Barcelona es una ciudad llena de viviendas antiguas, en las cuales los desagües no están en las condiciones adecuadas. Eso conlleva atascos frecuentes que no son culpa del usuario, sino del mal estado de las tuberías. Por lo tanto, no es raro tener que llamar a menudo a una empresa de desatascos urgentes barcelona. Estas arreglan el problema enseguida, pero a los pocos meses vuelve a aparecer otra vez sin que podamos hacer nada para solucionarlo.
Las reformas ayudan a que los atascos desaparezcan
Uno de los lugares en los que más problemas se producen es en las cocinas, en especial en la zona del fregadero. En los pisos antiguos las tuberías suelen ser metálicas, lo que no es lo mejor para las cañerías de las aguas grises y negras.
Con las reformas cocinas barcelona podemos solucionar esto, colocando desagües de plástico que se comportan mejor en los atascos, ya que en este material todos los desperdicios que lanzamos por las tuberías escurren. Además, no es raro que las antiguas tuberías de metal ya estén sufriendo la corrosión, por lo que habrá pequeñas fugas que no sucederán con las de plástico.
Modernizamos el piso y le damos valor
Lo mismo que hacemos en la cocina podemos realizar en el baño, con los mismos resultados. De hecho, las dos estancias que más transforman el aspecto de los pisos son los baños y las cocinas.
Si hacemos un cambio profundo, la vivienda tendrá más valor, puesto que reformarlas es caro por los muebles, grifos, cañerías, azulejos, etc. Cambiar las habitaciones es sencillo y relativamente económico, pero eso no es así en los baños y en las cocinas. Por eso, los compradores o las personas que van a alquilar valoran de forma muy positiva estas transformaciones.
Con las tuberías nuevas debemos seguir teniendo cuidado
Una vez que hemos hecho las obras hay que seguir teniendo cuidado con aquello que tiramos por las cañerías, pues de lo contrario habrá que llamar a una empresa de desatascos granollers. En la cocina nunca debemos desechar el aceite por el fregadero y siempre es una buena idea colocar unas rejillas, en las cuales se quedará toda la comida que salga de los platos.
Hay que recordar que la taza no es un basurero y que las toallitas higiénicas se tiran en la papelera del baño y no al WC. De lo contrario, el atasco está más que asegurado.
Siguiendo estos consejos no deberíamos tener obstrucciones de gravedad. Eso sí, a veces es posible que la ducha vaya lenta, el lavabo no trague o que pase lo mismo donde fregamos los platos. No es nada serio y lo podemos prevenir de una manera muy fácil con los desatascadores líquidos que venden en los supermercados. Son muy baratos, no huelen y no son peligrosos, así que es posible utilizarlos en casa.
Lo mejor es hacerlo al menos una vez cada dos meses. Podemos comprar un bote un mes y reservarlo para el fregadero, mientras que al mes siguiente hacemos lo mismo en el lavabo y la ducha.