Desde que saltara a la fama hace unos meses, a pesar de llevar ya tiempo existiendo, el Satisfyer se ha convertido en toda una revolución. Sexual, sobre todo, pero también en muchos otros aspectos. Un ejemplo de ello es el feminismo. Y es que ahora entendemos mucho mejor el placer femenino.
El placer de las mujeres es algo que, a lo largo de la historia, se ha venido escondiendo o se le ha restado importancia. Muchos son los artículos y consejos que hay sobre la masturbación masculina. Es algo que está en el pensamiento de todos y nadie lo critica ni lo juzga. En el caso de las mujeres, la cosa cambia.
Por ello, que un producto como este haya cogido tal fama en tan poco tiempo, demuestra un gran cambio de mentalidad en las mujeres de hoy en día. Descubre los mitos del placer femenino que el Satisfyer ha conseguido derribar.
Satisfyer: adiós al tabú de la masturbación femenina

La masturbación femenina nunca ha estado en boca de nadie. Al contrario que en el caso de los hombres, las mujeres parece que nunca se han masturbado. Y es que, en la gran mayoría de los casos, lo cierto es que nunca lo han hecho. Porque siempre ha sido un tema tabú. Porque eso no era digno de las señoras educadas.
Gracias a los nuevos tiempos, la nueva mentalidad y, cómo no, el auge del feminismo unido a esta revolución sexual que vivimos en nuestra época, la cosa ha cambiado de forma radical. El Satisfyer ha sido solo un elemento que ha dado visibilidad a esta realidad que viven muchas mujeres.
Su base ha sido derribar el mito de la masturbación. Sí, se puede usar en pareja. Sin embargo, lo más probable es que sea en solitario. Y es que las mujeres han descubierto un mundo nuevo. O, al menos, han comprobado que ahora es más fácil que nunca hablar de ello y compartir intereses con otras mujeres. La liberación ha supuesto un antes y un después en su historia sexual.
El problema del orgasmo en las mujeres

En muchas ocasiones, cuando una mujer no llegaba al orgasmo se le echaba la culpa a ella. Por muy lejano que esto nos pueda parecer ahora, lo cierto es que no lo es tanto. Sin embargo, el problema no era otro que estábamos incidiendo en el lugar equivocado.
Al igual que el pene es el órgano sexual por excelencia en los hombres, las mujeres obtienen mucho más placer a través del clítoris. Este aparato sexual, lejos de asemejarse al órgano masculino, está tan solo pensado por y para ellas.
El succionador, cuyas bondades ya las han probado millones de personas en el mundo, ha conseguido que todas ellas se vuelvan a sentir a gusto con su cuerpo y que se encuentren cómodas al hablar de su propio placer. Esto, antes, era una cosa prácticamente impensable.
El clítoris como gran protagonista

El órgano sexual por excelencia de las mujeres es el clítoris. Y es en este donde el succionador centra su funcionalidad. Muchas mujeres obtienen placer a través de la vagina, pero la mayoría parece tener que estimularse este órgano para poder llegar al orgasmo.
Este es otro de esos mitos que el Satisfyer ha conseguido derribar. No pasa nada por tener que estimular el clítoris para alcanzar el clímax. Lo importante es saber comunicarse y compartir con nuestra pareja (o hacerlo en solitario) qué es lo que de verdad gusta.
La clave aquí, como decimos, está en la comunicación. Una comunicación mucho más sencilla gracias a que ahora sabemos que son millones las mujeres que piensan del mismo modo. Esto ha hecho que esas otras, antes calladas, se atrevan a alzar la voz luchando por su placer.
Salud y felicidad, las bondades del Satisfyer

El sexo es salud y también felicidad. Al menos, siempre que este esté realizado de buena manera. Es decir, si disfrutamos practicándolo. Por ello, el Satisfyer no solo ha roto varios mitos relacionados con la sexualidad femenina, sino que también se ha convertido en el complemento perfecto. Esto ocurre tanto en solitario como en pareja, pues cada vez son más quienes lo incluyen durante el sexo.
Gracias a este aparato, son millones las mujeres que han vuelto a reconectar con su cuerpo. Han aprendido a entenderse. Ahora se escuchan y, sobre todo, ahora saben lo que quieren y cómo expresarlo. Esta gran revolución no ha pasado desapercibida tampoco para el género masculino. Aunque al principio había varios reticentes a probarlo, lo cierto es que cada vez son más las parejas que lo incluyen en su alcoba.
Una relación sana se basa en conocer a nuestra pareja y saber otorgarle el placer que se merece. No hay que sentirse peor, como ha pasado en ocasiones, por hacer uso de un aparato externo con el objetivo de que la mujer llegue mejor y de forma más placentera al orgasmo. Justo lo contrario. Las parejas sanas, felices y compenetradas no han tardado en ponerlo en práctica. Esto no es solo cosa de masturbación femenina en solitario, también es algo para descubrir y practicar juntos.