Recetas de tartas frías para una tarde dulce y refrescante

Somos muchas las personas que amamos la cocina, y siempre tenemos el plato perfecto para sorprender a nuestros comensales. Aunque en ocasiones, o bien no disponemos de tiempo, o no tenemos ganas de pasar horas en la cocina. Si tienes una reunión algo improvisada, y quieres preparar algo rico sin que no requiera de demasiado tiempo, nada como echar mano de esas recetas de tartas frías que a todo el mundo encantan.

Puede que las tartas habituales con su bizcocho empapado no gusten a muchas personas, pero en el mundo de la repostería hay una gran variedad, y muchas cosas las puedes hacer tu mismo en casa. Si quieres probar alguna de estas recetas,, sigue leyendo y apunta tus favoritas.

Tarta de chocolate blanco y galletas oreo

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De las muchas recetas para tartas que podrías encontrar, la de chocolate blanco y galletas oreo es la que nunca va a fallar. Bien te puede servir para el cumpleaños de un niño pequeño, o una simple reunión con amigos. Los ingredientes que vas a necesitar son, empezando con la base, 115 g de galletas Oreo sin relleno y 50 g de mantequilla. Para el relleno necesitas 200 g de chocolate blanco de repostería, 100 ml de nata líquida, 125 g de queso mascarpone que esté a temperatura ambiente, 6 g de hoja de gelatina y 250 g de frambuesas frescas, esto solo es opcional.

Empieza separando la crema de las galletas hasta que tengas los 115 g en galletas. Tritúralas con un robot triturador o aplastándolas con un rodillo dentro de una bolsa. Ahora añade la mantequilla derretida y mezcla hasta obtener una pasta para hacer la base dentro de un aro de pastelería, el cual debe estar sobre una bandeja forrada con papel para horno. Mientras seguimos, deja esto enfriando en la nevera.

Para la mousse de la tarta, pon en un bol con mucha agua fría las hojas de gelatina y deja que se hidraten durante 10 minutos. En otro bol, pon el chocolate picado y derrite al baño maría o en el microondas con intervalos de 30 segundos. En un cazo, calentamos la nata hasta que empiece a hervir. Retira del fuego y añade las hojas de gelatina bien escurridas. Vierte en tres veces sobre el chocolate que ya has fundido removiendo con una espátula de silicona, hasta que obtengas una ganache lisa y brillante. Añade el queso suavemente y remueve. Rellena el aro para formar la tarta y deja enfriar cinco horas en la nevera antes de desmoldar. Ahora puedes decorar con las frambuesas o con lo que más te guste.

Nerea Pereira Plata
Nerea Pereira Plata
Estudiante de Periodismo y chica geek. Como buena techie soy una amante de las nuevas tecnologías y me encanta probar siempre gadgets nuevos.