Vivimos de nuevo con la zozobra de la inflación, la crisis que se avecina y burbujas como la inmobiliaria en ciernes. Eso hace plantearse varias preguntas: ¿vivo de alquiler o me lanzo a comprar una vivienda con una hipoteca antes de que suban más tanto en precio como los tipos de interés? ¿sale más barata una opción o la otra? Vamos a aclarar estas cuestiones, en uno de los dilemas más importantes en nuestra economía y vida, ya que igualmente la compra de la vivienda es la decisión económica y de inversión más importante, así como el mayor gasto con diferencia, y requiere un análisis pormenorizado y racional.
TIEMPOS COMPLICADOS, PRECIOS EN ALZA

Sería el resumen, con una situación económica en general a corto-medio plazo poco halagüeña, cuando no según muchos analistas preocupante. Los jóvenes, sobre todo, se quejan de los elevados precios de los alquileres y cada vez es más complicado conseguir una hipoteca. Por eso muchas veces preguntarse si alquilar o comprar no es realmente una opción y se convierte más en una ‘imposición’, pero quizá al final te puede salvar realmente. Veremos si es así o no y en qué casos.
Desde luego no es lo mismo planteárselo viviendo en una pequeña ciudad que en las más caras de España como Madrid, Barcelona o San Sebastián. De cualquier forma, cada vez por lo general es más complicado poder acceder a una vivienda en propiedad por la gran cantidad de ahorro a la que se ha de tener acceso para poder pagar una entrada de una vivienda en propiedad, por no hablar de los gastos de escritura, notarial, impuestos…
COMPRAR VIVIENDA: GASTOS INICIALES

La compra de la vivienda tiene una serie de gastos iniciales que sí o sí han de estar sustentados por un ahorro inicial que se ha de tener preparado antes de tener que pedir una hipoteca. Aun así, el Banco de España sugiere que es mejor comprar una vivienda que vivir de alquiler. La creciente subida del precio de los alquileres es también el principal motivo por el que las personas nunca llegan a ahorrar lo suficiente como para lograr esta inversión inicial, porque el pago mensual de una hipoteca normalmente es menor que el de un alquiler.
Lo cierto es que, de media, el esfuerzo mensual para pagar una vivienda en propiedad es probablemente muy inferior al del alquiler. Otra cosa es calcular todo en global, sumando los gastos futuros de tu casa y dividiéndolo: comunidad, impuestos, derramas, reformas, mobiliario, seguros… Viviendo de alquiler evitas todo ello, al margen de las preocupaciones.
VIVIV DE ALQUILER

Hay que intentar analizar todo racionalmente, algo complicado en España, porque siempre ha sido un país de propietarios. La tendencia en la sociedad siempre ha sido la de ahorrar para poder comprar una vivienda. Pero la tendencia ha ido cambiando, si bien queda difuso si es por convicción o necesidad.
En nuestro país casi un 25% de la población vive de alquiler y según los indicadores esta cifra continuará aumentando durante los próximos años. Tendencia que no es de extrañar por lo explicado anteriormente. Aún así en muchos países de Europa la gente prefiere decantarse por el alquiler. Por ejemplo, en Alemania el porcentaje de personas que viven de alquiler asciende al 48%, en Francia es del 36% y en Suiza del 56%. Esto se debe a los inconvenientes que tiene adherirse a una hipoteca. El vivir de alquiler supone tener una libertad financiera mucho mayor.
VENTAJAS DE VIVIR DE ALQUILER

Veamos primero las ventajas vitales, al margen de lo económico:
Puedes vivir donde quieras: Al no estar atado por una hipoteca cambiar de residencia es mucho más sencillo ya que puedes cambiar de vivienda cuando se quiera.
Poder adaptarse a los diversos momentos vitales: Las necesidades de una persona de 30 años no son las mismas que las de una persona de 40 o de 50. Por ello, elegir vivir de alquiler supone poder elegir en cada momento dónde y cómo se quiere vivir. Tras la pandemia muchas personas se han visto obligadas a trabajar desde casa por lo que han necesitado un despacho dentro del hogar, si se vive de alquiler es mucho más sencillo adaptarse a este tipo de cambios, al igual que si se tiene familia o por el contrario, si los hijos se han independizado.
MÁS VENTAJAS DEL ALQUILER

