miércoles, 11 diciembre 2024

Soja, la proteína vegetal que aman los flexitarianos

La proteína vegetal está de moda en España, y mucha de la ‘culpa’ es de los flexitarianos. Con un consumidor cada vez más preocupado por la nutrición y el bienestar, especialmente tras la pandemia y el confinamiento, el consumo de proteína vegetal está viviendo un auténtico ‘boom’ en nuestro país. De hecho, según estudios recientes como el de Ainia Consumer, esta clara tendencia hacia la dieta flexitariana se refleja en un aumento del número de consumidores que se consideran omnívoros, pero que han comenzado a reducir el consumo de carne. Tanto es así que ya el 66% de consumidores combina a diario la ingesta de proteínas de origen vegetal con la de origen animal.

Solo entre 2019 y 2021 el número de consumidores que se consideraban veganos, vegetarianos o flexitarianos aumentó un 34%, hasta los 4,2 millones de personas en nuestro país.

Ante esta situación, los expertos en nutrición recomiendan mantener un equilibrio en el origen vegetal y animal de la proteína que ingerimos. Además, en España tenemos un activo fundamental con nuestra dieta mediterránea, que contempla un aporte equilibrado de proteínas.

UNA ALTERNATIVA PERFECTA

Pascual
Bebida de soja sin azúcar Vivesoy.

Esta clara tendencia hacia un mayor consumo de proteínas de origen vegetal y sus beneficios nutricionales está provocando un auténtico ‘boom’ de legumbres como la soja. Esto se debe no solo a su cantidad de proteína vegetal, sino también a su calidad y a la variedad de aminoácidos que contiene, destacando también la presencia de fibra y vitaminas. De hecho, la soja es la legumbre que más proteína tiene, hasta un 44%, lo que la convierte en una alternativa ideal a la proteína cárnica para los consumidores, bien flexitarianos o que quieran reducir su consumo de carne. Pero su éxito no solo se explica por sus características nutricionales, sino que también guarda relación con los beneficios de su producción.

Las personas que se decantan por un mayor consumo de productos vegetales, como los flexitarianos, crecen en España

La soja ofrece a los pequeños agricultores una alternativa para diversificar sus cultivos con una legumbre bastante rentable. De hecho, de una semilla de soja sembrada, se puede llegar a cosechar aproximadamente 225 semillas, y su cultivo necesita menos agua que otros cultivos como patata, remolacha, maíz. Algo que también mejora la sostenibilidad medioambiental de los cultivos, no solo en el plano de los recursos hídricos, sino también porque reduce el uso de fertilizantes al generar hasta el 80% de sus necesidades de nitrógeno de manera natural.

Estos beneficios están teniendo su reflejo también en el campo español. A pesar de la percepción generalizada es que la soja es un producto importado, en España sí existen cultivos de esta leguminosa. Y no solo eso, sino que el aumento de su consumo, sus múltiples salidas comerciales y su rentabilidad están convirtiendo a la soja en un cultivo especialmente atractivo para los agricultores españoles.

UN CULTIVO MADE IN SPAIN

Campo soja Merca2.es

Esto no siempre fue así. Hasta 2005, el cultivo de soja en España estaba prácticamente extinguido. Sin embargo, Pascual, compañía de referencia en el sector agroalimentario español, a través de su marca de bebidas vegetales Vivesoy, comenzó a impulsar los cultivos de soja de origen nacional hace más de quince años. En la actualidad, Pascual trabaja con 136 agricultores de soja locales, alcanzando cerca de 1.300 hectáreas de cultivos en regiones como Castilla y León, Extremadura, Aragón, Navarra y Cataluña. De la misma manera, Vivesoy apoya la producción 100% local de avena, almendra y otras variedades de frutos secos que para sus bebidas vegetales.

Tal y como afirma Pablo Redondo, responsable de Compras Agro de Pascual, «la compañía hoy puede presumir de que el 100% de la soja que se produce para consumo humano en España proviene de cultivos promovidos por Pascual». Una apuesta por el cultivo nacional que además impulsa las economías rurales y pone en valor el papel del sector primario para fijar población en el campo español y frenar fenómenos como el de la España Vaciada, es decir, la pérdida de población y actividad económica en el agro español.

«El consumidor está cada vez más informado acerca de lo que come, su origen y sus aspectos nutricionales. Es una tendencia que no para de crecer y la preocupación por el propio bienestar va a ser cada vez más un driver fundamental en las decisiones de compra», afirma Elena Garea, directora de Nutrición y Salud de la compañía. «Un consumidor más exigente y consciente va a significar un aumento del consumo de soja en España por los beneficios que presenta como alternativa proteica», concluye.

Entonces, ¿seguiremos viendo crecer la producción y el consumo de soja en España? Todo apunta a que sí. No solo por ser un cultivo que ofrece posibilidades de diversificación para el agricultor local, sino por la creciente demanda por parte de un consumidor cada vez más concienciado con la sostenibilidad y una alimentación saludable y equilibrada. La soja… y los flexitarianos han llegado para quedarse.


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