El pollo de corral de Mercadona y otros goles que nos meten

De todas las carnes que podemos encontrar en el supermercado, la de pollo siempre ha sido la más recomendada dado que es la que menos cantidad de grasas tiene. Es precisamente por eso, por ser la más vendida, por lo que existe una gran variedad de opciones. Desde el pollo ya preparado hasta el pollo de corral de Mercadona, la «mejor» opción.

Pero, ¿Es esto verdad? Lo cierto es que no. El hecho de tener en la etiqueta «pollo de corral» no significa que sea sea verdaderamente un pollo campero. ¿Qué es lo que nos venden entonces? Conocemos el pollo de corral de Mercadona y otros goles que nos meten.

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El pollo de corral de Mercadona, ¿Hasta dónde es cierto?

Por norma general, asociamos el pollo de corral a un pollo que se ha criado a la antigua usanza, es decir, alimentado a base de picotear al aire libre, todo lo contrario a lo que se suele hacer en a industria cárnica. El pollo de corral que se vende en supermercados, además, tiene un color más amarillento, lo que nos hace creer que es totalmente verdad.

Pero lo cierto es que la legislación actual no contempla esta denominación de «pollo de corral», lo que quiere decir que no se lleva ningún tipo de seguimiento para verificar que el animal se ha criado libre en una granja. El conocido como «pollo de corral» puede haber sido criado como el industrial, aunque cueste un poco más caro.

Este es uno de los engaños que los supermercados están poniendo en práctica en la actualidad. El hecho de vender «pollo de corral» como algo exclusivo cuando, en realidad, no lo es.

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