En España, el impuesto más conocido a todos los efectos es el IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido). Este es un impuesto que recae sobre el consumidor final, por lo que tanto PYMES como profesionales autónomos deben tenerlo muy presente en sus facturas y también declararlo.
Tanto autónomos como PYMES tan solo actúan como una especie de intermediarios entre Hacienda y el cliente. Por ello, deben pagar a esta la diferencia entre el IVA que hayan cobrado a sus clientes y el que hayan soportado por sus compras a los proveedores.
¿Qué está sujeto a este conocido impuesto? Las prestaciones de servicios, la adquisición de bienes, entregas e importaciones y las adquisiciones intracomunitarias.
Así se tiene que declarar el IVA
Todos aquellos autónomos que realicen tanto actividades empresariales como profesionales deberán declarar este Impuesto sobre el Valor Añadido de los bienes y servicios.
El IVA es un impuesto que se declara de forma trimestral. De esta forma los autónomos se ponen al día con sus obligaciones tributarias.
El modelo 303 del IVA
El modelo 303 del IVA es la autoliquidación del pago fraccionado. Este importe corresponde a la diferencia entre el repercutido y el soportado. Es decir entre el que paga el cliente y el que paga el profesional a sus proveedores.
¿Quién está obligado a presentarlo?
Todo aquel autónomo profesional o empresario está obligado a presentar el modelo del IVA siempre y que realice una actividad sujeta a este impuesto. Sin embargo, debes conocer bien qué actividades entran ya que hay algunas exentas de tributar. Esto ocurre, por ejemplo, en el caso de la formación o algunos servicios sanitarios.
Cuándo se presenta este modelo
Este modelo, como norma general, se presenta del 1 al 20 de los meses abril, julio, octubre, y en enero del 1 al 30.
Las grandes empresas, sin embargo, lo presentan mensualmente. También hacen esto aquellas que se acogen al Régimen Especial de Devolución Mensual.
Cómo presentarlo
El modelo se puede presentar de forma presencial en las diferentes delegaciones de Hacienda y en entidades bancarias, si el autónomo es una persona física. Además de poder presentarse también a través de vía telemática.
Para las empresas, la vía telemática es la única forma posible de presentación.
¿Qué necesitas para hacerlo?
Para realizar de forma correcta el modelo 303 del IVA hay que saber diferenciar entre el repercutido y el soportado. El repercutido son los gastos y el soportado serán los ingresos. El resultado de la diferencia entre uno y otro será lo que debamos declarar a Hacienda.
Estas son las pautas generales a tener en cuenta:
- Separar la base imponible del tipo impositivo. Es decir 4%, 10% o 21%.
- Identificar la procedencia tanto del IVA soportado como del repercutido.
- Diferenciar siempre entre bienes de inversión y gastos corrientes, pues no cuentan con el mismo tratamiento.
No dudes en contar con expertos
Si eres un profesional autónomo nuevo y no tienes demasiada idea de cómo puede funcionar esto de la contabilidad, lo mejor es que no lo hagas tú mismo. Hoy en día, puedes contar con un sinfín de asesorías y gestorías profesionales donde te explicarán cada detalle y se encargarán de todo por ti.
De esta forma, tú tan solo tienes que centrarte en tu trabajo y dejar los número para quienes de verdad sí los entiende. Muchas personas no se dan de alta ya que le temen al hacer números. Por ello, no dejes que este pequeño obstáculo sea más fuerte que tu pasión.
Aunque al principio puede parecer un poco lioso, lo cierto es que teniéndolo todo bien recogido, apuntado y guardado, no tiene por qué haber ningún problema cada trimestre. Esto es importante, guarda las facturas así como todas las cantidades y procedencias del IVA y facilita a tu asesor toda la información para poder rellenar el modelo.