La ensaladilla rusa es sin lugar a dudas una de las ensaladas más famosas del mundo; básicamente, no existe lugar sobre la tierra en el que no se le disfrute acompañada de los ingredientes más básicos, y de algunas variaciones propias de cada región del planeta.
Tradicionalmente servida con proteínas como el atún, esta ensaladilla ha llegado a adaptarse a los más diversos menús; y es por esta razón que hoy te hablaré de un ingrediente que, aunque no lo creas, será el definitivo para enriquecerla aún más.
1Una ensaladilla para millones de gustos
Cuando en 1883, Lucien Olivier, el famoso chef creador de la ensaladilla rusa, falleció, quedó sin conocerse a ciencia cierta los secretos de su exitosa ensalada; no obstante, se sabía que algunos de los ingredientes utilizados por él, consistían en patatas cocidas, caviar, aceitunas, pepinillos, trufa negra, carnes varias y lengua de ternera.
En una sociedad cada vez más hambrienta de ricos platillos, adaptar la receta de Olivier a ingredientes más sencillos se convirtió en una necesidad. Todos buscaban conseguir el mismo sabor, pero con ingredientes menos costosos. De allí surgió finalmente la que conocemos en la actualidad, la que se ha convertido en la reina de cualquier reunión.
