Los datos de la empresa fabricante de trenes española, Talgo, se han mantenido positivos a pesar de la crisis económica del continente. Entre su experiencia, su imagen y la conexión con uno de los sistemas ferroviarios más antiguos y extensos del mundo, y que han sabido relacionarse con varios expertos del mundo ferroviario, que siguen apostando por sus trenes.
La junta general de accionistas de Talgo ha dado ‘luz verde’ al reparto de un dividendo flexible en julio y a un programa de recompra de acciones propias por un importe total conjunto de 12 millones de euros, un 20% más que el año pasado. De esta forma, la compañía dará continuación este año al programa de remuneración establecido en el ejercicio anterior, cuando se implementó por 10 millones de euros y daba igualmente a elegir entre acciones y efectivo.
En su discurso, el presidente de Talgo, Carlos Palacio, ha agradecido a los accionistas que el año pasado optaron por reforzar su posición en el capital, afirmando que su elección «implica una muestra de apoyo y confianza en el futuro de la empresa». El directivo ha confirmado que la empresa avanza con nuevos contratos en algunos de los mercados «más exigentes» como Alemania, Egipto y Dinamarca, incluyendo el mayor contrato de suministro de la historia de Talgo para la fabricación de 56 trenes ICE L adicionales en Alemania o la duplicación del alcance del contrato con DSB en Dinamarca.
La compañía está además analizando otros contratos como la potencial adquisición futura de hasta diez trenes Avril por la operadora francesa Le Train, así como en mercados como Arabia Saudí y Uzbekistán.
«En un entorno dominado por la volatilidad en el coste de las materias primas, las disrupciones en las cadenas de suministro globales y la inflación, la actividad de la compañía continuó dando muestras de flexibilidad y resiliencia, mientras se avanzaba además en iniciativas de innovación disruptivas como el consorcio SHYNE –la mayor iniciativa en España para impulsar el hidrógeno renovable, de la mano de Repsol– o la presentación de nuevas estructuras de tren aún más ligeras y fabricadas con materiales compuestos», ha constatado.
En cuanto a las previsiones, Palacio ha avanzado que este año se espera incrementar el volumen de ingresos y continuar recuperando márgenes, con un objetivo del 12% en el resultado bruto de explotación (Ebitda) en 2023.
Por su parte, el consejero delegado de Talgo, Gonzalo Urquijo, se ha referido a la creciente actividad industrial en 2023 y en los años siguientes y a la recuperación de la actividad de mantenimiento a niveles anteriores a la pandemia en todos los mercados, volviendo a situarse como una actividad «sólida y recurrente» en términos de contribución de ingresos, rentabilidad y generación de caja.
TALGO CRECE DE LA MANO DEL SISTEMA ESPAÑOL
La realidad es que la empresa ha sabido usar el empuje del sistema ferroviario Español para entrar cómodamente en varios mercados. El caso más reciente es un acuerdo para fabricar los trenes que Deutsche Bahn usará en el sistema alemán, es una buena noticia también para el país, pues estos trenes son fabricados en territorio español, y con empleados del país, por lo que ayuda a empujar la economía española en medio de una crisis.
Por tanto, ver que sus estrategias están dando buenos resultados es una buena noticia en varios niveles. Aunque por supuesto los primeros que tienen motivos para celebrar son los accionistas y trabajadores de la empresa ferroviaria que se pone en un lugar privilegiado para seguir creciendo en los próximos meses y años, una buena señal para un sector clave dentro de los próximos años para el transporte tanto en España como en el resto de Europa.
Será interesante ver si estos buenos resultados se mantienen a medida que la situación del tren se estabilice. Aunque de momento esos números son buenos para el sector, que sigue subiendo el número de pasajeros y sumando rutas, es de esperarse que haya un límite en el efecto que esto pueda tener en la constructora, aunque hoy desde Talgo tienen buenos motivos para brindar.
