por lo que puede concluirse que el sector no solo está creciendo, sino que su productividad va en línea ascendente», concluye el ‘Estudio de la implantación industrial del sector farmacéutico en España’ presentado por FarmaIndustria.