La burbuja de las empresas tecnológicas llamadas a suplir a las firmas tradicionales estalla también en España. Las startups catalanas centradas en atender las necesidades de los consumidores atraviesan un mal momento al recurrir a los despidos y cierres debido a la falta de financiación. «Estas empresas, en su mayoría, han quemado capital como si no hubiera un mañana», han asegurado fuentes conocedoras del sector a MERCA2.
El dinero corría sin detenerse ni en números ni balances
«El dinero barato fue a parar a estas firmas, pese a no tener ni un producto terminado. Vendían ideas sin conocer realmente la proyección del mercado», han sostenido. De hecho, las subidas de tipos de interés han destapado la gran burbuja que ha vivido el sector desde hace una década. «El dinero corría sin detenerse ni en números ni balances», han destacado las mismas fuentes. Con las subidas de tipos de interés y la aversión al riesgo en un escenario de alta incertidumbre alejan el dinero y convierten las rondas de financiación de las startups en un suplicio o bien en fracasos sonoros.
LAS STARTUPS SUCUMBEN A LA BURBUJA TECNOLÓGICA
ProntoPiso es un símbolo de esta burbuja tecnológica. La startup ha cosechado grandes éxitos desde 2015, año de su fundación, con rondas de más de 1,5 millones de euros. La idea, como el de otras muchas startups del sector, nació al calor de la nueva inversión en el ladrillo, en un momento dulce para una España recién salida de la Gran Recesión. Su promesa estrella era vender la vivienda en apenas 90 días, sin esperas y con todas las garantías.
Todo ello, cuando comprar una vivienda es cada vez más difícil, no por los intereses, sino porque las entidades financieras se han empleado a fondo para evitar cometer los errores del pasado. Y es que, desde 2015, el precio de los inmuebles se ha incrementado, especialmente por la voracidad y búsqueda de la inversión para alquiler. No obstante, la pandemia ha dado al traste con los planes. Los particulares no venden y la oferta está prácticamente seca. De hecho, los desequilibrios están obligando a ajustar precios ante la huida de la demanda.
PRONTOPISO, DE RONDAS DE MÁS DE 1,5 M€ AL CIERRE
En este sentido, ProntoPiso lanzó en mayo del pasado año un crowdfunding por un millón de euros para poder continuar el crecimiento, dando entrada a los particulares por una inversión media de cerca de 1.000 euros. Un año antes levantó 1,6 millones para continuar su crecimiento. Desde hace unos meses, la compañía dirigida por Alfredo Díaz-Araque cesó la actividad, según ha confirmado el propio consejero delegado. Todo ello, tras el cambio del modelo de negocio, realizado justo en plena crisis sanitaria por el coronavirus.
«El reto no era fácil, pero empleamos todo nuestro saber y esfuerzo en retomar la dirección del barco y ponerlo de nuevo en rumbo», ha explicado. «Estuvimos muy cerca de alcanzar un objetivo que me había marcado al arrancar el proyecto, pero al final no pudo ser», ha indicado para dar paso al proceso de cierre de la empresa. Otras entidades, como Colvin, especializada en la entrega de flores a domicilio, ha tenido que rescindir contratos ante la caída del negocio, mientras que entidades de la talla de Glovo han disminuido sus valoraciones.
LOS PROBLEMAS DE FINANCIACIÓN PARA LAS MADURAS
Los problemas de financiación no sólo se reproducen en las recién escogidas para ser aceleradas en las incubadoras o lanzaderas, sino también en las que mantienen altos ritmos de ventas. Las propias firmas encargadas de estos procesos han alertado del estallido de esta burbuja tecnológica, que ha sacudido también las plazas bursátiles del mundo, especialmente las de Wall Street.
Las startups dedicadas a la gestión de nóminas, como Payfit, han prescindido de personal; incluso Gorillas, llamada a ser la gran rival a batir en la última milla, cesó su actividad en España para buscar inversores. Getir se encuentra en condiciones de ser la compradora, según Bloomberg.
Sequoia Capital, el fondo de alto riesgo más activo con las startups, aconsejó a los emprendedores a guardar liquidez y evitar recurrir a nuevas rondas. Y es que, aquellas que necesiten financiación se van a encontrar con puertas cerradas en plena recesión, que aún no ha hecho acto de presencia en Europa, pero muy probablemente lo haga a partir de 2023, con Alemania, Italia, España y Reino Unido en el punto de mira.
RESTRICCIÓN DEL CRÉDITO A LAS STARTUPS
No obstante, otras pequeñas empresas con un alto crecimiento, menos intensivas en capital y con gran proyección de futuro, mantienen intactas sus expectativas, especialmente las dedicadas al software para ayudar a empresas.
El fondo advirtió de este escenario en mayo de este mismo año. «Una espiral de muerte» y «las buenas noticias descansan en paz» fueron dos de sus conclusiones más contundentes sobre las startups. Un serio aviso de lo que venía durante la temporada estival. Por aquel entonces, Wall Street registraba fuertes pérdidas del 50%, para cerrar el semestre con la peor caída desde 1937.
Todo ello, en una presentación de 52 páginas en las que pedía a las empresas con rápido crecimiento «apretarse el cinturón». Ahora se añade un escenario de inflación desbocada que mantendrá maniatados a los Gobiernos e instituciones para tomar decisiones rápidas. Asimismo, también suma las consecuencias de la invasión de Rusia a Ucrania, cuyo conflicto podría alargarse más de lo estimado.
