Aunque la protección social de las autónomas que deciden ser madres ha mejorado en los últimos años, todavía queda mucho camino por recorrer en lo que a conciliación se refiere. De hecho, tanto las madres como los padres autónomos vienen exigiendo desde hace ya algún tiempo que desde el Gobierno se adopten medidas que les faciliten el cuidado de sus hijos.
Si la conciliación entre la vida privada y la profesional siempre es complicada, se vuelve mucho más difícil cuando se trata de alguien que está al frente de su propio negocio. Porque posiblemente no cuente con la ayuda de nadie que pueda hacerse cargo de sus responsabilidades profesionales durante el tiempo en que no está atendiendo su proyecto.
Una situación complicada para las autónomas

La baja de maternidad y la de paternidad están disponibles para los autónomos en las mismas condiciones que para los trabajadores asalariados, pero la situación de las autónomas que van a ser madres es más compleja de la que enfrenta una trabajadora por cuenta ajena.
Si una profesional dada de alta en el RETA tiene que coger la baja durante el embarazo, y luego encadena este período sin trabajar con la baja con maternidad, al final se encuentra con que está muchos meses sin generar ingresos y sin atender a sus clientes, lo que puede llevarle a tener que cerrar el negocio.
Una asignatura pendiente

Las mujeres que trabajan por cuenta propia están protegidas cuando se convierten en madres, pero no cuenta con tanta protección durante los meses de gestación, y es en este sentido en el que demandan una mejor regulación que les ayude en la contratación.
Lo que quieren las autónomas es que las ayudas no empiecen en el momento de dar a luz sino que se pongan en marcha unos meses antes. Esto permitiría a las futuras madres poder contratar a alguien que se encargue de gestionar su negocio cuando ellas tengan que centrarse en el cuidado de su familia.
Hay que preparar al sustituto

Que las autónomas pidan que las ayudas les lleguen antes no es por mero capricho. Una profesional que va a ser madre va a estar varios meses apartada de su negocio. Si quiere poder seguir trabajando una vez finalizada su baja de maternidad, tiene que contratar a alguien que se haga cargo del negocio mientras ella no está.
Si las ayudas no llegan hasta que nace el bebé, la autónoma se ve “obligada” a dejar su negocio en manos de alguien a quien no ha podido formar adecuadamente. Sin embargo, si las ayudas llegaran antes, las profesionales podrían contratar a alguien unos meses antes de dar a luz y asegurarse así de que dejan su proyecto en buenas manos. Esto les permitiría tomarse su baja de maternidad con mucha más tranquilidad.
Las autónomas sufren mayor presión social

Si siempre es complicado sacar un negocio adelante, lo es todavía más cuando la profesional tiene que dedicar tiempo al cuidado de un bebé. Si no cuenta con ayudas es más que posible que se encuentre con que no puede con todo.
Esto es lo que explica que una buena parte de las trabajadoras por cuenta propia que son madres acaben cerrando su negocio, aunque este sea rentable. Y lo hacen sencillamente porque no encuentran la manera de seguir adelante con él al no poder compatibilizar todas las horas que tienen que trabajar con el cuidado de sus hijos.
Desde los colectivos autónomos destacan que esto supone una pérdida de oportunidades para las mujeres y las coloca en una situación de desigualdad social. Hay más presión social sobre las mujeres a la hora de conciliar que sobre los hombres. Si estas no encuentran tiempo para su familia, al final suelen acabar tomando la decisión de dejar de lado su negocio.
Andalucía ha sido pionera

El crecimiento del número de autónomos en Andalucía está siendo mayor que en el resto de España, y esto se debe en gran medida a las facilidades y ayudas que se encuentran quienes desean poner su negocio en marcha allí.
La Comunidad Autónoma andaluza se ha convertido en pionera en medidas de conciliación dirigidas de forma exclusiva a los autónomos. Recientemente se han creado incentivos para la contratación de desempleados que facilitarán a las autónomas dejar a alguien al frente de su negocio tanto durante su baja de maternidad como en caso de que exista riesgo durante el embarazo. Además, las ayudas también están disponibles para quienes tengan hijos menores de tres años.
Castilla La Mancha se ha sumado a esta iniciativas y este año también ha puesto en marcha un programa para favorecer la conciliación familiar de los autónomos. El objetivo es facilitar la sustitución en los negocios cuando el profesional que está al frente tenga que cuidar a hijos o familiares.
Dada la buena acogida que están teniendo este tipo de ayudas dentro del colectivo autónomo, no sería extraño que en los próximos meses otras Comunidades Autónomas vayan adoptando medidas similares.