La deep web y la dark web es un lugar poco conocido para muchos de los navegantes de Internet. Además, la web oscura es un lugar especialmente hostil, donde la delincuencia acampa a sus anchas. Allí se puede encontrar de todo, desde servicios ilegales, hasta mercados de productos piratas o prohibidos, contenido que podría horrorizar a cualquiera, etc.
Entre los productos que se mercadean también se encuentran datos robados en ciberataques a empresas, servidores con grandes bases de datos, usuarios particulares, etc. Una información que cotiza bastante bien y que se puede usar para todo tipo de fechorías…
Dark Web: el negocio de los datos personales
¿Qué es la dark web?
El Internet conocido solo representa un 4% de la red, pese al descomunal tamaño que representa. Y es el que corresponde con todas esas páginas webs conocidas, como la de Merca2, Wikipedia, Google, etc. Es decir, todo ese contenido indexado por los buscadores y que está a la vista de todos.
Luego hay otra capa más profunda y de un tamaño infinitamente superior al Internet conocido. Capas más seguras que son usadas por ciertos servicios que necesitan de mayor seguridad y a la que no puede acceder cualquiera, pese a representar el 90% de la red. Me refiero al deep web, donde podrían englobarse algunos servicios de pagos, sesiones privadas, bases de datos de empresas, foros privados, etc.
Por otro lado, existe un Internet mucho más oscuro y hostil que representa un 6%. Y es el llamado dark web, y en el que se puede acceder mediante la conocida Tor. En él suele haber gran cantidad de servicios y páginas fraudulentas (mercado de armas, pornografía infantil, sicarios, sustancias prohibidas, venta de datos gubernamentales, cibercrimen, etc.), y donde es sencillo meterse en problemas.
Es decir, si lo asemejamos a una ciudad, la dark web sería como introducirse en algunos barrios o zonas conflictivas. Por tanto, deberías evitarlo.
El mercadeo de datos en la dark web

No es de extrañar que las grandes corporaciones accedan a los datos de sus usuarios para venderlos a terceros o procesarlos por Big Data y obtener interesantes conclusiones de ellos. Los datos son el oro del siglo XXI, y por eso algunas empresas pagan millones y millones por adquirir a otras plataformas como las redes sociales etc.
Actualmente existen muchas formas de obtener datos de forma masiva, como los que se dejan en las apps de teléfonos móviles, los algoritmos de IA que se alimentan con fotografías, los robots aspiradores que mapean incluso el interior de las viviendas, la ubicación de los dispositivos que determina dónde está cada usuario en cada momento, etc.
Además de eso, los ciberataques pueden obtener estos datos por parte de cibercriminales que terminarán vendiéndolos al mejor postor en la dark web. Y los precios son realmente sorprendentes:
- Datos de tarjetas de crédito: 5-8€
- Carnets de conducir escaneados: 5-20€
- Pasaportes escaneados: 5-12€
- Servicios de suscripción o datos de sesiones: 0.5 a 6.5€
- Otros datos identificadores (teléfonos, nombres y apellidos, SSN, DOB, emails,…): 0.5 a 8€
- Selfies con documentos (pasaporte, carnet de conducir, documentos fiscales,…): 32-50€.
- Historiales médicos: 1-25€.
- Cuentas bancarias: 1-10% del valor que contengan.
- Cuenta de PayPal: 40-400€.
¿Qué pueden hacer con esos datos?
Pueden hacer multitud de fechorías. Desde usar los datos para estafarte a ti mismo o algún familiar, hasta obtener otros datos relevantes que puedan servirles de más ayuda, pasando por delitos realmente graves.
Por ejemplo, con documentos de identidad o pasaportes se podrían falsificar los datos para crear documentos falsificados y que algún criminal se pueda hacer pasar por ti en cualquier parte del mundo. Esto también es aplicable al número de teléfono, que se suele ir compartiendo a la ligera, y que es potencialmente peligroso.
Con los datos médicos se podrá conocer todas las patologías de una persona, y usarse incluso para realizar atentados contra él. Por ejemplo, hackear el marcapasos o la bomba de insulina y hacer que muera de forma remota.
Y, con los relacionados con pagos (sesiones de servicios de pagos, banca online, etc.), podrían robarte mucho dinero y dejar tu cuenta de banco a cero o en números rojos. Por eso se cotizan muy bien en la dark web.
En definitiva, no se debería tratar a los datos como algo banal y sin importancia, ya que existen multitud de problemas derivados de una mala gestión de los mismos.
¿Cómo protegerse?
En ocasiones, los datos terminan en manos inadecuadas sin que tú seas el culpable directo. Por ejemplo, empresas como Facebook, y otras compañías, comparten estos datos con terceros.
Luego están esos otros casos donde el usuario también carece de culpa directa, ya que deja sus datos en una plataforma aparentemente segura, como puede ser de banca online, una tienda fiable, bases de datos médicas, etc., y son los cibercriminales los que aprovechan algunas brechas de seguridad para atacar a estos servidores y robar dichos datos. Cuando esto sucede, se suelen filtrar a la dark web ingentes cantidades de datos de miles o millones de usuarios de todo el mundo.
Pero, independientemente de eso, puedes tener cierta influencia para que dichos datos no terminen en la dark web. Algunos consejos son:
- Usar contraseñas seguras y diferentes para cada una de las sesiones.
- No aportar datos personales en cualquier servicio o usar datos falsos siempre que sea posible.
- Limitar el uso de plataformas de redes sociales.
- No hacer casos de SMS, emails, o llamadas telefónicas sospechosas que se hacen pasar por Hacienda, Correos, Endesa, etc., para pedir pagos o datos.
- No dejes en dispositivos conectados datos como documentos escaneados, datos fiscales, fotografías personales, etc. Mejor almacenarlos en dispositivos extraíbles sin conexión.
- Y siempre que seas víctima, denuncia: INCIBE, Guardia Civil, Policía,…