Los ‘mountainlikers’ encumbran el turismo de invierno de Andorra

Andorra volverá a acaparar las miradas de los ‘mountainlikers’ a nivel global. El Principado acogerá en 2022 el Congreso Mundial de Turismo de Nieve y Montaña, iniciativa de los 7 Comuns (municipios), del Gobierno de Andorra y de la Organización Mundial de Turismo (OMT), con la voluntad de constituir un foro de debate permanente sobre el desarrollo y la sostenibilidad del turismo en zonas de montaña. Tiene una periodicidad bienal y la organizan los Comuns de forma rotatoria.

El Centro de Congresos de Andorra la Vella acogerá, entre el 23 y el 25 de marzo, el encuentro temático. La parroquia de Canillo actuará como anfitriona del evento, que se desarrollará bajo el título ‘Una nueva mirada hacia el futuro’. El XI congreso acogerá dos jornadas de ponencias y mesas redondas en las que profesionales y representantes institucionales de primer nivel compartirán sus experiencias y perspectivas de futuro de este sector, en el actual escenario mundial.

El XI Congreso Mundial se centrará en la recuperación del turismo con una visión centrada en entender al turista, preservar los recursos, al tiempo que se abordarán temas como
la innovación, la sostenibilidad y la transformación digital.

El certamen también explorará temas como la reactivación y nuevas tendencias del turismo, y la aplicación de la inteligencia artificial y TIC para la evolución del turismo contribuyendo a la sostenibilidad, el medio ambiente y el desarrollo de destinos responsables, sostenibles e inclusivos, así como la salud y bienestar.

El último día del evento, el viernes 25 de marzo, se celebrará una jornada lúdica para disfrutar de Andorra y conocer mejor algunas de las nuevas propuestas turísticas del país.

EN BUSCA DEL TURISTA PREMIUM

Muy pendiente de la evolución de la pandemia en Francia y España, el microestado soberano se encuentra en el punto de no retorno en el que toca redefinir su modelo turístico: más exclusivo, nada masificado y con una oferta cada vez más diversificada que conjuga deporte y naturaleza con termalismo, shopping y gastronomía. La pandemia deja un antes y un después y también un reto claro: reducir la excesiva dependencia del turismo y reformular el sector hacia un concepto premium.

El turismo no volverá a ser el mismo en Andorra tras la irrupción del covid-19. Y no sólo porque la forma de viajar haya cambiado para los turistas. Las autoridades apuestan por un viraje hacia un modelo económico más enfocado a la captación de nuevos moradores: pymes y startups.

Mientras llegan las medidas centradas en la digitalización, la transformación y el emprendimiento innovador que promueve el Ministerio de Economía andorrano con la connivencia de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Andorra (CCIS), el turismo sigue siendo la principal industria.

En cualquier caso, y mientras el nivel de viajeros y visitantes siga condicionando la salud económica del Principado, «el modelo turístico se ha de regularizar y dimensionar en función de la capacidad de absorción de turistas del país», en línea con «la oferta turística y hotelera durante todo el año y no sólo enfocado a la gran capacidad en épocas de gran afluencia», reclama el director de Daguisa Hotels.

El responsable de la segunda cadena hotelera de Andorra incide en que «de un tiempo a esta parte, Andorra recibe un tipo de turista con un poder adquisitivo más alto que está beneficiando al sector», de tal forma que se perfila cada vez más una oferta «muy atractiva» en la que el precio del alojamiento y servicios están cada vez más acorde con el perfil del visitante.

El turismo masificado deja paso a unos visitantes que destinan más dinero a sus viajes y cuidan más la experiencia destino, con una estancia más intensa, no necesariamente más prolongada, pero sí orientada a optimizar al máximo las bondades del lugar, en condiciones seguras, sin aglomeraciones y con un amplio abanico de propuestas vinculadas con el turismo activo de naturaleza.

«Andorra es un gran desconocido», comenta Daban en alusión a toda esa parte del microestado que la gente antes no se molestaba en descubrir pese a todos sus atractivos. El turista pospandemia está ávido de descubrir cosas nuevas, hacer compras, disfrutar del termalismo, hacer trekking, comer en restaurantes buenísimos y disfrutar de una oferta lúdica cada vez más amplia, como el Andorra Mountain Music, celebrado en Andorra la Vella el pasado verano, con artistas de la talla de David Guetta», comenta Daban.

Andorra se encuentra en pleno proceso de transformación en el que tiene que revisar y repensar su modelo, para poder adaptarse al «nuevo chip experiencial del turista» que, en el caso del viajero español y francés, encuentra una propuesta muy diferente pero a poca distancia, en un destino con un gran potencial y una oferta basada en el shopping, el esquí y la naturaleza -que supone el 90% de su territorio-.

María Castañeda
María Castañeda
Redactora de MERCA2 de empresas y economía; especializada en energía, sostenibilidad y turismo.