La era de la mascarilla ha llegado. Según explican las autoridades sanitarias, lo más probable es que continúe siendo obligatoria hasta que no se encuentre un tratamiento o una vacuna para la COVID-19. Así que van a pasar a formar parte de nuestra vida por un tiempo indefinido. Esto ha hecho que, además de un elemento de protección, se conviertan en una tendencia de moda, un complemento para la expresión personal, y por eso se están fabricando cada vez más diseños diferentes y para todos los gustos, lo que hace que a veces sea difícil elegir la mejor.
ADVERTENCIAS DE LOS EXPERTOS
El tipo de mascarillas que no deberíamos utilizar, según las advertencias de la OCU y expertos en la materia, son las que llevan una válvula incorporada. Según el responsable técnico de la Asociación de Empresas de Equipos de Protección Individual, Javier Díaz Alonso, este tipo de elementos están pensados para que el portador no inhale aerosoles o microorganismos, igual que las mascarillas sin válvula. Este dispositivo tiene el objetivo de facilitar la respiración de la persona que la lleva y se suelen utilizar en laboratorios de bioseguridad donde se trabaja con material biológico de riesgo. Sin embargo, cuando se trata de evitar contagios entre dos personas, la válvula facilita la salida del aire con micropartículas, así que suponen un riesgo para las demás personas.
