El puente del Pilar es uno de los más esperados porque está plantado en el calendario en el mejor momento. Aún arrastramos la nostalgia del verano que acabamos de dejar atrás y nos estamos preparando para el frío y las noches largas del invierno, así que nos sienta de maravilla esta pausa en lo mejor del otoño para tomar aire y prepararnos para lo que queda de año. La naturaleza es todo un espectáculo en estas fechas, así que lo más recomendable es dirigir nuestros planes turísticos al mundo más rural. Si necesitas ideas aquí te dejamos una selección de los pueblos más bonitos para visitar en este próximo puente.
ALBARRACÍN
Alabarracín es un pueblo de la provincia de Teruel que tiene un gran encanto. Es un verdadero monumento y uno de los lugares que merece la pena visitar al menos una vez. Un paseo por sus calles es un viaje al pasado gracias a su muralla, sus casas de paredes rojizas y su trazado sinuoso de callejones y pasadizos laberínticos, con rincones de esos que necesitamos fotografiar. En este laberinto de calles, se pueden encontrar valiosos tesoros, como la catedral, las iglesias de Santa María y Santiago y su destacable Plaza Mayor. Y por supuesto, la naturaleza del entorno es otro regalo para los ojos. En las Frías de Albarracín nace el río Tajo y desde allí se pueden contemplar impresionantes paisajes.

ALQUÉZAR
En uno de los rincones más bellos de Huesca, se encuentra el pueblo de Alquézar, en un entorno natural único y privilegiado, en pleno Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara. Se trata también de una pequeña localidad de callejuelas empinadas estrechas y empedradas, que apetece recorrer tranquilamente. En nuestro camino nos encontraremos su precioso castillo y la colegiata de Santa María que son sus monumentos más representativos y mejore conservados. Además, Alquézar es el punto de salida para la famosa ruta de las Pasarelas del Vero, que nos conduce por los impresionantes paisajes que la erosión del río Vero ha ido dejando a su paso a lo largo de kilómetros de cañones.

PUEBLOS BONITOS: LA ALBERCA
Uno de los pueblos más bonitos de España (y no demasiado conocido), es la Alberca, en la provincia de Salamanca. El acceso es escarpado y para llegar al pueblo hay que subir hasta la zona de la Peña de Francia. El principal encanto de La Alberca se encuentra en la arquitectura de sus viviendas, típicas de muchos pueblos de la sierra. Están construidas en piedra y se sostienen sobre estructuras de madera, material con el que también se han construido los balcones, tan característicos y siempre llenos de flores coloridas. Desde el pueblo posemos iniciar una fantástica ruta por el parque natural de Las Batuecas-Sierra de Francia y de paso disfrutar de los sabrosos platos de la gastronomía serrana.

CASARES
Si queremos viajar hacia el sur durante este puente de El Pilar podemos dirigirnos a este pequeño pueblo malagueño con todo el encanto andaluz y un regalo para los sentidos. Podemos pasear por sus calles y sentir los aromas de las casas a comida recién hecha, a ropa recién tendida, a flores frescas y pino. Sus casas pulcramente blancas son un espectáculo visual y es todo un placer recorrer sus calles para descubrir tranquilas plazuelas, pozos antiguos y rincones de cuento. Y para poner la guinda del pastel, no dejaremos de admirar la puesta de sol desde el castillo.

PUEBLOS BONITOS: GUADALUPE
Extremadura ofrece una mezcla de naturaleza, gastronomía, historia y cultura que la convierten en una región ideal para el turismo rural, así que es difícil elegir un pueblo que visitar. Pero no podemos dejar de mencionar el pequeño pueblo de Guadalupe ubicado en la provincia de Cáceres. Este lugar acoge al Real Monasterio de Santa María de Guadalupe que se construyó entre los siglos XIII y XVIII y ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Esta sola visita merece la pena, pero además podemos darnos un paseo por sus calles y entrar en alguno de sus restaurantes a disfrutar de la gastronomía local.

AINSA
Si hiciésemos una selección de pueblos bonitos y medievales maravillosos, Aínsa estaría en uno de los primeros puestos. Se encuentra en Huesca, entre los ríos Cinca y Ara, y nos recibe con un impresionante castillo-fortaleza que nos abre camino hacia la villa. Una vez dentro del pueblo, hay que visitar su increíble Plaza Mayor, de la que parten distintas calles empedradas, cada una de las cuales nos llevan a distintos monumentos, joyas arquitectónicas y miradores. Es un punto de parada ideal para los viajeros que están visitando el pirineo aragonés.
