Imaz se queda en Repsol y rechaza los cantos de sirena para presidir BBVA

El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, no va a acompañar a sus antiguos compañeros del Partido Nacionalista Vasco (PNV) en su intento por recuperar BBVA casi dos décadas después de que el clan de Neguri se viera obligado a abandonar de forma abrupta el consejo de administración de la entidad financiera. 

Las familias industriales y financieras vascas le han tanteado de forma extraoficial para capitanear la operación –aprovechando la imputación del banco y el momento delicado por el que atraviesa su presidente, Carlos Torres– pero el directivo petrolero se va a quedar al lado de Antonio Brufau.

Según explican a MERCA2 fuentes del entorno del presidente del PNV, Andoni Ortuzar, el CEO de Repsol “ni siquiera se ha planteado esta posibilidad, a pesar de que algunos medios de comunicación le hayan situado, junto con José Ignacio Goirigolzarri, como uno de los aspirantes a presidir BBVA, si el partido político logra su ansiado objetivo y consigue recuperar lo que hasta hace no mucho tiempo era la joya de la corona del sector financiero vasco”. 

Los cantos de sirena no han calado en Imaz, que fue el primero en sorprenderse cuando su nombre comenzó a sonar como posible sustituto de Torres a pesar de que la operación de asalto del PNV a BBVA es complicada porque el clan de Neguri apenas tiene representación en el consejo de administración del banco. “Ahora Josu Jon está completamente implicado en su trabajo al frente de Repsol, donde tiene el bastón de mando y ejerce con plenas facultades ejecutivas dejando a Brufau un papel más institucional”, añaden las fuentes consultadas.

Aunque la eterna aspiración del PNV para devolver a BBVA su esencia vasca no es una tarea sencilla, lo cierto es que en el seno de la formación nacionalista se considera factible y, por ello, se barajan varias posibilidades. Ortuzar y sus aliados confían en aprovechar el proceso de concentraciones y fusiones que se avecina –cuando haya un Gobierno estable– para pescar en río revuelto.

Según ha podido confirmar este diario, desde que MONCLOA.com y El Confidencial destaparon el escándalo de las escuchas ilegales que motivó la imputación de BBVA, la cúpula del PNV ha pedido a Pedro Sánchez que le ayude a cambio de apoyo parlamentario. Y el encargado de articular esta colaboración entre el Gobierno y el partido nacionalista será el Banco de España, con el beneplácito del Banco Central Europeo (BCE), que daría el visto bueno siempre que la toma de control se enmarque en un proceso que responda a criterios de mercado y que no afecte a la estabilidad del sistema financiero español.

En todo caso, el consejero delegado de Repsol no participará en ninguna de las posibles operaciones corporativas que está evaluando el PNV para volver a controlar los designios de BBVA. Desde que en 2015 los accionistas le otorgaron la parcela ejecutiva de la petrolera Imaz ha superado numerosos obstáculos y en la actualidad disfruta de una etapa relativamente tranquila. 

En los dos primeros años del Plan Estratégico 2016–2020 el ejecutivo puso el foco en las desinversiones y los ajustes de costes, para posteriormente realizar una actualización de los objetivos orientar los esfuerzos en el crecimiento y la creación de valor. La renovada estrategia se basa en tres pilares: remuneración al accionista; crecimiento rentable y desarrollo de nuevos negocios vinculados a la transición energética.

El mayor riesgo al que se enfrenta el CEO de Repsol es que otra compañía energética decida dar el paso y presente una opa para lograr el control de la petrolera española. En el mercado se especula con esta posibilidad desde hace meses, especialmente después de que Caixabank dejara de ser el accionista de referencia.