Dormir mal los problemas más habituales que pueden afectarte

No dormir es uno de los grandes problemas de los últimos años. Vivimos en un continuo estrés que no nos deja descansar como deberíamos con todas las consecuencias que ello acarrea.

Hay que saber distinguir entre no dormir bien y los distintos tipos de insomnio. Se considera que tienes insomnio cuando ya llevas más de cuatro semanas sin poder descansar lo necesario.

Cuando no duermes, no rindes lo suficiente en el trabajo, estás de malhumor y todo se te hace un mundo. Hay personas que tienen el complejo de vampiro y duermen de día mientras están despiertos de noche. No puedes quejarte por no descansar si es que tienes los horarios cambiados, ya sea por trabajo o por estar toda la noche viendo series.

Existen algunos motivos comunes por los que el dormir es un reto cada noche.

Momentos de estrés puntuales

estrés por depresión

No dormir bien en algunas etapas de tu vida es bastante normal. El exceso de trabajo, o la falta de él, puede hacer que tu cabeza esté especialmente ocupada cuando te acuestas. Un examen o una oratoria pueden provocarte que días antes tu cuerpo se ponga en estado de alerta y no te deje descansar.

También las relaciones sentimentales son uno de los principales motivos por los que no se descansa. Cuando estás pendiente de una cita que te tiene nervioso o si tu vida sentimental no funciona y no sabes qué hacer.

El estrés puede surgir por cien motivos que para unas personas pueden ser insignificantes, pero que, sin embargo, para otras son un mundo. No hay mayor error que la frase típica de “Consúltalo con la almohada”.

Dormir en base a tu edad y sexo

dormir al aire libre

Lo de “dormir como un bebé” tiene su punto científico verídico. Según la edad que tengas necesitarás dormir más o menos horas. Cuando un recién nacido duerme hasta 18 horas al día, una persona de edad avanzada con seis tiene suficiente.

Las horas de sueño y los años son inversamente proporcionales: A más años menos horas de sueño. Hay una época que abarca desde los 20 hasta los 50 en los que las horas de sueño se mantienen más o menos.

Cuando llegas a los cincuenta, tus noches se tornan más cortas y tus desvelos aumentan. Eso es cosa de la edad y no se puede hacer demasiado. No obstante, siempre hay unos límites y tu cuerpo te dirá cuáles son.

Las mujeres tienen más dificultad para dormir que los hombres.

Dolores y enfermedades

no dormir bien

Cuando tienes alguna enfermedad, y más si es dolorosa, para poder dormir seguramente necesitarás de alguna ayuda farmacológica. Si es así debes consultarlo con el especialista y nunca automedicarte.

El dolor hace que las noches sean particularmente más largas de los que son y hace que te levantes casi peor de lo que te acostaste.

Una enfermedad que afecta directamente es la apnea obstructiva del sueño. Esta enfermedad hace que te duela la cabeza, se te irrite la garganta, no puedas respirar bien y ronques hasta que tu pareja se mude al sofá.

Modificar hábitos al dormir

dormir con almohada

Hay veces en las que los cambios de rutina son imprescindibles, ya sea por trabajo, por paternidad o por vacaciones. Cuando tu cuerpo está hecho a un hábito y de pronto se lo modificas, hasta que no se vuelva a habituar, dormir puede resultarte complicado.

El insomnio y los cambios de horarios van de la mano. Es necesario tener una salud de sueño diaria, como, por ejemplo, acostarte más o menos a la misma hora, no hacer ejercicio dos horas antes de acostarte o no beber demasiado líquido.

Ansiedad y depresión

depresión y no dormir

Según tu estado de ánimo, dormir será más o menos fácil. La mayoría de las personas con trastornos depresivos o estados de ansiedad tienen complicaciones para poder conciliar el sueño y eso agrava aún más su estado.

Si tienes depresión, y no duermes, cada vez vas a ir yendo a peor. Es necesario que hables con el médico para poner remedio a lo de no descansar, pero eso solo es un parche para tapar un techo caído. Es necesario encontrar el motivo de esa ansiedad, estrés o depresión o atajarlo cuanto antes.

Soluciones

mujer dormida

Para dormir bien necesitas intentar desconectar por muy difícil que te parezca. Los problemas déjalos fuera del dormitorio y proponte que esa sea una zona de confort en la que tan solo duermas o tengas sexo.

[td_block_11 custom_title=»» separator=»» post_ids=»172354″ limit=»1″ css=».vc_custom_1496993590403{border-top-width: 1px !important;border-right-width: 1px !important;border-bottom-width: 1px !important;border-left-width: 1px !important;padding-top: 5px !important;padding-right: 5px !important;padding-bottom: 5px !important;padding-left: 5px !important;border-left-color: #000000 !important;border-left-style: solid !important;border-right-color: #000000 !important;border-right-style: solid !important;border-top-color: #000000 !important;border-top-style: solid !important;border-bottom-color: #000000 !important;border-bottom-style: solid !important;border-radius: 4px !important;}» tdc_css=»»]

No te lleves el teléfono a la cama, eso solo te entretendrá y no te dejará dormir lo suficiente. Cierra las ventanas y las persianas para que ni las luces ni los sonidos del exterior te molesten. Si no puedes dormir, no des vueltas, levántate y haz otra cosa hasta que te entre sueño.

Las técnicas de relajación guiadas son las mejores para poder dormir y descansar como un niño. No pierdes nada por intentarlo. Te recomiendo que pruebes una sesión de Asmr o un audio libro.