Los consejos de administración de CaixaBank y Bankia ya han sido convocados y se reunirán finalmente este jueves, 17 de septiembre, una vez disponen de todos los datos de la ‘due diligence’, para abordar la propuesta de fusión y definir el precio de la operación, según fuentes financieras.
La prolongación de los trabajos en la fase de intercambio de información, en la que se han analizado a fondo los números de cada entidad, y ciertas divergencias sobre la ecuación de canje son los factores que impidieron que los consejos se reunieran el pasado domingo, como se barajó inicialmente, por lo que ambas entidades convenieron en posponer hasta ahora la convocatoria.
Si ya de por sí la ecuación de canje es un asunto espinoso de acordar en una operación de estas características, en esta ocasión tiene un interés adicional, ya que Criteria no debería bajar del umbral del 30% en el accionariado del grupo resultante para que la Fundación ‘La Caixa’ no pierda ventajas fiscales, un requisito que además está incluido en un protocolo interno y cuya ruptura implicaría la asunción de una serie de costes.
También ha sido de debate la composición del nuevo consejo de administración. Según informaron fuentes de la negociación, el Estado, a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), tendrá con toda probabilidad presencia en el consejo de administración de la entidad resultante de la integración de Bankia en CaixaBank, que se prevé que esté formado por un total de 15 miembros.
El Frob, no obstante, no ha participado en las negociaciones, que han procurado desarrollarse bajo confidencialidad entre las cúpulas de ambas entidades. Una vez recibida la propuesta de fusión en la que se incluirán todos los términos acordados que será aprobada mañana, el Fondo público podrá pronunciarse al respecto.
El inicio de las negociaciones arrancó de forma discreta antes de verano, tras ser autorizado por ambos consejos, que para su asesoramiento contrataron a bancos de inversión (Morgan Stanley en el caso de CaixaBank y Rotschild en el de Bankia), consultoras (Deloitte y EY, respectivamente) y asesores legales (Uría Menéndez y Garrigues, respectivamente).
La reunión de mañana dará el pistoletazo de salida a una operación que creará un grupo con activos por importe de 650.000 millones de euros, unas 6.600 sucursales (4.400 la entidad de origen catalán y más de 2.200 la entidad nacionalizada) y una plantilla conjunta superior a los 51.000 empleados (casi 35.600 CaixaBank y unos 16.000 Bankia), lo que propiciaría significativas sinergias.
A continuación, en una nueva reunión de los consejos de administración se convocarán las juntas extraordinarias de accionistas. Dicha convocatoria debe hacerse con, al menos, un mes de antelación, por lo que en el mejor de los casos los accionistas darían su visto bueno a la operación a finales de octubre.