Es oír palabras croquetas y se nos esboza una sonrisa de felicidad y placer que ni un niño el día de navidad. Melosas, crujientes y con un sabor único, en eso consiste unas buenas croquetas, no tiene mayor misterio. Eso sí, todo pensamos que hacer una croquetas de matrícula de honor lleva tiempo, bagaje y mucha mano en la cocina. Pues estás muy equivocado y te lo vamos a demostrar con esta receta de Arguiñano para hacer unas croquetas con dos ingredientes que, aunque de primeras pienses que no pegan ni con cola, darán un sabor increíble a nuestra elaboración.
INGREDIENTES PARA LAS CROQUETAS DE POLLO Y ESPINACAS

Arguiñano es un adelantado a su época y lleva años enseñándonos de manera didáctica las recetas más tradicionales y vanguardistas de nuestra gastronomía. Miles y miles de programas con elaboraciones de todo tipo, sin embargo, todos tenemos nuestro preferidos, como es el caso de Arguiñano y su receta favorita para hacer unas croquetas diferentes y melosas. Los ingredientes que vamos a necesitar para estas croquetas de pollo y espinacas son los siguientes: un muslo de pollo, 100 gramos de espinacas, una cebolleta, medio litro de leche, dos dientes de ajo, una pastilla de caldo de pollo, 100 gramos de harina , huevo, pan rallado, aceite de oliva virgen extra y perejil. Todos estos productos los puedes comprar en tu supermercado de confianza.
PRIMER PASO: COCINAR EL POLLO

Antes de ponernos manos a la obra, tenemos que recordar que esta receta es muy sencilla y que no se necesitan años de experiencia en la cocina o una estrella Michelín para lograr un resultado de matrícula de honor. Lo primero que tenemos que hacer es limpiar el pollo, pasar una cazuela con agua y sal al fuego a temperatura media y meter el pollo para cocerlo. Esto es opcional, pero para empezar a dar sabor a nuestro producto estrella podemos echar un pastilla de caldo y un poco de perejil. Con esto conseguiremos un sabor más fresco y potente sin llegar a dejar reseco esta proteína.
SEGUNDO PASO: PREPARAR LA BECHAMEL PARA LAS CROQUETAS

Mientras el pollo se está cocinando, vamos a aprovechar para hacer la bechamel, el ingrediente que actúa como unión de todo, que da sentido a las croquetas. Para ello, cogemos una cazuela, rehogamos unos dientes de ajos que previamente hemos picado y pelado y los dejamos dorando durante 10 minutos. Acto seguido, vertemos medio litro de leche y agregamos la cantidad de harina indicada. Mezclamos todos los ingredientes para crear una masa homogénea y semilíquida. Si fuera necesario, echamos un poco más de leche, es mejor pasarnos de leche, que quedarnos cortos.
TERCER PASO: INCOPORAR LAS ESPINACAS Y EL POLLO A LA BECHAMEL

Antes de dejar reposar la mezcla, tenemos que incorporar los dos productos que serán los protagonistas de estas croquetas: el pollo y las espinacas. Pasada la hora de cocción, sacamos el pollo y, al estar tan blandito, con la ayuda de dos tenedores desmenuzamos el pollo en trozos pequeños, pero que tengan textura para notar en la mordida el ingrediente. Hacemos lo mismo con las espinacas e incorporamos en una fuente los dos productos. A continuación, añadimos todas la bechamel y removemos todo correctamente. Tapamos la fuente y la pasamos a la nevera durante tres o cuatro horas.
CUARTO PASO: DAR FORMA A LAS CROQUETAS DE POLLO Y ESPINACAS

Cuadradas, redondas… hay mil maneras de dar forma a las croquetas, aunque hay que reconocer que la mundialmente conocida es la ovalada, la que ponen en todos los bares de España. Así que, pasadas las tres o cuatro horas de reposo, sacamos la mezcla de la nevera y nos remangamos porque ahora nos toca mancharnos las manos. Pellizcamos la mezcla tratando de coger unos 40 gramos de masa, aproximadamente, y con la ayuda de las palmas de la mano le damos la forma ovalada a las croquetas. No te ofusques si no te sale, no es estrictamente necesario que tengan la forma clásica.
QUINTO PASO: EMPANAR LAS CROQUETAS

Llegados a este punto, es momento de preparar el empanado de nuestras croquetas, esa corteza exterior crujiente y doradita que actúa como un escudo para la mezcla melosa de las croquetas. Los paso que tenemos que seguir son muy sencillos, cascamos varios huevos, los batimos hasta que no seamos capaces de diferenciar la yema y la clara y en un plano llano echamos una generosa cantidad de pan rallado. Para empanarlas, pasamos las croquetas por el huevo, para después rebozarlas en el pan rallado.
SEXTO PASO: COCINARLA LAS CROQUETAS

Cogemos una sartén de buen tamaño con una generosa cantidad de aceite de oliva virgen extra y la pasamos al fuego a temperatura media. Para saber si el aceite está en el punto para freír, cogemos un trozo de pan duro, lo echamos al aceite y cuando empiece a dorarse es el momento de pasar nuestra mezcla. El tiempo recomendado de cocción es de unos 10 minutos o hasta que veamos que la corteza está bien dorada.
SÉPTIMO PASO: EMPLATAR LAS CROQUETAS

Pasados los diez minutos de cocción, sacamos las croquetas y las pasamos a un plato con papel de cocina para que absorba el exceso de aceite. Para emplatar, cogemos las croquetas y las pasamos a una fuente. Para decorar, cortamos un poco de perejil fresco finamente y lo espolvoreamos por encima de las croquetas. Y ya estarían listas nuestras croquetas de pollo y espinacas con la receta de Arguiñano ideal para la llegada del frío. ¡A disfrutar!