Aaron Brown para Bloomberg
CME Group anunció sus planes para ofrecer un contrato de futuros de bitcoin este año. Esto lo pone en línea con CBOE Global Markets, que adelantó planes similares en agosto, y LedgerX, que comenzó a cotizar en opciones de bitcoins y swaps hace dos semanas.
Estos contratos son pasos importantes hacia la integración de la criptomoneda con el sistema financiero global. Hay tres escenarios plausibles, aunque sólo uno lleva a que el bitcoin se vuelve más convencional.
Los tres intercambios están regulados por la Commodity Futures Trading Commission, que parece dispuesta a tratar el bitcoin como una materia básica a la altura del trigo y el petróleo. La SEC estadounidense ha sido menos complaciente, y sin una SEC más amigable, las instituciones son reacias a ofrecer productos relaciones con el bitcoin o colocarlo en carteras institucionales como los fondos de pensiones.
La preocupación de los escépticos de bitcoin es que se trata de un esquema Ponzi. La preocupación de los verdaderos creyentes es que la absorción de la criptomoneda en el sistema financiero mundial destruiría su valor. Ni el miedo influyó en las decisiones regulatorias.
La SEC se ha concentrado en la confiabilidad de los precios de liquidación. Señaló que la rentabilidad del bitcoin está fragmentada entre los intercambios que no son regulados, y sujeta a manipulación, abuso de información privilegiada y otros abusos.
Además, los intercambios regulado que propusieron al intercambiar el ETF de bitcoin no tenían acuerdos de compartir vigilancia con los intercambios de bitcoins. Se espera que la SEC ceda y permita productos registrados.
La capitalización de mercado de todas las criptomonedas es de 182.000 millones de dólares
Si los reguladores sonríen y las cámaras de compensación operan sin problemas, descubriremos qué sucede cuando los precios de las criptomonedas están expuestas a dinero real. La capitalización de mercado de todas las criptomonedas es de 182.000 millones de dólares (157.025 millones de euros), pero eso probablemente representa sólo unos pocos miles de millones de dólares de inversión real.
Hay grandes tenedores que desean reducir sus exposiciones a precios actuales, e inversores minoristas e institucionales a quienes les gustaría comprar. Si decenas de miles de millones entran en criptomonedas de los tenedores pasivos a largo plazo, agregará estabilidad y liquidez al mercado, pero el precio al que la oferta actual de los tenedores coincide con la demanda de inversores institucionales podría diferir de los precios actuales.
He aquí cómo pensar al respecto: supongamos que Satoshi Nakamoto, en lugar de inventar bitcoins, creó una isla del tamaño de Carolina del Sur en una templada región del Océano Pacífico. La mayoría de la tierra se mantiene en grandes bloques por los primeros habitantes y algunas personas que compraron menos de 10 dólares por acre. Recientemente, los pequeños lotes se han vendido a 6.400 dólares por acre. Toda la isla vale 107.000 millones de dólares (92.317 millones de euros). Pero hasta que los inversores externos inviertan decenas de miles de millones de dólares para comprar y desarrollar grandes porciones de la isla, ese dinero sólo son riqueza en papel. Y, es probable que los inversores externos sólo compren si se resuelven las cuestiones regulatorias.
En este sentido, la CFTC ha permitido intercambios para derivados de tierras, pero la SEC se ha negado a aprobar productos registrados basados en los informes de agentes inmobiliarios, por temor a manipulaciones y otros abusos del mercado.
El bitcoin se ha convertido en un producto financiero estándar y una parte útil del sistema financiero mundial
Hay tres escenarios posibles:
Primero, la SEC se hunde sobre su propio peso y el dinero institucional se mantiene receloso del bitcoin. En cierto modo, esto hace que el bitcoin sea más valioso, pero sólo para un subconjunto de personas, y la criptomoneda probablemente seguirá siendo volátil.
En segundo lugar, la SEC cede y los reguladores globales comienzan a tratar el bitcoin como una materia prima, pero no hay interés de los inversores pasivos a largo plazo. Si el bitcoin se convierte en una acción de penny -de céntimos de dólar-, el CME y el CBOE perderían interés.
En tercer lugar, la SEC cede y, digamos, por el argumento, 50.000 millones de dólares fluyen de inversores pasivos a largo plazo en el transcurso de 2018. Los precios del bitcoin podrían subir o bajar como resultado, pero los nuevos precios serían reales en una manera en que los precios actuales no lo son.
La estabilidad y la liquidez conducen a un mayor uso, lo que lleva a una mayor estabilidad y liquidez. El bitcoin se convierte en un producto financiero estándar y una parte útil del sistema financiero mundial.