El power walking, la última tendencia para estar en forma

Estar en forma, regular el peso y potenciar la musculatura. Estos son objetivos prioritarios para la mayor parte de personas entre los 18 y los 65 años. Sin embargo, en el mundo actual, con los ritmos de trabajo y las obligaciones personales, a veces cuesta encontrar el tiempo para ir al gimnasio y conseguir estos propósitos.

Debido a ello, surgen rutinas de entrenamiento alternativas que buscan obtener resultados positivos para la salud sin robar demasiado tiempo en el día a día de las personas. El último ejemplo de ello es el power walking, un ejercicio que se puede introducir de manera muy sencilla en el calendario semanal y que, sumado a una alimentación equilibrada, logra resultados muy satisfactorios.

¿Qué es el power walking?

El power walking podría definirse como la rutina de ejercicios apta para cualquier tipo de persona. No requiere de grandes inversiones de dinero ni de tiempo y se puede incluir en la rutina diaria de una manera sencilla.

Básicamente, esta tendencia deportiva consiste en caminar de manera rápida por un tiempo continuado. No se trata de dar un paseo, sino de exigirse todo lo posible en una caminata —sin llegar a correr o trotar—, sumando a los pasos unos movimientos enérgicos de las extremidades superiores y una respiración controlada.

El ejercicio se realiza en sesiones de 60 minutos y el objetivo es introducir una actividad de cardio, cambiando los ritmos, la intensidad, el nivel de elevación de la ruta, etc. ¿Qué se consigue con ello? Ganar en fondo y resistencia, fortalecer la musculatura del tren inferior y adquirir una mayor conciencia de la higiene postural.

Este sencillo plan de deporte se puede llevar a cabo entre 3 y 6 veces a la semana y es un ejercicio para glúteos absolutamente eficaz, ya que los resultados se pueden ver tras un par de meses de práctica tanto en la disminución en el peso como en la mejora de la capacidad cardiorrespiratoria.

Y todo ello sin necesidad de forzar la máquina; el power walking es apto para todo tipo de personas, incluso aquellas que no pueden practicar deportes de impacto, ya que no sobrecarga la musculatura ni las articulaciones.

La mejor combinación: una alimentación saludable

A la hora de perder peso y ponerse en forma, muchas personas piensan que es imprescindible pasar por el gimnasio. Sin embargo, esto no tiene por qué ser así: basta con tomar consciencia de nuestro propio cuerpo, mejorar la actividad física con una práctica tan sencilla como el power walking y modificar sensiblemente la alimentación.

Realizar desayunos saludables, eliminar fritos y grasas en las comidas y aumentar la ingesta de frutas y verduras es la clave para obtener resultados muy satisfactorios y en un plazo de tiempo corto.

Son muchas las personas que cada año deciden hacer un cambio físico y fracasan al exigirse acudir al gimnasio y seguir dietas muy estrictas. Comenzar con una combinación como el power walking y una dieta saludable, con productos de calidad, es un primer paso para quien no quiere desanimarse antes de ver resultados.