El ‘espíritu Fainé’ entra en juego en el ERE de CaixaBank

El día 29 junio, a priori, es el último de la mesa de negociación del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) previsto en CaixaBank y, en este momento, no hay visos de que se vaya a alcanzar un acuerdo. En este contexto, emerge de nuevo la figura del presidente de la Fundación Bancaria La Caixa, Isidro Fainé.

Era cuestión de tiempo y no por sabido pierde importancia: los sindicatos recurren a Fainé, referente moral indiscutible en La Caixa, para que actué como el pegamento aglutinador que logra unir lo que parece imposible. Por eso, le han enviado una carta en la que le piden que tome cartas en el asunto para conservar CaixaBank. 

PACTO NECESARIO

Los sindicatos y el banco coinciden en que el acuerdo es necesario y ambos saben que sin pacto, la paz social en el banco se terminará y que la imagen del banco se resentirá. “Señor Fainé es usted nuestra última esperanza”, llegan a decir las centrales en la carta enviada a Isidro Fainé. En la misiva, en la que se dirigen a Fainé de modo nomina, hacen un reconocimiento de la figura de Fainé, que “siempre ha estado ahí y lo sentimos como parte importante de esta empresa”.

El hecho de que la carta no vaya encabezada con la clásica presentación “presidente” sino que solo hayan colocado nombre y apellido es indicativo del respeto que merece a los sindicatos Fainé como persona. El componente ético de Fainé que pone a la persona por encima de todo, el respeto y reconocimiento de la figura del empleado que siempre ha hecho el que fuera presidente de CaixaBank.

PENDIENTES DE LA RESPUESTA

Ahora está por ver qué hará Fainé. Primero, ver si responderá o no a la carta de los sindicatos. Segundo, ver si Fainé entrará en el fondo de la cuestión o se limitará a dar las gracias por las palabras de los sindicatos y nada más.

Salvo sorpresa, la Fundación Bancaria La Caixa no va a entrar a valorar ninguna circunstancia relativa al ERE bajo el argumento de que es un tema del banco.

Ahora bien, no se le escapa a nadie que cuando las palabras provienen de Fainé tiene repercusión.  Por ello, la planta noble de CaixaBank y la de los sindicatos, escudriñarán cada frase que pronuncie o escriba el presidente de Criteria en relación con aquello que tenga que ver con los trabajadores. 

FRANCESC MORAGAS

Fainé suele citar una frase muy aplicable a la situación actual, a esta negociación y a otras similares. Se trata de una frase que a buen seguro que la empresa y los sindicatos van a tener en cuenta de cara a llegar a un acuerdo: “El trabajo en la cabeza. Las Personas en el corazón”. Es una frase original del fundador de La Caixa, Francesc Moragas, que puede tener muchas interpretaciones. Llevada al ámbito de la negociación, estas palabras implican negociar teniendo en cuenta los puntos de vista de las partes y tener en cuenta el beneficio común. En definitiva, empatía para alcanzar un bien común.

En este sentido, el banco defiende que el ajuste es necesario para la supervivencia del banco y los sindicatos consideran que la empresa se encuentra en una situación actual para seguir en pie, en referencia a la negociación en marcha.    

En este punto, llama la atención que en la búsqueda de un acuerdo los sindicatos se hayan dirigido a Fainé, pero que no hayan escrito de nuevo al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, que es el segundo accionista del banco y que representa al Estado en el consejo de administración de CaixaBank.  

PUNTOS DE BLOQUEO

Hay una cuestión fundamental para el pacto que aún no se ha desbloqueado: la voluntariedad a la hora de apuntarse al ERE. Las centrales quieren que el banco se comprometa por escrito de modo textual a que no habrá despidos forzosos si mediante bajas voluntarias no se alcanza el número de bajas previsto por la entidad.

En lo que sí coinciden las fuentes sindicales y del banco consultadas por MERCA2 es en que se puede alcanzar una fórmula de consenso al respecto.

Otro punto en el que están de acuerdo las fuentes de CaixaBank y de las centrales sindicales consultadas es que la negociación se terminará el próximo 29 de junio. De este modo, no contemplan que haya una nueva prórroga si no hay acuerdo.

Esta circunstancia mete presión a las dos partes en liza: CaixaBank sabe que si no firma un acuerdo la paz social se acaba y el banco verá como queda afectada su imagen, lo cual se puede extender a la Fundación Bancaria La Caixa, que tiene una reputación enorme en el seno de la sociedad por la Obra Social.

Por su parte, los sindicatos tienen presión porque si no hay acuerdo, el banco puede aplicar el ERE  acogiéndose a lo que marca la ley de modo literal: 20 días por año con un máximo de doce mensualidades. Si bien, en este caso, es casi seguro que los representantes de los trabajadores acudirían a los tribunales con ánimo de impugnar el ERE.

PRESIÓN GUBERNAMENTAL

La tercera pata del ERE es el Gobierno. Recientemente, la ministra de Economía, Nadia Calviño, y la titular de Trabajo, Yolanda Díaz, acudieron a las jornadas del Cercle d´Economía de Barcelona. Allí estuvo lo más granado del mundo económico catalán, pero según ha sabido MERCA2 por boca de fuentes financieras, no hubo contacto por parte de directivos del banco con ninguna de las dos ministras. Tampoco se produjo ningún contacto en el marco de la presencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en Barcelona con motivo del discuro de Sánchez en el Liceu.

No obstante, más allá de los contactos, el Gobierno ha vuelto a meter presión a CaixaBank para que se reduzcan las bajas y estas sean voluntarias. Ahora bien, la presión, mediante la palabra, es más suave que la llevada cabo semanas atrás.  Así quedó de manifestó en la inauguración de los cursos de verano organizados por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander.

En esta cita, Calviño resaltó la disminución de bajas del ERE en CaixaBank en relación con las cifras iniciales.  “Esa es la línea de diálogo y negociación correcta para abordar estos procesos que siempre son lamentables y negativos“, dijo la titular de Economía.

En esta negociación el Ejecutivo (de coalición con Podemos) se juega mucho. En primer lugar su imagen como el “el Gobierno que más defiende a los trabajadores” se vería muy tocada si la negociación termina sin acuerdo. En este sentido, le sería muy complicado vender ante electorado natural, una negociación que no llegue a buen puerto.