Adaptarse a posibilidades profesionales: Al no estar financieramente atado a una vivienda el hecho de tener que trasladarse de ciudad por motivos laborales, como puede ser un trabajo mejor remunerado o una opción más interesante, puedes aceptarlo sin tener la preocupación de qué sucederá con tu vivienda.
Flexibilidad: No solo cambian tus circunstancias, sino tu entorno. Tus prioridades igual ya son otras, o el barrio se vuelve peligroso, o tienes vecinos problemáticos, etc. Viviendo de alquiler, simplemente te vas a otro sitio. En definitiva, sientes que eliges y vives donde quieres, en una zona que te guste o más cerca del trabajo, etc.
EL FACTOR ECONÓMICO FRENTE A LA COMPRA

Controlarás mejor los costes de la vivienda: El adquirir una vivienda en propiedad no solo conlleva el gasto del pago de la hipoteca, lleva muchos gastos como los gastos de comunidad. Al alquilar te ahorras estos pagos que siempre corren a cuenta del arrendatario.
Pagarás menos impuestos: Todos los propietarios deben pagar el Impuesto sobre Bienes o Inmuebles (IBI). Este impuesto supera los 1000 euros anuales.
Reduces el gasto mensual de forma muy rápida. Es tan sencillo como mudarse a otra vivienda.
No tienes que hacer reformas o arreglar los desperfectos.
VENTAJAS DE LA COMPRA DE VIVIENDA

La primera es la inversión, ya que compras un activo que históricamente, en mayor o menor medida, en bonanza o crisis, se revaloriza. Y lo hace dando igual la zona donde esté, el tipo de vivienda, tamaño, antigüedad…
Desde el punto de vista técnico el pagar una hipoteca no es un gasto, sino una inversión, ya que cuando acabas de pagar adquieres la propiedad y se puede alquilar o vender, obteniendo beneficios.
Otra de las ventajas de comprar una vivienda es que se asegura tener un lugar en el que residir cuando llegue el momento de dejar de trabajar. En esa situación los ingresos disminuyen de forma drástica por lo que tener una vivienda en propiedad supone una gran ventaja competitiva al no tener ese gasto.
MÁS VENTAJAS DE COMPRAR

Luego está el tema personal. Como la vivienda es tu propiedad siempre se puede adaptar a tu gusto y tus necesidades sin necesidad de cambiar de vivienda. Aun así, la compra de una vivienda no es ninguna tontería. Llevarla a cabo significa asumir una serie de riesgos financieros. Por lo que es muy necesario tener en cuenta a qué nos enfrentamos cuando se da el paso de adquirir una hipoteca, ya que pierdes libertad financiera y no deja de ser una deuda, una gran deuda.
También lo que ganas en la inversión, lo pierdes y multiplicado al estar atado a un sitio y perder por ejemplo una oportunidad laboral o de negocio en otro lugar, solo por no querer moverte. Muchas veces se renuncia a una mejora de calidad de vida por estar atado a una casa.
¿ALQUILER O COMPRA?

No hay una respuesta fija o definitiva. Dependerá de lo que pagas de alquiler, dónde la compres, tus necesidades y tus planes de futuro, además de tu economía.
Al final para saber qué es lo más rentable desde el punto de vista financiero es imprescindible conocer el coste de oportunidad. Este concepto es lo que mide el coste de la alternativa a la que se renuncia al tomar una decisión frente a la otra.
En el caso de la compra o alquiler de la vivienda es lo que dejas de hacer con el dinero que debes destinar a la entrada de la casa y costes de ser el propietario de la vivienda. Para poder realizar este cálculo hay que tener en cuenta una serie de factores…
QUÉ CALCULAR PARA VER SI CONVIENE ALQUILER O COMPRA

En primer lugar, hemos de calcular el dinero que hay que aportar para la entrada de la casa. Este suele ser un 35% del coste total de la vivienda. Si se puede aportar más es mucho mejor ya que así se reduce el coste de la hipoteca.
Posteriormente hemos de calcular la rentabilidad que se habría obtenido durante la vida de la hipoteca por ese dinero que se ha destinado a la entrada y los intereses que sean de pagar.
También, se ha de hacer la suma de cuánto cuesta cada año tener esa casa. Es decir, la suma de la hipoteca, gastos de comunidad, mantenimiento, IBI, las derramas que puede haber, etc. Esto debemos compararlo con el gasto del precio de alquiler que se paga y las subidas que puede tener. Por otro lado, igual que se calcula la posible subida del alquiler se ha de calcular también la revalorización del precio cuando se acabe de pagar la vivienda. Una vez tengamos estos datos simplemente hay que hacer una comparativa de los precios y gastos.