Muchos son los frentes que tiene abiertos la banca en sus andares por el siglo XXI: el de la regulación, los ingresos, los gastos, los tribunales, la seguridad de la información, la extrema competencia, incertidumbres políticas… y el tecnológico. Desde 2007, la crisis ha ido dejando cadáveres por el camino, reduciendo los 67 bancos existentes hace una década, a una docena. Diez años después, el sector también se enfrenta a un nuevo reto, el de la tecnología. “Especialmente de la tecnología relacionada con la conectividad, como la movilidad o las redes sociales, que ha provocado cambios radicales en las costumbres y demandas de los clientes”, indicó María Dolores Dancausa, consejera delegada de Bankinter durante la Junta de Accionistas.
Ahí entran en juego los denominados gigantes tecnológicos, como Google, Amazon, Facebook o Apple (popularmente conocidos como GAFA). Se trata de jugadores ajenos al sector financiero, eso sí, tremendamente especializados, y que quieren formar parte del equipo.
También han saltado ya al terreno de juego otros players que no se definen a sí mismos como bancos, sino como empresas de tecnología que ofrecen servicios financieros. Son las denominadas como fintech. “Aprovechan el impulso de la tecnología para situarse desde cero en una posición de mucha mayor eficiencia que la banca tradicional esquivando, además, al menos de momento, la regulación aplicable a la banca y las enormes cargas que asumimos”, se lamentó la CEO de Bankinter.
«El modelo tradicional transformado y los nuevos modelos nativos digitales subsistirán pero en una industria diferente a la que conocemos hoy»
¿Qué resulta de esa coctelera de fintech y grandes tecnológicas? Hay quien presagia que será el fin de la banca. También hay quien dice que la banca mediana no tiene futuro en este escenario. “Nuestra respuesta es que tales vaticinios no se van a cumplir”, aseguró Dancausa. Por tanto, Bankinter no hincará la rodilla ante Google o Facebook. Y añadió: “La diferenciación competitiva radicará en las aplicaciones de demos a esa tecnología y cómo de capaces seamos de transformar nuestros modelos y hacer convivir el modelo tradicional transformado y los nuevos modelos nativos digitales, porque ambos subsistirán, pero en una industria diferente a la que conocemos hoy”.
Bankinter y la competencia
Aunque, como ya hemos dicho, el número de entidades financieras en España se ha reducido de manera drástica durante la última década, y a pesar de las voces que dicen que lo que se está gestando es un oligopolio o similar en el que la competencia brillará por su ausencia, la consejera delegada de Bankinter manifestó que “la competencia en nuestro sector es cada día más dura».
Un escenario, el actual, en el que los márgenes cada vez son más estrechos, las cargas regulatorias a las que tienen que hacer frente más numerosas y cuantiosas (ahí están la norma contable IFRS9, MiFiD II y PSD2), y la lucha por cada cliente y cada operación más encarnizada que nunca. “Nos suena a ficción que en los nuevos tiempos la competencia pueda disminuir o diluirse. Nada más lejos de ello”, subrayó María Dolores Dancausa.
Por su parte, Pedro Guerrero, presidente de Bankinter, destacó que la entidad se hallaba en su tercer año consecutivo en el que batía su propio récord histórico de beneficios (485 millones de euros en 2017), y que el Grupo repartiría 247,6 millones de euros en dividendos. De esta manera, se incrementa un 24% respecto a 2016. “Se trata de una retribución adecuada a los resultados obtenidos, con un pay out del 50% que, al mismo tiempo, asegura la conservación de capital y el mantenimiento de un adecuado nivel de solvencia”, resaltó.