DIA lo fía todo a su reestructuración mientras pierde cuota de mercado en su peor año bursátil

IG Markets

En el último año DIA se ha convertido en el ‘chicharro’ por excelencia dentro de la bolsa española, siendo el valor que más ha perdido en su cotización. Los últimos meses han sido convulsos para la cadena de supermercados, pero con la refinanciación de la deuda tras la polémica ampliación de capital, el grupo dirigido por el Mikhail Fridman está fiando la estrategia de su recuperación a la reestructuración del modelo de negocio. En medio de esta coyuntura, DIA pierde cuota de mercado, mientras sus competidores ganan terreno.

Lejos queda la época en la que el valor de DIA se situó en los seis euros por acción, con la irrupción del magnate ruso pasando a controlar el 10% de su accionariado en 2017. Cuatro años y dos ampliaciones de capital después, los títulos de la cadena de supermercados cotizan en torno a los 0,016 euros, cayendo a mínimos históricos cada mes de este 2021. Desde luego no es el mejor año bursátil para la compañía, que desde enero hasta hoy ha sufrido un descenso en su valor que ya roza el 70%.

Los accionistas que finalmente acudieron a la última ampliación llevada a cabo en agosto se encuentran atrapados en una difícil situación. Por el momento no solo no ganan, sino que siguen perdiendo dinero, pero el bajo precio de las acciones hace que muchos de ellos prefieran esperar al largo plazo confiando en que la estrategia de DIA pueda darles cierta rentabilidad a la hora de vender. Aunque con Fridman controlando el 77,7% de la empresa a través de LetterOne, la sombra de una posible OPA para sacarla de cotización continúa sobrevolando la compañía.

PIERDE CUOTA DE MERCADO

En este contexto de reestructuración, Fridman ha conseguido refinanciar la deuda de la empresa y reducirla en 1.028 millones de euros, así como reducir las pérdidas en un 44,2% en el primer semestre de 2021. Sin embargo, la mala situación de la compañía se evidencia en el descenso de las ventas en un 9,1% y de las ganancias en un 19,3%, reflejadas en los resultados semestrales publicados el pasado septiembre, así como a la pérdida en la cuota de mercado que ha sufrido en el último año.

Así lo ha mostrado el estudio anual sobre el ‘Balance de la distribución española’ presentado por la consultora Kantar recientemente. En él se indica que DIA posee una cuota de mercado en el sector del 5,2%, lo que supone una pérdida del 0,7%. La consultora asegura que la situación se debe a su plan de reestructuración de la red de tiendas, a través del cual ha cerrado el 5% de su parque. También se debe a la renovación de hasta 316 tiendas que han estado meses sin poder operar, pero que se mantendrán abiertas.

LA COMPETENCIA ACELERA

Y mientras DIA pierde terreno, sus principales competidores han conseguido aumentar su cuota de mercado en el último año. Tanto Mercadona, como Carrefour y Lidl han crecido en este aspecto, formando el Top 3 de supermercados que operan en España. La compañía de Juan Roig domina el sector con una cuota del 24,8%, habiendo crecido un 0,1%, seguida de la multinacional francesa con un 9% (+0,7%) y de Lidl con un 6,7% (+0,8%).

La estrategia de DIA pasa por fiarlo todo a la reestructuración de su negocio, confiando en el modelo de proximidad y la reducción de la deuda. La renovación de tiendas y la eliminación de gran parte de los establecimientos que están llevando a cabo durante los últimos meses dan buena cuenta de ello.

Tal es así que, a 31 de diciembre de 2020, la compañía contaba con 6.169 tiendas en tolos mercados donde opera (España, Argentina, Portugal y Brasil) y actualmente la cifra ya baja de los 6.000 establecimientos. En España la cadena de supermercados cerró hasta 92 tiendas(entre propias y franquicias) y en Portugal cerró 77 tiendas, de las cuales 71 eran tiendas propias de su marca de belleza Clarel. En Brasil, Dia calusuró 29 establecimientos y en Argentina fueron 7 las tiendas que cerró durante el primer semestre del año.

Fridman da pasos lentos para una recuperación que no se prevé que obtenga resultados firmes en el corto plazo, en un año lleno de vaivenes para los accionistas minoritarios, que aguantan como pueden y esperan con fe una remontada en los títulos de la compañía en los próximos años.