El concursante de ‘MasterChef’ Fray Marcos ha sorprendido a la audiencia tras ser el primer expulsado de la historia del concurso con el pin de la inmunidad, que decidió no utilizar.
Tras su salida, el sacerdote ha querido explicar los motivos de esta decisión. Sus dolores físicos y su situación emocional han sido los principales detonantes que le han llevado prácticamente a abandonar el reality.
Primer expulsado con pin de inmunidad

El programa de cocina ‘MasterChef’ puede presumir de ser uno de los más vistos de la pequeña pantalla, aunque como suele ocurrir en estos casos, no está exento de polémica. La última de ellas está protagonizada por el fraile Marcos García, quien admite haber vivido algunas experiencias negativas con sus compañeros.
Así lo ha querido explicar en una entrevista concedida al espacio Dominicos.org, perteneciente a una orden religiosa de la Iglesia Católica en el que se recoge todo tipo de información sobre su filosofía y actividades, así como algunas noticias relacionadas con el mundo eclesiástico.
El venezolano ha desvelado que se debe a una decisión muy personal. “Estaban ocurriendo cosas dentro de mí, muy personales, muy íntimas… Y la convivencia también fue desgastándome, desanimándome”, ha admitido el fraile dando lugar a todo tipo de comentarios.
De hecho, durante su último programa llegó a admitir ante las cámaras que estaba “pasando personalmente por momentos bastante difíciles en los que no me ayuda un clima como el de casa. Soy un ser humano, debajo de este hábito también hay alguien que se cansa”.
Una convivencia difícil

En su última prueba Fray Marcos dejó ver que no se encontraba demasiado bien, pues mostraba un estado triste y bajo de ánimo. Quizá tuvieran algo que ver los problemas de convivencia que tuvo que presenciar con los otros aspirantes, pues en esta ocasión hemos podido presenciar graves acusaciones ante las cámaras.
“Tener que soportar, a veces, conductas que no vienen dentro del programa, porque hay gente que a lo mejor cree que está en un reality show distinto a ‘MasterChef’ y yo concibo a ‘MasterChef’ como está ideado: para cocinar, para divertirnos. Esa ha sido una de las cosas más difíciles”, afirma Fray Marcos.
Desde luego esta edición de ‘MasterChef 11’ no ha estado exenta de conflictos ni mucho menos. En esta ocasión han tenido lugar algunas acusaciones hasta ahora desconocidas en el concurso. Un claro ejemplo es la discusión que protagonizaron las aspirantes Ana y Claudia la otra noche; mientras la primera acusaba a la segunda de haberle robado una prenda del armario, Claudia afirmaba que alguien había leído su diario y arrancado una hoja. Algo que según la organización del programa se va a investigar. «Hay límites que no se pueden sobrepasar», sentenció al respecto Pepe Rodríguez. Sin embargo, algunos compañeros llegaron a dudar del testimonio de Claudia.
Al estado emocional del fraile hay que sumar sus problemas de salud. “Lo más difícil es tener que soportar a veces dolores físicos. Tengo un diagnóstico de tres hernias lumbares. Se me duermen mucho los brazos, creo que en lo físico lo más difícil ha sido entregarme por completo, sobre todo en los exteriores donde nos llevaban a cocinar, tener que levantar peso, agacharme… por dar lo mejor de mí”, admite quien fuera aspirante en esta última edición de ‘MasterChef’.
Y es que en su opinión para ser un buen cocinero hay que dar el 100%. “La cocina es dar de uno y si tienes el ánimo bajo, es imposible hacer un buen plato”. Además, reconoce que por encima de este proyecto televisivo siempre se encontrará su “comunidad, la Orden y la Iglesia”.
Una despedida agridulce

Como decíamos, el sacerdote no fue capaz de darlo todo en su última prueba de cocina en la que debía realizar una tarta de café. Pepe Rodríguez, miembro del jurado, fue uno de los primeros en advertir el bajo ánimo de Marcos y en comprenderlo. “Le conocemos, sabemos hasta donde llega. Es como si hubiera llegado a un camino que dice ‘aquí me quiero quedar’”, afirmó el chef en su momento.
De hecho, Pepe fue uno de los miembros del jurado que más lloró al despedir a Fray Marcos, así como Samantha Vallejo-Nájera, quien quiso dedicarle estas emotivas palabras al concursante: “Has sido un soplo de aire fresco para este programa y para la televisión. Un ser humano maravilloso con unos valores como no puede ser de otra manera. Gracias, gracias, gracias”.
Jotha, Claudia y Francesc, hasta entonces compañeros del venezolano, tampoco pudieron contener las lágrimas. Fray Marcos, por su parte, colgó su delantal y se mostró agradecido con el programa. “He venido a vivir una experiencia diferente y tener la posibilidad de cumplir un sueño, estudiar algo de cocina, y me voy con todo eso», afirmó emocionado.
Además, el cura se lleva consigo algunos amigos inolvidables, como Francesc, quien ha sido su mejor aliado durante el concurso. “Me preguntaron que cómo yo, siendo sacerdote, voy a ser amigo de un DJ de discotecas de ambientes. Dije: porque debajo de unos pendientes y de un piercing y de unos tatuajes y debajo de un hábito hay dos seres humanos y hay dos hijos de Dios, que se supieron entender. Y era con de las pocas personas con las que yo podía tener una charla de contenido”, explica.
Además, admitió haberse sorprendido para bien con las aptitudes culinarias de su compañero. «Un DJ de discotecas de ambientes gay, con dos pendientes, un piercing, todo tatuado… Tú lo ves y dices: ‘Este tío debe ser un desastre’. Resulta que era el más ordenado, limpio, silencioso y apartado”.
Además de su amistad con Francesc y Jotha, el fraile sale del concurso con algunos trabajos confirmados. “Me llevo que voy a hacer cuatro matrimonios entre los camarógrafos y el presentador (Jordi Cruz); me llevo que voy a confirmar a tres, a los que les estoy dando clases online; que se van a bautizar dos camarógrafos, y me llevo la hermosa imagen de Pepe y Samantha llorando cuando me despedí, que me hicieron llorar”, declara emocionado.