Las huelgas de trabajadores como consecuencia de los contratos públicos a la baja de Aena, la criticada salida a Bolsa o los curiosos teje manejes de una empresa, aún pública, hacen necesario que el ente estimule su cuenta de resultados para seguir ganándose el apoyo de inversores de todo el mundo. Pero, ¿cuál es el plan que Fomento ha estado gestando durante los últimos años para hacer rentable Aena?
Hay que remontarse a 2014, año en el que se fundó Enaire y Aena pasó a ser su filial. Aquí arrancó un proceso de privatización a través del cual el Estado pasó a tener el 51% del gestor, mientras que se desprendió de un 49%. Dicho proceso llegó a su momento más importante en febrero de 2015 con la salida a Bolsa. Y en el aire queda la culminación de este proceso: ¿privatización total o solo hacer frente a la competencia mundial?
Así, tras su estreno en el Ibex35 se empieza a tejer una tela de araña desde el Ministerio de Fomento para hacer rentable y golosa a Aena. La salida de José Manuel Vargas y la llegada en otoño de Jaime García-Legaz a su presidencia no es casual. Se trata de una figura política que ha llegado para darle al capital privado ciertas ganancias.
La primera de ellas pasa por internacionalizar al gestor, algo que el propio Gobierno llevaba años frenando. América Latina, Reino Unido y EEUU son los objetivos de Aena, según el Plan de Internacionalización del Transporte y las Infraestructuras 2018-2020 de Fomento. Y aquí necesitará de fondos de inversión o socios locales para poder entrar.
Pero mientras buscan la manera de consolidar su presencia en otros mercados, Aena llevará a cabo un importante plan urbanístico para conseguir ingresos. El gestor comercializar más de 2.000 hectáreas de terrenos en torno a los principales aeropuertos del país. Edificables o no, el sindicato CSIF Aena considera que no llegará a venderlos, sino a ceder los terrenos o dar concesiones durante determinados años. Así, se guarda en la manga la baza de recuperarlos.
Y como carta de presentación para los inversores, los últimos datos del gestor. El beneficio neto entre enero y septiembre de 2017 alcanzó los 965,5 millones de euros, un 2,2% más. Y en ese mismo periodo, la cifra de pasajeros transportados fue de 193,4 millones de viajeros, un 8,3% más que en 2016.
Contratos públicos a la baja
Si por un lado la estrategia es conseguir ingresos, por otro acometer recortes es vital. Y aquí, los contratos públicos a la baja, son un ejemplo de ello. Hasta un 50% se ha llegado a ahorrar a la hora de licitar. En concreto, entre 2012 y 2017 Aena ha adjudicado un total de 1.153 obras, suministros, asistencias o servicios con más del 30% de disminución del coste, 631 con más del 40% y 304 con más del 50%.
Una situación que denunció Fernando Navarro, portavoz de Fomento del grupo parlamentario Ciudadanos. Navarro denuncia que estas reducciones del coste perjudican la calidad de los servicios prestados a los pasajeros. Y el resultado de estas políticas se tradujo en las huelgas de los trabajadores de limpieza en el aeródromo de Ibiza. O este verano con los paros de los vigilantes de seguridad en El Prat.
De hecho, Aena acaba de sacar a concurso los servicios de seguridad para el conjunto de aeropuertos de su red por un importe total de 370,3 millones de euros, de los que más de 359 millones corresponden a 27 aeropuertos con mayor tráfico de pasajeros y cerca de 11 millones a los 20 aeropuertos con menos de 400.000 viajeros. En 2018 veremos si el precio ha caído más o si el contrato ha quedado desierto.
En otros casos, los concursos quedan desiertos. Entre 2012 y 2017, el número de expedientes de más de 300.000 euros que quedaron desiertos fue de 240. Y el de los que fueron anulados alcanzó los 948. Esta y la conflictividad laboral son situaciones que, a largo plazo, salen muy caro para el gestor.
Y en el apartado de recortes, desde el sindicato CSIF creen que Aena está gestando otro plan que engloba a los aeropuertos deficitarios de España. El Gobierno de Murcia otorgó en diciembre la gestión y explotación del aeropuerto de Corverá durante los próximos 25 años a cambio de cerrar San Javier.
“Hay 18 aeropuertos deficitarios que no aportan dinero al capital privado”, indican desde el colectivo sindical. Motivo por el cual, piensan que Aena creará una filial externa para “ir desarmando al resto de aeropuertos”. Dicha filial podría ser la sociedad que Aena creará para gestionar el aeródromo murciano. El pasado Consejo de Ministros ya fue aprobado.
Aena y su buen paso en Bolsa
En febrero de 2015, el Gobierno lanzó una Oferta Pública de Venta (OPV) para privatizar el 49% de Aena. Esta salió al mercado con un precio de 58 euros. Casi tres años después, la empresa ronda los 170 euros por acción. Y llegó a alcanzar este año máximos de 184,9 euros. De esta forma, y según analistas del bróker online XTB, es un valor seguro de cara al inversor.
Aunque no todos están de acuerdo. “La privatización del 49% supuso una recaudación para el Estado de 4.263 millones. Si entonces el valor de las acciones estaba 58 euros, ahora el precio del título se sitúa en más de 160 euros, lo que supondría una capitalización de 24.600 millones. Es decir, la Hacienda Pública ha perdido 7.791 millones”, denuncian desde el sindicato CSIF Aena.
En definitiva, Aena se pone sus mejores galas para demostrar que es una empresa rentable. Lo tiene todo preparado: plan de internacionalización, venta de suelo y ahorro en contratos públicos. Además, los últimos resultados avalan su buena marcha. Pero las huelgas y los conflictos laborales pueden desenmarañar la tela de araña tejida en torno a una eficiencia conseguida a toda costa. El año 2018 será clave para la empresa en este sentido.