Complementos indispensables en el dormitorio para tener el sexo en pareja

El sexo en pareja puede ser mucho más divertido de lo que te planteas habitualmente. Sí, es cierto que lo indispensable es que estén los dos dentro, pero si vas a coger los pañuelos del cajón y en su lugar pillas las esposas, por ejemplo, seguro que te entran ganas de usarlas.

Cuando la pareja lleva un tiempo junta, la monotonía puede llegar a hacer que el sexo disminuya o que sea una utopía. Para que eso no suceda hay que poner un poco de parte de los dos y recordar los momentos en los que el cabecero de la cama despertaba al vecino y le tenías que poner calcetines para que no sonase.

Una pareja puede tener siempre el mismo sexo que al principio, todo es cuestión de no dejar que se acabe y de hacer un pacto silencioso en el que ambos os prometáis dedicaros tiempo de intimidad a la semana de forma obligatoria. Te diré algunos complementos, que no juguetes sexuales, que necesitas sí o sí en tu dormitorio. Ya después si quieres lo insonorizas y eso.

Superficies reflectantes o espejos

sexo pareja

El porno ha hecho mucho daño a los espejos en el sexo. Se considera que si una pareja tiene espejos en el techo de la cama es que son horteras. Se relaciona con los moteles baratos de las películas americanas.

Elimina esa idea de tu cabeza y ve a poner un espejo en alguna parte de tu dormitorio en el que sepas que te vas a ver mientras estás teniendo sexo. Los hombres se excitan mucho de forma visual. Cuando están en la postura del perrito no es que miren al techo precisamente. Observan cómo entra y sale el miembro. Pues con los espejos pasa lo mismo.

Estás acostumbrado a sentir cómo te tocan, te besan o te penetran, pero no a verlo en directo. Las caras, los gestos y otras cosas que te pierdes pueden aumentar tu libido muchísimo. No es necesario tener pareja para usar un espejo, también puedes optar por masturbarte mientras lo miras, será mucho más divertido.

El único problema es que los espejos son unos amigos bastante crueles y te enseñan la pura y dura realidad, nunca mejor dicho. Una forma de no coger una depresión mientras tienes sexo delante de un espejo es hacer lo mismo que cuando vas a subir fotos a las redes sociales, busca la luz idónea para que la imagen sea buena, pero no milimétrica.

Aceites

aceite

Los masajes en pareja siempre acaban en sexo. Estar desnudo sobre la cama tocando al otro excita sobremanera, sobre todo cuando pasas los dedos acercándote a la zona de los genitales y tan solo los rozas. No olvides que es mejor insinuar que provocar.

Tener en la mesita de noche un aceite de masajes que sirva también como lubricante para la penetración es una muy buena idea. A todo el mundo le apetece un masaje después de un duro día de trabajo y si tiene final feliz mejor aún.

Lo ideal del masaje es poner una fecha en el calendario, para que una vez al mes te toque a ti darlo y otro día seas tú quien lo reciba. Es una forma de estar todo el día con la ilusión de llegar a casa y tener planes, y la complicidad de la pareja, si tienes niños, con las miradas y las ganas de acostarlos tempranos para tener ese momento íntimo para vosotros.

Mueble sexual

sexo pareja

Hay muebles feísimos que cuestan un «ojo de la cara» y que solo sirven para quitarle el polvo. La idea es que el mueble que elijas para tu dormitorio sea para limpiarle otro tipo de polvo distinto.

Los muebles eróticos están diseñados para que la pareja tenga sexo. Así de simple, hay distintos tipos de muebles hechos para que el sexo en pareja sea más placentero. Tienes desde los columpios eróticos hasta los divanes pasando por las sillas estilo película Beetlejuice. Te advierto que suelen ser caros, pero también muy funcionales.

Es una forma de cambiar las posturas y de que el sexo sea duro, lujurioso y premeditado. Es difícil tener sexo en una cama sin cabecero al que poder aguantarte, o cuando quieres probar posturas nuevas y que sean un poco extrañas. Estos muebles sexuales están construidos para que puedas darle rienda a tu imaginación.

Útiles de secuestro

esposas

No es necesario que te vaya el sadomasoquismo para usar esposas, cuerda y cosas similares en el sexo. Una pareja tiene que tener la suficiente complicidad como para innovar y probar cosas nuevas.

La idea de usar estas cosas es que uno de los dos se vea sometido al otro, de forma voluntaria siempre y de mutuo acuerdo. El eliminar alguno de los sentidos en el sexo es fruto de incertidumbre y excitación.

Las vendas o las gafas que se usan para que no te dé la luz mientras duermes pueden ser buenas aliadas en el sexo. Pónselas a tu pareja y comienza a besarle, acariciarle y tocarle sin que pueda verlo o esperárselo.

Otra forma es atarlo a la cama o a la espalda, limitarle las posibilidades de movimiento para que la dominación sea sencilla y morbosa. La idea es que vayáis cambiando el puesto y que ambos sintáis lo que es ser dominado y dominar. En las parejas, introducir este juego sexual puede hacer que la pasión y las ganas de irte al dormitorio vuelvan a aflorar de nuevo.

Jugar con los sentidos es el truco, al igual que ya has anulado la vista o limitado los movimientos, también puedes taparle los oídos para que no escuche por dónde vas a venir.

Nos queda el sentido del gusto. Una forma sensual de tener relaciones es jugar con la comida. Puedes ponerle la venda en los ojos e ir dándole chocolate o fresas. Si se mancha, la idea es que se lo limpies tú mismo con la lengua.

El sexo en pareja va mucho más allá de la penetración. Los juegos sexuales son los que marcan la diferencia entre la monotonía y la pasión.